Turn up de radio, que canta Sweet Lizzy Project

Sweet Lizzy Project. Foto: Página de Facebook de la banda.

Sweet Lizzy Project. Foto: Página de Facebook de la banda.

“Súbeme la radio”, el sonado tema musical de Descemer Bueno y Enrique Iglesias, se popularizó en Cuba también en una melodiosa versión en inglés. Sonaba más suave, sin el ritmo de la original, pero era igual de pegajosa y ya tiene más de 35,000 visitas en YouTube. La banda cubana Sweet Lizzy Project fue quien interpretó aquel éxito, traducido como “Turn up the radio”.
A Lisset Díaz (Lizzy), la singular voz de la banda, la apasionaban las ciencias y quería estudiar Física Nuclear, pero finalmente optó por Bioquímica, carrera que estudió en la Universidad de La Habana.
Sus primeros pasos en el mundo de la música fueron un pasatiempo sin grandes pretensiones, hasta que la primera de sus producciones fue nominada al Premio Cubadisco 2013, en las categorías Pop Fusión y Ópera Prima. Y desde entonces, la carrera musical de Lizzy la mantiene ocupada todo el tiempo.
SWEET LIZZY PROJECT - "Turn up the radio" - Official Music Video
Sweet Lizzy Project se enfoca en la música indie, el pop rock y el rock and roll, pero recientemente han compuesto temas menos acústicos, con un toque más country que incluye elementos de trap.
Después de cuatro años, Lizzy cree que reconsideraría su decisión de lanzarse a la música con el rock como carta de presentación, si la oportunidad se le presentara nuevamente.
“En aquella época no trabajaba para un público y la música era un hobby para mí. Después me di cuenta de que elegí el camino más difícil. Hacer rock en Cuba no es fácil, aunque tiene su público. A veces se piensan que el rock and roll en este país funciona a base de covers y no es así. Hay obras propias muy buenas. Sin embargo, no tenemos suficientes espacios. El nombre que elegí para el grupo no es fácil de pronunciar, y para colmo cantamos fundamentalmente en inglés. ¡Pero yo soy muy obstinada!”, dice.
A pesar de su ritmo, no suenan como una típica banda estadounidense o inglesa, y el tempo de sus composiciones tiene una marca muy cubana. Aun así, Lizzy asegura que las disqueras cubanas no se han interesado en su música y tienden a priorizar otros géneros, como la salsa o la timba.

Sweet Lizzy Project. Foto: Página de Facebook de la banda.
Sweet Lizzy Project. Foto: Página de Facebook de la banda.

En Cuba, entiende Lisset, no existe una disquera especializada en música alternativa, a pesar de que hay mucho talento y personas que se inclinan por esta vertiente.
“Por ejemplo, nosotros terminamos el disco Technicolor a principios de 2017 y la EGREM nos dio respuesta hace muy poco”, explica.
Como demoraron en contestarle, ellos decidieron producir otro CD con Monomundo Recording –disquera estadounidense radicada en Nashville, Tennessee. Su presidente es Raúl Malo, cantante de la banda The Mavericks que filmó recientemente en Cuba el documental Havana Time Machine.

Covers en el rock cubano: el imperio de la nostalgia


Esta nueva producción debe estar lista a principios de 2018. Su lanzamiento en Estados Unidos se prevé para la primavera, y luego se hará en Cuba.
“Queremos hacer la presentación aquí con Frank Fernández, con quien hemos compartido escenario y nos parece una persona exquisita, agradable, con un arsenal de historias personales y profesionales”, cuenta Lizzy.
La banda potencia actualmente el sello discográfico independiente BandEra Studio, con la intención de especializarlo en el rock and roll cubano.
“Estamos negociando con el Instituto Cubano de la Música porque queremos institucionalizarlo. Miguel Comas y Wilfredo Valdés son los productores musicales; y Alejandro Menéndez, un cineasta que hace muy buena música es el director ejecutivo”, dice Lizzy.

Sweet Lizzy Project. Foto: Página de Facebook de la banda.

Para la rockera, los lugares para presentarse están limitados, pues centros nocturnos como El submarino amarillo, defienden el rock and roll, pero en este caso los artistas no pueden interpretar temas propios, porque es parte de la política de la institución. Y Sweet Lizzy Project compone sus propias canciones.
“Hay lugares alternativos, como la Fábrica de Arte, la Casa de la Música de Plaza, el teatro Bertold Brecht, pero son lugares que no se dedican exclusivamente a este género. El Maxim Rock estaba arreglándose, pero creo que ya se ha superado el tiempo previsto de reparación”, dice.
“Podemos gustar o no, pero hacemos nuestra música con mucha energía, buen gusto y calidad. Querríamos hacer una gira nacional para que nos conozcan más en el país. Teníamos pensado asistir a la pasada Fiesta de la Cultura Iberoamericana, en Holguín, pero a última hora no apareció una guagua”, cuenta Lizzy.

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