Alfredo Sosabravo, productivo durante el distanciamiento social

El Fondo Cubano de Bienes Culturales informa que el pintor prepara desde ya una exposición con la que podría celebrar su 90 cumpleaños.

El pintor Alfredo Sosabravo cumplirá 90 años en octubre. Foto de Alain Gutiérrez, tomada de La Jiribilla.

El pintor y grabador cubano Alfredo Sosabravo aprovecha el distanciamiento social impuesto por la Covid-19 para terminar nuevas obras y celebrar con ellas en octubre venidero su noventa aniversario, según video compartido en Facebook por el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC).

El perfil del FCBC, una empresa del Ministerio de Cultura, informa que el también ceramista, “acogido a la máxima sanitaria de quedarse en casa, no ha puesto en cuarentena ni musas ni pinceles, y prepara desde ya la exposición con la que celebrará sus 90 cumpleaños”.

 

En tanto, de pie, pincel en mano, ante una de sus piezas de estética personal, dice el veterano creador: “Buenos días, ¿cómo están todos? Aquí, laborando mis cuadros para algún día hacer una exposición que René tiene planificada”.

En 2014, el FCBC había presentado la “carpeta Sosabravo”, una serie reproducciones a obras suyas que desde entonces han sido comercializadas en las galerías de la empresa distribuida por todas las provincias.

Sosabravo es Premio Nacional de Artes Plásticas desde 1997, cuando se convirtió en el quinto artista en merecer la distinción que había ido a manos de Raúl Corrales Fornos, Agustín Cárdenas, Rita Longa y Raúl Martínez.

Natural de Sagua la Grande, Villa Clara, los orígenes profesionales de Sosabravo se remontan a 1958, cuando realizó su primera exposición personal de óleos y dibujos, en la Sala Atelier de La Habana.

En sus inicios trabajó junto a Ángel Acosta León, de quien, según el perfil del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, aprendió la técnica del grabado en madera.

«Regresando de indochina», 1971, pieza de Alfredo Sosabravo tomada de la web del Museo Nacional de Bellas Artes, Cuba.

En los años sesenta comenzó a trabajar como profesor de dibujo y grabado en la Escuela Nacional de Instructores de Arte (ENIA).

En 1967 realizó una importante exposición personal de óleos y cerámicas en la Galería de La Habana y comenzó a participar en notables eventos internacionales, actividades que se hicieron frecuentes en él desde entonces.

La mayor pieza escultórica realizada por el artista hasta ese momento es su Carro de la Revolución, emplaza en el entresuelo del hotel Habana Libre.

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