2014, el año de Isabel Santos

Isabel Santos

"Con cincuenta y tantos años, soy una mujer que quiere trabajar..." / Foto: Tomado del blog de Carlos Barba.

La reconocida actriz y realizadora cubana Isabel Santos acaba de concluir su más reciente documental Viaje al país que ya no existe, homenaje al director de fotografía Iván Nápoles, quien fuera los ojos de Santiago Álvarez.

El material fílmico de cuarenta y dos minutos de metraje tendrá su premiere el próximo 17 de septiembre en el cine 23 y 12 de La Habana. Producido por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y el Ministerio de Información y Comunicaciones de la República Socialista de Vietnam, el documental podrá apreciarse en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, al igual que los otros cuatros filmes en que actúa su realizadora.

La pared de las palabras ,de Fernando Pérez
Isabel Santos y Jorge Perugorría en el rodaje de “La pared de las palabras”, dirigida por Fernando Pérez.

La pared de las palabras, de Fernando Pérez, Vestido de novia, de Marilyn Solaya, Regreso a Ítaca, de Laurent Cantet y 25 horas, de Carlos Barba, son las películas que se estrenarán muy pronto y cuentan con la actuación de Isabel, una de las más representativas actrices de la Isla, quien desde el 2006 decidió ponerse detrás de las cámaras para entregarnos, junto a su compañero Rafael Solís, el documental San Ernesto nace en la Higuera.

Viaje a un país que ya no existe fue filmado en Vietnam. Isabel Santos y su equipo de realización junto a Nápoles regresaron al país asiático, cuarenta años después de que este filmara la guerra. Es la crónica del retorno a los escenarios de sus más entrañables imágenes. Este rencuentro lo hace reír y llorar. Sobre los escombros del pasado hay un país diferente al que conoció.

De ahí viene el título según declara la actriz y realizadora a OnCuba, “porque es sorprendente e impactante la transformación que ha experimentado esa nación”.

“Quedé maravillada con el Vietnam de estos tiempos. Fue un rodaje muy intenso y apasionante en el que descubrí a un país muy diferente al que veía en las desgarradoras imágenes que se transmitían cuando yo era pequeña”, expresó la protagonista de Clandestinos.

¿Cómo surge la idea del documental?

Me tomó mucho tiempo convencer a Iván Napolés de que compartiera parte de su diario para darlo a conocer. Iván es un hombre especial con una sensibilidad increíble y con muchas cosas que contar. Escribí el guión junto a la periodista Arleen Rodríguez y presenté el proyecto a la embajada vietnamita en la Habana para conseguir financiamiento. Esperamos un tiempo y pudimos realizarlo. Viajamos entonces a esa tierra que me atrajo por su colorido y la sonriente hospitalidad de sus habitantes.

El documental se basa en el relato de las vivencias y anécdotas de Nápoles como corresponsal de guerra junto al histórico fundador y artífice del Noticiero ICAIC Latinoamericano, en un contexto diametralmente distinto, que muchas veces le hizo llorar por las radicales innovaciones que percibió. De un país en blanco y negro que filmó, se encontró, décadas por medio, con otro lleno de color y vida; de un niño aterrado en un refugio que captó su cámara en Hanoi, martes 13 a un gozoso tropel infantil que le abrazó. Funciona como una suerte de tributo en vida, porque no soporto los homenajes póstumos, a este prestigioso camarógrafo que aún sigue activo con más de ochenta años.

¿Qué destacaría del documental?

La historia, la sensibilidad de Iván y la visualidad resultante del descubrimiento de esa nación que supo resurgir de sus cenizas. Tuve mucho material para editar, y también por desechar desgarradoramente. La música compuesta y donada especialmente por Silvio Rodríguez fue una de las más grandes alegrías de esta realización, a quien agradezco su apoyo.

¿Actriz o realizadora?

Soy una mujer con muchas ganas de trabajar, siempre tengo inmensos deseos de filmar y me entrego absolutamente. Con cincuenta y tantos años, soy una mujer que quiere trabajar y lograr cosas. Sigo soñando de la misma forma que lo hacía cuando actué en mi primera película, eso no lo he perdido y creo que no lo perderé nunca.

No me considero una realizadora. Soy actriz. Estas incursiones como directora aún las considero como un intrusismo mío. Todo comenzó hace nueve años cuando me encontraba en Bolivia haciendo una película y surgió la historia. Le dije a mi esposo que fue el codirector, que allí había un documental y entonces surgió San Ernesto… Creo que en algún momento podré dirigir más, pero ahora no es mi prioridad ni mi mayor ambición.

Cuando el cine y su realización te interesan, vas acumulando experiencia y empiezas a cuestionarte desde el funcionamiento de las luces hasta la posición de las cámaras. Siempre me llamaron la atención estos asuntos, pero no porque pensé en dedicarme a dirigir. El intrusismo es algo que me molesta muchísimo y jamás sería capaz de autoproclamarme de esa forma. Al director hay que respetarlo, porque es muy importante y compleja su labor. Mientras más me pinchan y embullan para que lo haga, más voy para atrás en la idea. Director no es cualquiera.

Este 2014 ha sido y será un buen año en materia profesional… ¿Satisfecha? 

Sí, de verdad que no me puedo quejar en lo absoluto. A veces estás mucho tiempo sin rodar, ocupando el tiempo, sacándole brillo a los adornos de la casa y, de pronto, llegan varios proyectos juntos. Estoy muy feliz y agradecida por estas oportunidades que me ha brindado el cine una vez más. Espero que mi público disfrute estas nuevas entregas.

Rodaje de "Viaje al país que ya no existe", dirigido por Isabel Santos
Ricardo Pérez, Rafael Solís, Iván Nápoles e Isabel Santos, durante la filmación de “Viaje al país que ya no existe” / Foto: Tomado del blog de Carlos Barba.
Salir de la versión móvil