Softwares cubanos serán utilizados en el proceso de consulta popular sobre el Código de las Familias

Los dos programas informáticos desarrollados por la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) y la Empresa para el Desarrollo de Aplicaciones, Tecnologías y Sistemas DATYS, ya fueron probados con "resultados satisfactorios" en pruebas pilotos. Para los próximos 27 y 28 de enero está prevista una prueba dinámica de la consulta.

Celebración familiar en Cuba. Foto: Kaloian.

Celebración familiar en Cuba. Foto: Kaloian.

Dos softwares y una aplicación diseñados por entidades cubanas serán utilizados durante el proceso de consulta popular que se realizará entre los meses de febrero y abril, como paso previo a la posible aprobación del Proyecto del nuevo Código de las Familias.

Se trata de los sistemas informáticos XISCOP y GEMA-CEN, creados por la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) y la Empresa para el Desarrollo de Aplicaciones, Tecnologías y Sistemas DATYS, respectivamente, de acuerdo con un despacho de la Agencia Cubana de Noticias (ACN), que no brinda detalles sobre sus funciones.

Según comentó este martes en conferencia de prensa Alina Balseiro Gutiérrez, presidenta del Consejo Electoral Nacional (CEN), con ambos ambos programas se han realizado pruebas pilotos con “resultados satisfactorios”. La funcionaria anunció, además, que la UCI desarrolló también la aplicación Consulta Popular, que contribuirá a “la preparación de los electores, previa participación en sus puntos de reunión”, indica el reporte.

Estas novedades tecnológicas serán nuevamente calibradas durante los días 27 y 28 de enero, cuando se realice una prueba dinámica de la consulta con la participación de comisiones electorales de circunscripción, seleccionadas previamente en los municipios.

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Balceiro Gutiérrez, citada por la ACN, aseguró que “están creadas las condiciones” para celebrar la consulta, y explicó que hasta la fecha se han establecido más de 78 mil puntos de reunión en el país, a razón de 150 electores como promedio.

Además, detalló que se constituyeron 12 513 comisiones electorales de circunscripción y 109 especiales de las de las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), estas últimas establecidas en oficinas consulares y embajadas cubanas radicadas fuera del país, las cuales desarrollarán la consulta en el mes de marzo.

La titular del CEN puntualizó que en la organización de la consulta popular del Proyecto del Código de las Familias, en su versión 24, deben participar alrededor de 900 000 personas, y entre ellas destacó la identificación de cerca de 1 500 supervisores y más de 27 mil colaboradores en todo el territorio nacional, quienes tendrán la misión de “garantizar la transparencia y el control” en este ejercicio de participación ciudadana.

La funcionaria ratificó que del 23 al 26 de enero tendrá lugar una reunión nacional, con la participación de representantes de los diferentes territorios, en la que se comprobarán las condiciones para declarar a la Isla lista para celebrar las reuniones de consulta a partir de febrero.

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Apunta la información de la ACN que la culminación del proceso de entrega de las propuestas a la Asamblea Nacional para su procesamiento y consolidación se prevé en mayo, y antes se harán dos cortes informativos.

Por su parte, el CEN ha indicado a las autoridades electorales de cada territorio adoptar “todas las medidas correspondientes” para realizar la consulta popular de forma segura, teniendo en cuenta la situación epidemiológica que enfrenta Cuba debido a la COVID-19.

El Código de las Familias es, entre las 70 normas jurídicas que deben aprobarse o actualizarse a raíz de la nueva Constitución, el único que debe ser sometido a referendo popular antes de convertirse en ley. Esta cuestión provocó inconformidad de personas y sectores en la Isla como la comunidad LGBTI, en desacuerdo con que los derechos de grupos minoritarios dentro de la sociedad tengan que ser refrendados por la mayoría de la población del país.

Mientras, otros sectores, sobre todo ligados a prácticas y creencias religiosas, se oponen a que la nueva propuesta se convierta en ley, toda vez que abriría la puerta a una futura aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo, al no definir en su letra una composición única de la familia cubana.

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