Adiós a Daniel Torres, el hombre radio de Exclusivo de Rebelde

Foto: Cortesía del autor.

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No suelo escribir obituarios. Se me arruga el corazón cada vez que pierdo a un amigo y no son pocos, sobre todo los colegas que han sido mis maestros. Es también el caso de Daniel Torres, fallecido este domingo en Kendall, Miami. Icono del periodismo radiofónico contemporáneo, se convirtió en el referente para mi generación en la Cuba de los ochenta e inicios de los noventa.

Es un día triste para el periodismo cubano, escribí en Facebook minutos después de conocer la noticia de su muerte. Como hombre de radio conectado con el mundo de las redes sociales, encontré en esta plataforma la posibilidad más viable de hacer llegar tan triste noticia a los que siempre tuvimos en él a un amigo incondicional, primero en las emisoras cubanas en las que dejó su impronta, y luego en los medios de la Florida.

Daniel Torres se ganó el cariño y la admiración de todos por su especial manera de decir las noticias, y como comunicador que hizo historia en la radio y la televisión cubanas, tanto en Haciendo Radio y Exclusivo de Radio Rebelde como en su sección En Caliente, de la Revista de la Mañana, del Canal Tele Rebelde.

Exclusivo siguió los pasos de su pre­decesor Haciendo Radio, revista informativa concebida en 1984 por el periodista uruguayo Jorge Ibarra, que en su momento transformó radicalmente el modo de olfatear y narrar las noticias en Cuba.

Tuve el privilegio de trabajar junto Daniel Torres como titular del Móvil La Calle, de Exclusivo, programa que salió al aire por primera vez el 4 de julio de 1988 y con el que Daniel se ganó la mayor audiencia jamás conocida para un noticiario radiofónico.

Fue uno de mis grandes maestros y de él aprendí a hacer el periodismo que por esa época rompió la inercia de muchos años y pasó a ser reflejo de los más candentes temas de la actualidad cubana.

Amigo sincero, bonachón, cariñoso con todos a su alrededor y buen consejero, Daniel deja en todos nosotros, y en mí personalmente, una gran huella.

En mi libro, Nunca me fui, lo describo así: “El azar nos juntó en este noticiario estelar de la radio cubana, que a las 7:00 p.m. orientaba sus señales y voces propias hacia todo el país, rompiendo formatos y lenguajes aburridos. Aquel slogan de Daniel: ¡Sonríale a la vida para que la vida le sonría a usted! ya era una garantía del vínculo entre emisor y receptor del mensaje.”

Durante las dos últimas décadas, Daniel vivió primero en Ecuador y luego se radicó en Miami, desde donde continuó su carrera en varios medios, entre ellos su más reciente programa “En Contacto”, en MegaTV.

Foto: Cortesía del autor.
Foto: Cortesía del autor.

Los más cercanos a él estábamos alertas a los partes médicos con los que su esposa Anita nos mantenía informados.

Desde Miami, Perla Marina Alcober nos dejaba el consuelo: “Yo lo vi ayer y pude despedirme de él con un beso. Fue por mí y por ustedes”. Según Perla, “hacer un programa con él era toda una aventura”. Destaca la capacidad de Daniel para improvisar y desarrollar temas sin apenas información: “Eso lo presencié muchas veces, sobre todo en varios programas cortos, parecidos Entre líneas, que hicimos para Radio Progreso”. Alcober, como yo, entre otros colegas, fue testigo muchas veces de su sagacidad para los elementos esenciales en un hecho y su rapidez para el análisis.

Si hubo alguien indisolublemente ligado a Daniel fue el realizador Ismael Rensoli Sánchez, que ayer me dejó escrito un mensaje que lo resume todo, aunque él confiese “no ser Dios para palabras que definan cabalmente el calibre humano y profesional de quien para mi honor una vez me confesó amistad en una de las calles de Santiago de Cuba”. Después, dice,  “vinieron inolvidables días de alegrías profesionales y otras tristezas que compartimos junto a un envidiable grupo de profesionales de Radio Rebelde que tuvimos como oficio soñar todos los días con el mundo que queríamos ver y hacer una radio cada vez más parecida a nosotros, los cubanos de siempre, los de la bandera en el pecho y el son en la alegría”.

