Brutal Fest: Rockeando por toda Cuba

Durante diez días el sonido de las guitarras eléctricas, las baterías y las voces de las mejores bandas de rock cubanas salieron de su escenario habitual en el capitalino Maxim Rock para inundar toda la Isla, reuniendo a su paso a miles de amantes del hardcore/metal.

Las agrupaciones Combat Noise, Escape, Tendencia, Chlover, Narbeleth, Cry Out For, Konflit y Mortuory, entre otras, se presentaron en plazas de Pinar del Río, Santa Clara, Camagüey y Holguín, llevando a esas regiones lo más novedoso de su trabajo, pero también los clásicos de siempre.

La cuarta edición del Brutal Fest Metal ha servido para mostrar el buen momento que vive el género en Cuba. Hecho que se evidenciará también en el Maxim Rock este domingo, cuando todas las bandas extranjeras participantes en el evento, cierren las puertas del Festival hasta el próximo año.

En esta ocasión acompañan a los artistas del patio, agrupaciones de seis países: Inhumate, de Francia, Colemesis, de Costa Rica, Pariso, de Inglaterra, Elizabeth, de Suiza, Daggers, de Bélgica, y She´s Still Death, de Estados Unidos; en su mayoría cultivadoras del heavy metal, trash, black y death metal.

Así esta edición del Festival, organizado por el sello Brutal Beatdown Records con la colaboración de la Agencia Cubana del Rock, mantiene y amplía la presencia de alineaciones foráneas, lo que posibilita la oportunidad de intercambios entre bandas cubanas y extranjeras.

El Brutal Fest, único que se desarrolla en la Isla con carácter internacional, es un momento muy esperado por quienes prefieren el género, desde que en su primera edición, en 2008, reuniera a seis mil aficionados en el Salón Rosado de la Tropical en La Habana, considerado como la meca de la salsa en Cuba. Este momento de gran auge del rock de la Isla es el fruto del esfuerzo de los artistas y de los que desde un comienzo apoyaron las vertientes más duras de la música rock en Cuba.

La desacertada implementación de las políticas culturales llevada a cabo después de 1959 limitó y dificultó la creación y el consumo del rock, prejuicios fundamentados en el país de origen del género y el idioma predominante en esas producciones.

Durante las décadas del ‘60 al ‘80, el rock hecho en Cuba atravesó etapas de copia fiel a las producciones foráneas, pero también hubo una reapropiación que posibilitaría luego el panorama amplio y cualitativamente diverso que se observa hoy.

En los noventa resurgió un movimiento creativo que aglutinó a diversas agrupaciones. Desde entonces, han crecido las producciones originales. Al mismo tiempo se han diversificado los estilos: rock experimental, alternativo, progresivo, rock pop, fusión, punk, rock acústico y, con mayor énfasis, heavy metal.
Aunque poco a poco y venciendo diversas limitaciones, el rock se ha ido formando un espacio dentro del panorama musical cubano y, al parecer, ha llegado para quedarse.

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