Una alternativa novedosa para recuperar el edificio López Serrano

En la esquina de L y 13 del Vedado habanero, llama la atención una sui géneris edificación que guarda ciertas similitudes con el rascacielos neoyorquino Empire State. Me refiero al edificio López Serrano, construido en 1932 por la firma Mira y Rosich, con un total de 78 apartamentos. El hermano menor del Empire State, se asemeja mucho a él en su diseño, pero solo cuenta con diez pisos y cuatro más en la torre. Es uno de los edificios representativos del estilo Art Decó en Cuba.

Como en las últimas décadas no ha sido objeto de ningún tipo de remozamiento, el paso de los años comienza a hacerse ostensible en él. Aunque de lejos, el que fuera considerado durante un tiempo como el edificio más alto del país, conserva su imagen de prestancia con su estructura de acero, basta hacer un close up con para apreciar la destrucción de algunos de sus elementos decorativos así como el estado en que se encuentran ventanas y balcones.

Bajo el título de López Serrano Salvarte… se trabaja desde octubre de 2014 en un proyecto de rehabilitación socio-económico-cultural, con participación ciudadana, en este edificio residencial de alto valor patrimonial.

Esta propuesta, en fase de desarrollo, fue presentada como trabajo de clases por un grupo de estudiantes de la Facultad de Arquitectura del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echevarría liderados por el profesor y arquitecto Juan García Prieto.

Para su ejecución se contará con los saberes de la Empresa de Proyectos Diseño Ciudad Habana (DCH) y, en especial del arquitecto Félix Torres. Asimismo, en el proyecto se involucrará el Poder Popular, la Unidad Provincial Inversionista de la Vivienda (UPIV) y el Partido Provincial.

El gobierno de la provincia ha fijado un presupuesto inicial de millones de pesos para iniciar las labores de restauración pero será necesario mucho más dinero porque se requiere de brigadas y equipos especializados integrados por ingenieros hidráulicos, automáticos, eléctricos, entre otros, para devolverle el esplendor al inmueble. Entre los propósitos está que luego del remozamiento el vestíbulo quede lo más parecido posible a como lucía cuando fue inaugurada la edificación.

 La fuerza de la imagen

Durante la realización del XII Congreso Mundial de Art Decó –celebrado entre el 14 y el 21 de marzo del 2013 en La Habana– se proyectó en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) el documental Deconstrucción de la realizadora Sara Vega González.

La proyección tuvo lugar además dentro de la jornada por el día del arquitecto cubano y contó con una masiva participación de los vecinos del edificio López Serrano. Ambos hechos sirvieron de detonante para que se volcara la mirada hacia este gran exponente del Art Decó. En exclusiva para OnCuba, el arquitecto Juan García Prieto ofreció detalles sobre el proyecto para restaurar el edificio López Serrano:

Juan García Prieto / Foto: Andrés Santos
Juan García Prieto / Foto: Andrés Santos

“Al finalizar la proyección uno de los vecinos pidió la palabra y dijo que si seguían esperando por un presupuesto para restaurar el edificio se les iba a caer encima y sugirió que los inquilinos del inmueble unieran fuerzas y recursos en aras de lograr el objetivo común. Escuchamos sus planteamientos y prometimos brindarles una ayuda, que se pudo canalizar a través de la práctica social de los estudiantes de arquitectura.

“Así, diez estudiantes vinieron conmigo para el López Serrano. Aquí nos sumamos a la voluntad de los moradores de querer salvar su edificio. Empezamos a conocer y valorar los problemas y al cierre de las dos semanas de práctica social nos vinculamos a la empresa DCH.

“Lázara Mercedes López Acea, Primera Secretaria del Comité Provincial del Partido en La Habana y Vicepresidenta del Consejo de Estado y de Ministros, planteó que existía un interés por parte del gobierno en rescatar este edificio. Se volvió a proyectar el documental. Ya lo habían visto las altas instancias del país porque con anterioridad, su realizadora, envió varias copias al Comité Central del Partido. La fuerza de la imagen movió todos esos resortes”.

¿Qué antecedentes tuvieron para introducir el tema de la participación ciudadana en el proyecto de rehabilitación del edificio?

Uno de los antecedentes fundamentales fue el artículo titulado La Habana ¿Una ecuación imposible?, del sociólogo Carlos García Pleyán quien plantea que: «Hay que repensar la relación entre la administración y los ciudadanos e introducir la planificación y el presupuesto participativos.»

La propuesta concreta que hicimos fue incorporar nuevos usos en las áreas públicas y privadas del edificio para generar financiamientos y la explotación turística de los valores histórico-culturales del inmueble como otra fuente de ingresos. En ese sentido, se planteó la posibilidad de utilizar las azoteas como miradores, cobrarles las entradas a los turistas y esas utilidades emplearlas en el rescate del edificio y en mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Para ello es imprescindible declarar el inmueble como Monumento y así insertarlo en el programa de Recorrido Turístico-Cultural (Ruta HabanaDeco). No se puede olvidar tampoco el valor histórico del inmueble donde se fundó el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) en el apartamento de Eduardo Chibás y donde han residido grandes personalidades de la cultura cubana”.

 ¿En qué estado se encuentra el proyecto?

Luego de que Lázara Mercedes López Acea conoció nuestra propuesta nos dijo que le parecía bien pero que debíamos ver cómo organizar esta experiencia piloto para luego extenderla a otros edificios.

Cuando los alumnos comenzaron el quinto año, logramos que el proyecto se aprobara como taller final de la asignatura de diseño bajo el título de Rehabilitación integral, con presupuesto participativo del edificio. Trabajamos un semestre completo en el proyecto, al que se unieron finalmente 22 estudiantes.

Uno de los locales del vestíbulo se habilitó como aula para hacer los levantamientos y conocer todas la necesidades de rehabilitación entre las que se encuentran los sistemas hidráulicos y eléctricos, las puertas y ventanas del inmueble, los elementos estéticos y ambientales del Art Decó. Los estudiantes encontraron los planos originales en el Archivo Nacional de Cuba. Toda la información se procesó minuciosamente, algo que fue reconocido por la empresa DCH.

¿Considera que esta labor ha contribuido a elevar el sentido de pertenencia de los moradores del edifico?

Después de presentado el proyecto se logró reestructurar la junta de vecinos con una representación de jóvenes y un reglamento interno. Ellos se están encargando de inscribir el edificio en el Registro de la Propiedad para solicitar asesoramiento legal en aras de implementar las nuevas medidas de financiamiento a partir de la Política de Edificios de Administración Propia, Resolución 4-91 del Instituto Nacional de la Vivienda. Este Reglamento de Edificios Multifamiliares ampara a la junta de vecinos para crear una cuenta común en el banco.

Los vecinos tienen muchas ideas para el cambio de uso y el alquiler de locales: hacer gimnasios, peluquería, cafeterías, restaurantes, recuperar las tiendas de la planta baja, un museo de la historia tangible e intangible del edificio con maquetas, fotos y recuperar el apartamento del líder Eduardo Chibás. A partir de los resultados de esta experiencia, pensamos hacer otro proyecto de participación ciudadana, con los estudiantes de arquitectura, en un barrio desfavorecido de la capital.

Foto: Andrés Santos
Foto: Andrés Santos
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