La loma y su cruz

Desde 1790 hasta la fecha han sido tres el número de cruces que ha custodiado la cima

Son más de 400 escalones. Uno a uno te conduce hacia ella. Luego llegas y la encuentras imponente, vigilante, en su posición nada se le escapa. A sus pies están todos, unos observan, otros la congelan en una instantánea que tal vez posará en algún cuadro o en la puerta de un refrigerador, también están los que arrodillados dejan ir en un susurro súplicas y promesas.

Mientras las velas se derriten al pie del altar, más de un visitante contempla la ciudad, desde allí parecen dominarla. Holguín es sólo minúsculos cuadritos desde su Loma de la Cruz, por eso la gente se deja llevar por la escalada, porque nadie quiere perderse la brisa, la vista, o la Cruz que concede deseos.

No existe Holguín sin su mística cumbre, como tampoco ya lo es sin sus nombradas Romerías. En mayo, una multitud puebla en todo momento sus calles, y el otrora Cerro Bayado permanece donde mismo, dejándose transitar, guardián de todos, símbolo de leyenda, poseedor de incontables secretos.

Los chiquillos se volvían locos con él. Foto: archivos de Bohemia.
“Esta pincha no tiene precio”, dice Ramón Antonio Castro. Foto: Orlando Carrió.
La cruz que vemos hoy fue construida de Caguairán, como la original de 1790La cruz que vemos hoy fue construida de Caguairán, como la original de 1790
La cruz que vemos hoy fue construida de Caguairán, como la original de 1790
Desde allí, la ciudad toda
La fe impulsa a los devotos hacia la cumbre para hacer cumplir sus promesas
Hasta nuestros días llega una tradición que es defendida por cada holguinero como fiel patrimonio
Quedan los pedidos y las promesas mediante ofrendas
 Constituye casi una visita obligatoria para el visitante
Constituye casi una visita obligatoria para el visitante
Ha sido declarada Monumento Histórico Arqueológico Colonial de la nación cubana
Ha sido declarada Monumento Histórico Arqueológico Colonial de la nación cubana

Texto y fotos: Lisandra Díaz Padrón

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