Cuba restituye propiedades a la Iglesia

Capilla de la antigua Universidad Santo Tomás de Villanueva, en La Habana, devuelta el pasado octubre a la Iglesia católica.

Capilla de la antigua Universidad Santo Tomás de Villanueva, en La Habana, devuelta el pasado octubre a la Iglesia católica.

Cuba restituyó a la Iglesia aproximadamente una docena de propiedades, como parte de un proceso de devolución que inició a finales de 2009, informa The Associated Press (AP).

Entre los bienes confiscados tras el triunfo revolucionario de 1959 y devueltos durante el 2014, se menciona la capilla de la antigua Universidad Santo Tomás de Villanueva en La Habana.

“Discreta y paulatinamente” —describe la agencia— ha sido el proceso de restitución a sus antiguos propietarios de algunos templos, casas parroquiales, terrenos y edificaciones. La mayoría fueron confiscados durante la nacionalización de la enseñanza en 1961, cuando se adjudicaron en favor del Estado todos los centros de enseñanza operados por personas naturales o jurídicas privadas, así como la totalidad de los bienes, derechos y acciones que integraban los patrimonios de los citados.

En enero de 2013, informa la web de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, el Consejo de la Administración Provincial de Granma acordó la devolución de un antiguo colegio, una Capilla construida en la década de los años 50 del siglo XX y dos terrenos para la construcción de templos a la Diócesis del Santísimo Salvador de Bayamo-Manzanillo, demarcación eclesiástica ubicada al sureste de Cuba. La decisión había sido tomada a finales de 2012.

También a principios de 2013 se restituyeron dos templos (San José Obrero y San Benito) y una Casa Parroquial en Santiago de Cuba. Al Monseñor Dionisio García Ibáñez, arzobispo de Santiago de Cuba, se le comunicó que se le autorizaba el reintegro de las propiedades como respuesta a la solicitud presentada por la Arquidiócesis en años anteriores.

Lo que no se autorizó fue la devolución del templo parroquial de El Cobre — según la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba— pues actualmente es una dependencia de Comercio Interior; aunque sí se permitió la construcción de uno nuevo en conmemoración de la visita del papa Benedicto XVI, efectuada en marzo de 2012.

En el municipio de Sandino, en la provincia de Pinar del Río, se accedió a levantar otro, según el boletín Vida Cristiana citado por La prensa. Se financiará en colaboración con la parroquia San Lorenzo en Tampa, Estados Unidos.

El sacerdote Ignacio Cruz Magariño, reseña El Toque, participó en las negociaciones para recuperar otra importante edificación: el antiguo Colegio de los Padres Jesuitas, en la provincia de Cienfuegos. El proceso terminó en noviembre de 2013.

“No existe un documento que acredite la entrega, pero sí ha sido efectiva pues en pocas semanas fueron trasladados hacia otros sitios oficinas y almacenes de entidades estatales que ocupaban los bajos del local”, cuenta Cruz Magariño.

Estas devoluciones no gozan de un alto perfil mediático y muy poco se conoce sobre sus antecedentes. Un miembro de la iglesia, que prefirió no revelar su nombre, informó a la AP que el tema salió a relucir “de manera franca” en conversaciones entre el cardenal cubano Jaime Ortega y el presidente cubano Raúl Castro en julio de 2010.

El hecho de que se haya avanzado en la concreción de esta demanda y la mediación del Papa Francisco en la decisión de los gobiernos de Estados Unidos y Cuba de restablecer relaciones diplomáticas, evidencia la voluntad política en el Gobierno cubano para zanjar las viejas contradicciones.

“Me parece muy buena esta política de Estado de devolver algunas propiedades. Muchas de ellas serán para uso religioso pero también otras para uso social y forma parte de las transformaciones que están ocurriendo en el país, donde la iglesia cada vez más va a poder desarrollar su obra y su aporte a la comunidad”, dijo a la AP el reverendo Joel Dopico, presidente del Consejo de Iglesias de Cuba, y agregó que algunas iglesias evangélicas y protestantes también habían recibido devoluciones

En Cuba la Constitución establece en cinco de sus artículos la separación Iglesia-Estado y por tanto el carácter laico de este último, la igualdad de todas las manifestaciones religiosas ante la ley y el derecho de todos los ciudadanos del país a profesar el culto religioso de su preferencia, a cambiar de creencia, o a no tener ninguna.

El Estado no subvenciona ninguna institución religiosa ni interviene en su funcionamiento interno, aunque desde los primeros años tras 1959 la religión ha tenido una atención  política particular. En 1985 fue creada la Oficina de Atención para los Asuntos Religiosos (OAAR), adscrita al Comité Central del Partido Comunista de Cuba, encargada de velar por la aplicación y divulgación de la política  respecto a estos asuntos y de atender las necesidades y demandas de las organizaciones religiosas.

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