Una invitación a soñar

El próximo 10 de abril se estrena en La Habana Y sin embargo, la ópera prima de Rudy Mora. Dos días después llegará a las salas de cine del país. Todo indica que el filme será un éxito. Rudy Mora eligió un excelente reparto de actores para su obra y contó una historia sobre los sueños y perspectivas de los niños cubanos.

El debut de este director en el cine provoca inquietud. Sus anteriores trabajos televisivos  se caracterizan por una experimentación en los códigos del lenguaje audiovisual; pero esta vez Rudy dice haber preferido “un lenguaje tradicional, digamos que un A, B, C de manera contemporánea que busque atmósferas atractivas, coloridas y plásticamente hermosas”.

“Con la película pretendo hablarle a un espectro amplio de públicos y para eso me fue necesario un lenguaje reconocible y aceptado por la mayoría. Creí prudente asumir una propuesta visual más cerca a lo clásico aunque con algunos visos de modernidad”.

“El tema coincide con una de mis preocupaciones aunque lo haya expuesto desde la perspectiva de los niños. Tanto el filme como la obra de teatro que dirigió Carlos Alberto Cremata con La Colmenita, invitan a que se haga lo que yo pretendo todos los días…soñar.

Y sin embargo es tu primera película, ¿podrías comentarnos la experiencia del proceso?.

“Todos los rodajes en cualquier medio suelen ser complicados, agotadores y riesgosos pero también estimulantes y hasta divertidos. Este no se apartó de esos presupuestos y se le sumó la urgencia porque contábamos con muy poco tiempo. Necesité redoblar esfuerzos pero tuve un buen staff, grandes actores y niños talentosos e inteligentes. Qué más podía pedir”.

Si revisamos las más recientes películas del cine cubano notamos cierta inclinación a la adaptación de piezas teatrales. ¿En tu caso fue solo cuestión de azar?.

“No lo sé, tal vez sea el azar o existan otras causas no tan evidentes, pero pudiera ser la necesidad de saldar deudas con la dramaturgia teatral. De cualquier manera no creo desafortunada la tendencia”.

Silvio Rodríguez además de hacer la música, trabajó como actor para tu película…

“Canciones de Silvio formaban parte de la puesta teatral y me pareció bien respetar la idea. Preparando el filme cambié algunas y contextualizarlas más en función de los nuevos caminos que tomaría el argumento. Su presencia como actor es mi secreto homenaje a lo que significa su música para muchas generaciones en Cuba y fuera de ella”.

Y sobre el resto del elenco con el que trabajaste…

“Con Eslinda Núñez trabajé en Doble Juego y en La otra cara de la luna, dos de mis series para la televisión, desde entonces siempre pienso en ella, necesito de su talento y calidad humana… Trabajar con Manuel Porto es un lujo, supe de su grandeza con su participación en Diana, otra de mis series, y sin dudas debía estar en el filme. Fue casi una sorpresa  contar con Larisa Vega, nos entendemos muy bien  y además nos divertirnos mucho. Con Laura de la Uz es la primera vez que trabajo  y seguro se repetirá, igual sucede con Osvaldo Doimeadiós, Fernando Hechavarría y Raúl Pomares que son mis amigos y  están entre mis actores preferidos. La película tiene las últimas imágenes fílmicas de la gran Adria Santana, sus dos pequeñas escenas están llenas de esplendor”. 

Dices que Y sin embargo no está contextualizada específicamente en nuestro país, pero cuál es su relación con Cuba y los cubanos.

“Todos los cubanos durante mucho tiempo hemos luchado por un sueño y lo seguimos haciendo, algunos de una manera y otros de otra. El filme no se ubica acá pero eso no quiere decir que mi interés fundamental no sea hablarle a Cuba y estimular a que se siga haciendo”.

Después de su estreno en La Habana, ¿cuál será el destino de la película?.

“Hay algunas propuestas para que asista a varios festivales internacionales. Por lo pronto pretendo hacer presentaciones en varias provincias y escuelas del país”.

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