En lo que va de año la administración Trump ha separado a 545 niños de sus padres

Los abogados de la ACLU piensan que los progenitores ya fueron deportados a sus países, muchos sin pasar por un juzgado, y que las autoridades les han perdido el rastro.

Un agente de ICE custodia a tres niños en la frontera. Foto: UN-ONU.

El gobierno de Estados Unidos tiene en su poder a 545 niños centroamericanos, pero no han podido localizar a sus padres, reveló la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés). Los menores fueron separados en la frontera por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) desde principios de este año.

Los abogados de la ACLU piensan que ya fueron deportados a sus países, muchos sin pasar por un juzgado, y que las autoridades les han perdido el rastro. Los menores se encuentran en campos de refugiados, algunos en unidades militares, iglesias y oficinas de activistas de inmigración, según una demanda interpuesta en febrero de 2018 que se ha arrastrado lentamente en los tribunales. 

“La gente me pregunta constantemente cuándo encontraremos a todas las familias, pero desafortunadamente no lo sé”, dijo a BuzzFeed News Lee Gelernt, el abogado principal del caso y subdirector del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU. “Los números cuentan una historia, pero cada niño tiene su propia historia, con su propia dimensión humana. Por eso no podemos dejar de buscar hasta encontrar a todas las familias”.

David Xol, de Guatemala, abraza a su hijo Byron cuando se reunieron en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles en enero. Fueron separados 18 meses antes bajo la política migratoria de “no tolerancia” de la administración Trump. Foto: Ringo H.W. Chiu / AP.

En 2018 la administración Trump separó a miles de niños de sus padres bajo la llamada “política de tolerancia cero”, en la que a los progenitores se les enviaba a una prisión federal antes de ser llevados a  los tribunales bajo cargos de ingresar a Estados Unidos sin autorización. Debido a que los niños no pueden mandarse a una prisión federal con sus padres, el gobierno los separó. Los incluyó como menores no acompañados y los transfirió a la custodia de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR).

El caso se inició en febrero de 2018 a nombre de una solicitante de asilo congolesa identificada como la Sra. L, separada de su hija de 7 años por las autoridades de inmigración. La madre y la hija se reunieron, pero se amplió a una demanda colectiva que cubrió a miles de familias inmigrantes separadas por ICE en la frontera con México.

Ahora incluye a 1.300 menores que comenzaron a ser separados de sus familias en fecha tan temprana como julio de 2017.

Hasta el martes, el comité que la ACLU creó para rastrear a las familias separadas ha logrado localizar a los padres de 485 menores. Resta buscar la manera de reunirlos. De los padres a los que la ACLU no ha podido contactar, Gelernt piensa que aproximadamente dos tercios ya han sido deportados a sus países de origen.

“La información de contacto que nos dio el gobierno es en gran parte obsoleta, por lo que hemos estado buscando a las familias en Centroamérica. Pero debido a la pandemia, eso se ha detenido”, dijo Gelernt.

Es una situación “extraordinariamente triste” porque algunos niños eran solo bebés cuando fueron separados, hace tres años, y “han pasado más de la mitad de sus vidas lejos de sus padres”.

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