Carlos Ever Fonseca, la actuación en primer plano

Buscar personajes que lo conmuevan lo ha llevado a hacer y deshacer maletas muchas veces.

Carlos Ever Fonseca. Foto: Cortesía del entrevistado.

Carlos Ever Fonseca ha sabido encontrar un equilibrio en su carrera que le ha permitido combinar las grandes pasiones de su vida: las artes plásticas y la actuación.

Aunque creció entre las pinturas y lienzos de su padre, Ever Fonseca, Premio Nacional de Artes Plásticas 2012, necesitaba experimentar qué se sentía encima de un escenario, y la interpretación acabó siendo lo que es hoy: una forma de entender su vida.

Buscar personajes que lo conmuevan lo ha llevado a hacer y deshacer maletas muchas veces; y justamente esa condición de trotamundos le ha servido para crear lazos con los ambientes artísticos en los que le ha tocado estar.

¿Cuándo comienza tu inquietud por el arte?

Desde que tuve uso de razón me interesé por el arte, en especial las artes plásticas. Crecer al lado de un gran maestro de las Artes plásticas es un gran privilegio. Siempre me interesó crear, y empecé dibujando.

El interés por la actuación surgió después. Pensé que si me refugiaba detrás de un personaje podría esconder mi timidez y liberarme de mis complejos.

En un principio parecía tener sentido, pero luego se complicó todo cuando la actuación se convirtió en mi profesión. Es una carrera muy compleja, de constante estudio e investigación en todas las áreas del comportamiento humano.

Provienes de una familia con una sensibilidad especial para el arte. ¿Eso te marca a la hora de dedicarse al mundo de la actuación?

Pienso que la sensibilidad para el arte no se hereda. Es una condición intrínseca en cada cual. Uno debe estudiar o ejercer la profesión que más placer le brinde sin importar el linaje. Hijo de gato no tiene necesariamente que cazar ratón.

En mi caso particular me aportó muchísimo haber sido criado bajo los conceptos estéticos más puros del arte. Marcaron mi vida no sólo para la actuación, sino para mi percepción general del mundo.

Carlos Ever Fonseca. Foto: Cortesía del entrevistado.

Te has movido principalmente entre el cine y la televisión. ¿Qué destacarías de cada uno de estos medios?

El cine y la televisión son medios muy distintos. Podría estar hablando de ambos durante horas. Personalmente prefiero trabajar en la pantalla grande.

Creo que el arte cinematográfico brinda mayor libertad a la creación. Pienso que un realizador, un actor o una actriz siempre buscan consagrarse con una película.

¿Además de actor eres artista 3D y postproductor? ¿Cómo surge tu vocación hacia estas dos especialidades del audiovisual?

Empecé hace unos 13 años en el campo de la animación digital. Actualmente me he especializado en la Animación 3D y la Postproducción para cine y televisión. He trabajado con Sony Music, Univisión, y varias instituciones y marcas de renombre internacional. Gracias a los altos estándares de la industria me mantengo estudiando y perfeccionando mis técnicas y herramientas constantemente.

El mundo de la Animación 3D es infinito. Brinda un sinfín de posibilidades creativas. El único límite es uno mismo. Amo crear y por eso me fascina la animación 3D en todos sus sentidos posibles.

¿Qué personaje te inclinó a la actuación?

Realmente no tengo un personaje favorito. Descubrí la actuación con cada uno de ellos. Para mí todos los personajes son igualmente importantes porque a cada uno de mis trabajos le dedico el mismo compromiso y la misma responsabilidad.

Hace diez años enrumbaste tu carrera hacia Colombia ¿Cuál es la mayor exigencia de trabajar en una producción de ese país?

La exigencia dentro de una producción audiovisual la pone el especialista de cada área. Si un actor es exigente con su trabajo, todas las producciones serán exigentes para él sin importar el país.

Lo que dificulta el desempeño en otros países es el acento. Siempre ha sido la gran problemática del actor o la actriz extranjeros. Neutralizarlo es lo más difícil.

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¿Qué parte del éxito de un artista nace con él y cuánto está relacionado con el trabajo duro?

El éxito siempre estará relacionado con el trabajo duro en primera instancia y en segunda con la vocación. A veces se llega al éxito con el menor sacrificio, pero dura muy poco tiempo. Poder mantenerlo requiere de mucho esfuerzo y dedicación. Hay que ser perseverante.

Este oficio es muy inestable, y la inteligencia y el sentido común son los grandes aliados. Por eso debemos siempre buscar alternativas laborales y ser útiles también en otras áreas. Intentar no depender de la actuación como única fuente de ingresos.

¿Qué te motivó a crear una metodología cubana de actuación?

La actuación, como cualquier otra profesión, necesita estar actualizada. Tanto fue así, que terminé publicando mi propia metodología de actuación “A.M.A” (Arte de la Manipulación Actoral). Son 10 herramientas verdaderamente útiles y efectivas para el desempeño actoral y la construcción de personajes reales.

¿Es suficiente una escena para conocer el potencial de un actor?

Una escena no debe ser suficiente para evaluar el trabajo de un actor o una actriz. Pienso que uno de los aspectos potenciales en el trabajo del actor y de la actriz es su versatilidad, y para poder evaluar esta capacidad se necesitan varias escenas como referencia.

Cuando se apagan las luces, ¿cuánto llevas de tu personaje a la vida real?

Soy prácticamente lo opuesto de mis personajes. Pienso que la vida es una lucha constante por realizar nuestros sueños, desde los más simples hasta los que parecen irrealizables. Brindo lo mejor de mí constantemente, disfruto mi vida al máximo y hago siempre lo que me gusta. Me hace feliz también ayudar y apoyar a cumplir las metas de mis amigos.

A pesar de estar lejos de la isla. ¿Crees que tu carrera puede tener continuidad en nuestro país?

Quiero que mi carrera tenga continuidad en Cuba. Adoro mi país y a mis colegas. El público cubano es el más especializado e interesante que yo he conocido. Es muy reconfortante trabajar para nuestro público.

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