La Virgen de la Caridad: fiesta, espíritu, cubanía

¿Qué se le pide a la Virgen de la Caridad de El Cobre?  Que interceda por la salud o ayude en los entuertos del amor, que proteja un viaje anhelado, que de fuerzas para el dolor o para ganar una competencia, que aclare la mente. Que haga el milagro.

En la sala de exvotos del Santuario, en el poblado de El Cobre, hay de todo: medallas olímpicas, cálculos renales, tierra, cabello, maquetas, zapatos, partituras, títulos universitarios, cadenas, prótesis. Una vela siempre encendida.

En esa propia sala se exhibió –hasta que fuera robado, recuperado y resguardado–  el medallón que acredita el Premio Nobel de Literatura (1954) del novelista norteamericano Ernest Hemingway.

Hace muy poco se entronizó la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre en los Jardines Vaticanos, y la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos declaró el  8 de septiembre como Solemnidad.

Pero, mucho antes, siglos antes, el culto a Cachita —como se le conoce familiarmente― se forjó en el corazón del pueblo. Nada  ha podido socavarlo. Y cada 8 de septiembre, la Fiesta de la Virgen es celebrada con misas  y procesiones.

Creyentes de vieja data y de reciente filiación, cubanos de todas las razas y edades. Curiosos, y hasta los que dicen…  no creer en nada, parten de diferentes puntos de la ciudad de Santiago de Cuba hacia El Cobre. La carretera es un hervidero.

En medio de rezos y cánticos, la nutrida caravana vence la veintena de kilómetros como si nada. Júbilo, cuando el Santuario asoma en medio de las montañas. Las velas y los girasoles se aprietan en las manos. Los vendedores de imágenes y de piedras hacen su agosto.

Ya en el Santuario, la Virgen es llevada en un palanquín alrededor del lugar. Todos quieren verla, aproximarse. Hay lágrimas. Un pueblo va detrás, cada quien pide lo suyo. La misa se abre luego como esperanza.

A los pies de la Virgen

La construcción actual fue inaugurada el 8 de septiembre de 1927, y su escalinata, dos años después: por ella subieron muchos de rodillas.En 1977, el Papa Pablo VI eleva el Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre a la dignidad de Basílica.

Emplaza en una elevación dominante, es un templo de tres naves, con fachada principal simétrica y su cuerpo central rematado por una cúpula.

Posee un amplio atrio y en el piso superior se encuentra el Altar Mayor de mármol de Carrara, donde se venera a la Virgen, imagen pequeña de rostro mestizo, posiblemente de pasta de maíz. Es el Sancta Sanctorum de Cuba.
En los albores de 1600, la Virgen se le apareció a los hermanos indios Juan y Rodrigo de Hoyos, y a un negrito de nueve o diez años, Juan Moreno. Ellos pasarán a la posteridad como  “Los tres Juanes”. Este último declara ya octogenario:

“(…). estando una mañana la mar calma salieron de dicho cayo Francés antes de salir el sol, los dichos Juan y Rodrigo de Hoyos y este declarante, embarcados en una canoa para la dicha salina, y apartados de dicho cayo Francés vieron una cosa blanca sobre la espuma del agua (…) acercándose más, les pareció pájaro y ramas secas.

“(…) reconocieron y vieron la imagen de Nuestra Señora la Virgen Santísima con un Niño Jesús en los brazos sobre una tablita pequeña, y en dicha tablita unas letras grandes las cuales leyó dicho Rodrigo de Hoyos, y decían: “Yo soy la Virgen de la Caridad”, y siendo sus vestiduras de ropaje, se admiraron que no estaban mojadas”.
Ante su imagen se leyó en 1801 la Cédula de Libertad a los esclavos de las minas, ocho décadas antes que la abolición oficial en toda la Isla. Después de la guerra de independencia, los veteranos pidieron al Papa que declarase a la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba.

El 10 de mayo de 1916, Benedicto XV la declara Patrona Principal de la República de Cuba y fijó su festividad el 8 de Septiembre. En 1936, la imagen es coronada en la Alameda Michaelsen. Fue reconfirmada como Reina y Patrona de Cuba, durante la visita del Papa Juan Pablo II a Santiago de Cuba, el 24 de enero de 1998.

Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, presentó armas a sus pies, en 1868, año de inicio de la guerra independentista contra España. En 1898, Agustín Cebreco, por mandato del general Calixto García, conmemora con el Ejército, el triunfo de Cuba contra España, la llamada Misa de Cuba Libre.

Millares de historias personales y sociales están ligadas a la Virgen de la Caridad de El Cobre, más allá del 8 de septiembre. Muchos se hincan ante su imagen. Ella está disponible para escuchar. Ella es fiesta, espíritu y cubanía.

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