“¿Cuántas cuartillas quedaron sin escribir, cuántas palabras quedaron sin expresarse del periodismo cubano con la ausencia, ahora, de Daniel?, me pregunta Virginia María Piñeiro.  “Trabajar con él en Exclusivo fue más que un privilegio, fue la oportunidad de la vida, cuando nos enseñó el mejor periodismo que se ha hecho en Cuba… Aquel que rompió esquemas y barreras, que dejó la censura sin un sitio radial para abrirse a la verdad”.

Foto tomada en 2009 en Miami. De izquierda a derecha, su hija Ana Laura Torres, Daniel Torres, su esposa Ana Margarita Castro, y sus colegas María Elena Alonso (Poli), Camilo Egaña, Perla Marina Alcober, Roberto Cavada, Bobby Salamanca Jr., Daisy Ballmajó y Juan Carlos Roque, en un encuentro casual de colegas en Miami. Foto: Cortesía del autor.
Foto tomada en 2009 en Miami. De izquierda a derecha, su hija Ana Laura Torres, Daniel Torres, su esposa Ana Margarita Castro, y sus colegas María Elena Alonso (Poli), Camilo Egaña, Perla Marina Alcober, Roberto Cavada, Bobby Salamanca Jr., Daisy Ballmajó y Juan Carlos Roque, en un encuentro casual de colegas en Miami. Foto: Cortesía del autor.

Su discípulo Roberto Cavada, bautizado ahora como el “Hombre noticia” en República Dominicana, lo califica de ser de gran ingenio, versatilidad, cultura política y gran capacidad de comunicar. Daniel fue también su referente siempre: “De él “robe” varios de sus trucos y habilidades para comunicar. Me queda la satisfacción de dejarle algo a manera de homenaje. Mi tesis de graduación en la Universidad de La Habana la hice junto a otro gran amigo sobre Exclusivo de Rebelde. Un noticiero de talla extra. A Daniel la dedicamos”.

Impactados como yo están Carlos Santana, titular del móvil Cuba en el camino y Frank Díaz Donikian, encargado de la división Rastreo de radio internacional y todos los que fuimos sus admiradores.

“Los protagonistas de la generación que cambió la estética de la radio informativa cubana nos están diciendo adiós”, señala desde Chile el comunicador Álvaro de Álvarez. Como pocas veces se dice: “las palabras no se las lleva el viento”, si existen personas que, como Daniel Torres, supieron decirlas.

El dolor lo comparte también en su comentario Nora Rodríguez Calzadilla al afirmar que ha partido “un gran maestro de radialistas cubanos, periodista de oro, excelente ser humano”. De igual manera, Josefa Buzzi Rodríguez lo califica como “amigo de sus amigos, un colega excepcional y un profesional del periodismo para respetar y honrar. Me siento orgullosa de haber sido su amiga, su colega y su alumna”.

Desde España, el periodista y presentador Joaquín Mulén se confiesa también de aquellos muchachos que crecieron en la Radio Cubana teniéndolo como referencia, primero desde Holguín y luego en la propia Radio Rebelde: “Acuñó títulos, frases y maneras mientras encumbraba la noticia”.

Me dice Félix Fernando Garrido Pérez que Daniel empezaba cada día una vida nueva. Así, con ese espíritu lo conoció con apenas 22 años en el Noticiero Provincial de Radio de La Habana que sentó pautas en la forma casi cinematográfica de transmitir las noticias: “Luego me llamó para fundar el Exclusivo de Rebelde en julio de 1988, una idea suya que abrigó como siempre hacía ante un proyecto que le convenciera el increíble Juanito Hernández”. Así ha quedado todos estos años entre nosotros esa imagen sonriente característica de Daniel. Su estilo, su creatividad, sus ideas como hombre de radio, como el comunicador completo.

María Elena Alonso (Poli), otro de los pilares del equipo que construyó, no sabe ni quiere despedirse de Daniel: “Lo veo, lo mismo en un estudio de grabación que en una reunión de trabajo que un patio que en un bar, y siento su confianza, su crítica honesta y fuerte, su aliento, su amistad y, esa, su imborrable sonrisa ante cada reto que le plantó la vida.  Y yo sonrío también porque no quiero que me vea llorar. Y le digo chau Daniel, ojalá que por ahí nos encontremos… y que todo vuelva a repetirse”.

Primer Noticiero Exclusivo, emitido el 4 de julio de 1988.

Último Noticiero Exclusivo en el que Daniel Torres fue titular, emitido el 4 de enero de 1990.

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