J., fanático de carreras de caballos

Carreras de "Arañas"

La araña es un a transporte muy común en los campos de Cuba. Las de carrera se pueden distinguir porque son más livianas, utilizan ruedas de motos y asientos robados en las escuelas / Foto: Raquel Pérez.

Hubo hace cinco años, en Güira de Melena, Mayabeque, un entierro memorable. El Expreso, un caballo dorado que nunca perdió una carrera ni hizo perder dinero a su dueño ni a los que apostaban por él, murió al terminar de cruzar la meta. Y fue enterrado, con procesión, flores, llantos y mocos, en la finca de su propio dueño.

Esa última vez, El Expreso corrió contra su contendiente por medio millón de pesos (20 mil dólares). Como de costumbre, antes de la carrera, el dueño había conseguido “por detrás” algunos fármacos estimulantes en una farmacia del Estado, para que el caballo fuera lo más veloz posible. Pero esa vez se le iría la mano con el doping, y perdería una de sus mayores fuentes de ingreso de dinero.

Esto me lo cuenta J., un gran fanático de las apuestas en carreras de caballos, quien vive en Melena del Sur (también Mayabeque). Nunca ha podido comprar un caballo, pero las veces del año en que van a correr y se hacen las apuestas, se va a donde sea, y hace grabaciones caseras que luego guarda celosamente.

Los videos que J. me muestra son de apuestas con caballos que tiran de pequeños carretones a los que se les llama “arañas” o “arañitas” en los pueblos de campo. Como en el caso de El Expreso, en la modalidad de caballos también se hacen carreras “a apelo” por dinero, en las que un hombre de estatura media y peso corporal ligero monta un caballo en un terraplén parejo y compite con otro caballo.

En estos videos de caballos con “arañitas” que guarda J., se ve a los postores en motos y carros filmando las carreras, para cerciorarse de quién es el ganador y seguir de cerca al caballo que les gusta. Las carreras y las apuestas se hacen en las afueras de los pueblos, y en las autopistas, donde hay poco tráfico y casi ningún policía. La Ocho Vías, en el tramo de La Habana a Pinar del Río, es una de las más usadas.

Carreras de "Arañas"
Las apuestas en las carreras de caballos y de arañas pueden llegar hasta los 20 mil dólares / Foto: Raquel Pérez.

Una “arañita” se construye relativamente fácil. Según J., “ruedas de moto, un par de sillas plásticas de esas que la gente se roba de las escuelas, y enganches ligeros, para que no se formen cajones de aire y el caballo pueda avanzar”.

Así los caballos, como pueden comprobar los que los siguen desde un carro, llegan a alcanzar más de 40 kilómetros por hora, en tramos que pueden variar aproximadamente desde los cinco y hasta los veinte kilómetros.

Las cantidades que J. ha apostado son mínimas, en comparación con lo que la gente puede llegar a jugarse en una carrera. Dice que pueden ser muy variables, en dependencia de lo que cada quien quiera. Él ha perdido y ha ganado poco. Pero muchos de sus amigos o personas que conoce han perdido y ganado miles de dólares.

Se nota que quienes siguen en motos y carros a los corredores son gente que maneja algún dinero, cuando no mucho. Siempre ha existido el lugar común que afirma a la gente de campo como personas de dinero. Aunque eso no es siempre cierto, la mayoría de los que en el campo tienen motos, carros, gasolina para perseguir a caballos corriendo durante kilómetros y kilómetros.

J. y yo vemos los videos juntos y él me explica. La última de las carreras que me enseña, entre un tal caballo llamado Dorao y otro llamado Chivo, es a la salida de Melena del Sur.

El video es una grabación hecha con un teléfono celular. Aunque las caras de los jinetes son indiscernibles, y los caballos van bastante rápido, se distinguen muy claramente los pequeños muros de cemento blanqueados con cal a la orilla de la carretera en la que empieza el pueblo.

Por el lado de esos muritos, que yo me conozco de memoria, pasan disparadas las “arañas”, que se acercan a la meta, en la que el dinero se va a repartir.

Video casero donado por su dueño

https://www.youtube.com/watch?v=fxuGA4RilUM?rel=0

Esta carrera de arañas se realizó por las carreteras cubanas y terminó en la entrada del pueblo, donde se congregaba toda la gente. Las apuestas se hacen clandestinamente.

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