El único mariposario de Cuba

Foto: Potter

Foto: Potter

Cuando comenzó la restauración del parque de educación ambiental Quinta de los Molinos, surgió la idea de crear condiciones para reproducir mariposas en cautiverio. Eligieron las comunes pues no tenían conocimiento suficiente para aventurarse con endémicas o en peligro de extinción.

El único mariposario del país está en ese lugar y pertene a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.

El biólogo Roberto Rodríguez recoge larvas y huevecillos para cuidar su evolución en un cuarto de cría o laboratorio. Dentro del mariposario mantiene una planta de muestra para que los visitantes puedan conocer las fases del ciclo natural de vida.

Las lepidópteras necesitan plantas de néctar con flores pequeñas que les permitan libar y otras hospederas para procrear. Según la especie viven en etapa adulta entre 15 días y dos meses.

Ranas, lagartijas, arañas y hormigas las afectan, por lo que los cuidados son casi extremos. Riegan el jardín por aspersión entre diez y quince minutos cada día, lo barren y resiembran cuantas veces lo requiera la salud de la vegetación.

Ellas se benefician con la energía solar para secar y endurecer sus alas.

Sus guardianes han llegado a tener ocho especies revoloteando por allí. Las fumigaciones, el desconocimiento de quienes las confunden con gusanos y el uso de plantas exóticas en la jardinería impiden que en el paisaje cubano se vean más.

Salir de la versión móvil