Una avenida de Bélgica en La Habana

Sumatoria de las céntricas y concurridas calles Monserrate y Egido, esta es una de las vías más antiguas y, a la vez, principales de la Habana Vieja, de lo que fue la añeja ciudad intramuros del período colonial y es hoy el cuerpo palpitante del centro histórico.

La Avenida de Bélgica, en el tramo conocido como calle Monserrate, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.

La Avenida de Bélgica, en el tramo conocido como calle Monserrate, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.

Pocas calles tiene La Habana como Monserrate. O en realidad, como la Avenida de Bélgica, que es su nombre oficial desde 1918 y que, como curiosidad, se extiende también a la calle Egido, que sigue o antecede a Monserrate, según sea el punto de vista desde el que ambas se vean. 

Estas calles, que son una y dos y hasta tres —porque al tramo que corre próximo al antiguo Palacio Presidencial se le llama Avenida de las Misiones—, conforman una de las vías más antiguas y, a la vez, principales de la Habana Vieja, de lo que fue la añeja ciudad intramuros del período colonial y es hoy el cuerpo palpitante del centro histórico habanero.

Museo Nacional de la Música (detrás) en el comienzo de la calle Monserrate, en La Habana, en el tramo de la Avenida de las Misiones. Foto: Otmaro Rodríguez.
Estatua ecuestre de José Martí, en la Plaza 13 de marzo, en el entorno de la calle Monserrate, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Antiguo Palacio Presidencial, hoy Museo de la Revolución, en el entorno de la calle Monserrate, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Calle Monserrate, en La Habana. Detrás, la Iglesia del Santo Ángel Custodio. Foto: Otmaro Rodríguez.
Edificio de arte cubano del Museo Nacional de Bellas Artes, en el entorno de la calle Monserrate, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Sede de la Asociación Canaria, en la calle Monserrate, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Cine Actualidades, en la calle Monserrate, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Edificio de arte universal del Museo Nacional de Bellas Artes, en el entorno de la calle Monserrate, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Gran Hotel Manzana Kempinski, en el entorno de la calle Monserrate, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.

Esta arteria, que no es belga y sí muy cubana, se extiende desde la Avenida del Puerto, en las inmediaciones de la estación de ferrocarriles, hasta el monumento del mayor general Máximo Gómez, en el otro extremo de la vía portuaria, frente al canal de entrada a la bahía. Aunque, en propiedad, como Avenida de Bélgica su límite está a la altura de la calle Colón. 

No es una calle recta, como sí lo son otras de la antigua Habana, sino que describe una curva que multiplica sus metros y le ofrece una peculiar fisonomía, con zonas bien identificadas. No tiene, sin embargo, una fractura radical entre sus tramos, cuyos límites, quizá otrora más claros, se difuminan hoy en la cotidianidad habanera. 

Plazuela de Albear, en la calle Monserrate, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
El célebre Bar Floridita, cerrado por la pandemia, en la calle Monserrate, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Restaurante Castillo de Farnés, en la calle Monserrate, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Antiguo Hotel Monserrate, en la calle Monserrate, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Calle Monserrate, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Calle Monserrate, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Calle Monserrate, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Calle Monserrate, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Calle Monserrate, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Calle Monserrate, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.

Monserrate, que comienza al norte, toma su nombre de la ermita de Monserrate, fundada a finales del siglo XVII, y corre hasta la calle Muralla. Justo allí comienza Egido, que sigue rumbo sur, hacia la estación de ferrocarril y la calle Desamparados, y se extiende siguiendo el recorrido de la muralla que protegía la ciudad colonial. Su nombre se debe, precisamente, a que los terrenos fronterizos a la fortaleza se llamaban “ejidos”, que es como se conocen los terrenos comunales a las afueras de una población.

Pero más allá de nombres y límites, lo cierto es que la Avenida de Bélgica, sumatoria de Egido y Monserrate, reúne varios sitios y edificios emblemáticos de la capital cubana. Basta una simple caminata para comprobarlo.

Edificio Bacardí (detrás), en la calle Monserrate, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Edificio Bacardí (detrás), en la calle Monserrate, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.

Allí están las dos sedes del Museo Nacional de Bellas Artes, tanto la de arte cubano como la de arte universal, y, un poco antes, el antiguo Palacio Presidencial, hoy Museo de la Revolución. También en ella se levanta el que para muchos es el máximo exponente del Art-Decó en La Habana: el edificio Bacardí, así como el moderno Gran Hotel Manzana Kempinski —que ocupa la que durante mucho tiempo fue conocida como la Manzana de Gómez—, la plazuela de Albear —en honor al ingeniero Francisco de Albear y Lara—, y el mundialmente célebre Bar Floridita, en la esquina de Monserrate y Obispo, adonde Ernest Hemingway iba a degustar el mejor daiquirí del mundo.

Ya en Egido resalta el Palacio de las Ursulinas que, como otros edificios de la zona, reclama a viva voz una restauración que preserve su singular arquitectura, y también la majestuosa Estación Central de Ferrocarriles, hoy en restauración y heredera de la construida allá por 1912. En esta calle pueden verse también partes de la antigua muralla colonial, vestigios de una época remota que, no obstante, se resisten a desaparecer. Siglos después, sus recios muros permanecen allí, aun en medio de la cosmopolita contemporaneidad, como testigos del indetenible paso del tiempo por La Habana. 

Palacio de las Ursulinas en la calle Egido, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Calle Egido, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Calle Egido, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Calle Egido, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Calle Egido, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Restaurante Baturro en la calle Egido, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Casa natal de José Martí, en la calle de Paula, en el entorno de la calle Egido, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Calle Egido, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Estación Central de Ferrocarriles, en el entorno de la calle Egido, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Calle Egido, o Avenida de Bélgica, en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez.
Parte de la antigua muralla de La Habana, en la calle Egido, o Avenida de Bélgica. Foto: Otmaro Rodríguez.
Parte de la antigua muralla de La Habana, en la calle Egido, o Avenida de Bélgica. Foto: Otmaro Rodríguez.
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