Café templado, corto cubano en el Festival de Cannes

Basado en textos del los dramaturgos Virgilio Piñera y Henrik Ibsen el joven actor y cineasta Raúl Capote Braña realizó el cortometraje Café templado que representará al cine cubano en el próximo Festival de Cannes que comenzará el 26 de mayo.

“Aun no me repongo de la sorpresa de haber sido seleccionado para participar en este importante festival”, expresó Capote a OnCuba, quien acaba de arribar al afamado certamen de la Costa Azul. “Espero que sucesos como estos contribuyan a restaurar la confianza en los realizadores menos experimentados en el país”, añadió el realizador egresado del ISA y de casi una veintena de talleres en la EICTV de diversas especialidades, entre las que se destacan  dirección de actores, fotografía y producción.

El corto, producido de forma independiente por La Manigua Films en colaboración con Apropose Theatre se exhibió en el Primer Festival Socially Relevant Film Festival de New York en marzo y en unos días debutará en el prestigioso evento de la Riviera francesa, en la sección Short Film Corner, fuera de concurso.

Café templado trata de dos mujeres perdidas que se encuentran en La Habana en una suerte de drama trasatlántico. Funciona como un contrapunteo de monólogos de dos personajes muy diversos entre sí, pero que se desarrollan en circunstancias similares donde existe la posibilidad de hallar cierto paralelismo y analogía.

La pérdida, la soledad, la amistad, el hogar y la redención  funcionan como aristas inequívocas del material que no se ha exhibido aun en ningún evento cinematográfico nacional, pues no fue elegido para participar en la pasada Muestra Joven ICAIC en donde fue presentado por su creador.

“Nunca supe a ciencia cierta porque el corto no fue elegido para la Muestra. Lo único que sé es que yo no me encontraba en Cuba en ese momento y el amigo que hizo conmigo la música del material fue a preguntar el por qué  estaba fuera de concurso y alguien le dijo que era muy engorroso explicar, así que, debe haber sido eso “por razones engorrosas”, habría que ver qué es engorroso para ellos. Otros colegas que trabajan en la Muestra me han dicho que ellos ni si quiera lo llegaron a ver, en fin… Lo cierto es que muchísima gente encuentra muy gracioso este hecho y más aun después de haber participado en varios festivales internacionales. La verdad es a mi me hubiera encantado poderlo mostrar Café… en el Cine Chaplin para mis amigos y  para todo el que lo quisiera ver”, señaló el novel realizador.

Casi un año le costó a Capote concluir el corto por dificultades de financiamiento desde que, a finales del 2012  llegara a Cuba Solvei Stoutland, actriz y directora de Bergen Byspill-Apropose Theater de Noruega, con quien ya había trabajado anteriormente y comienzan  en el proyecto que se gestó desde el teatro.

“Solvei llega a Cuba para presentar la obra de teatro Morning Mood, basada en textos de Henrik Ibsen que trata sobre dos personajes que viven en la calle y en sus diálogos reflexionan sobre la libertad,  la soledad y la amistad. Para esta obra invitamos a la actriz cubana Alegnis Castillo que asumió el segundo personaje junto a Solvei,  y yo asistí la dirección.  Terminando estas funciones, en diciembre, me llama la colega Milena Almira  para invitarme al segundo encuentro de realizadores que ella estaba organizando en ese momento: Kinocuba 2012. Allí cada cual llevaba lo que tenía, desde una cámara hasta una idea y se conformaban equipos de trabajo y en cinco días ya tenías un corto medio listo. Este encuentro fue una de las iniciativas esenciales para el desarrollo del audiovisual joven en cualquier lugar del mundo pero en Cuba fue muy importante ya que no hay recursos para hacer cine. Es una lástima que no se haya seguido apoyando este evento. Al existir la posibilidad de hacer algo a partir de este encuentro, lo que más fresco tenía era el trabajo con esta dos actrices que me quisieron acompañar en esta locura de filmar casi sin un guión previo, dejándose llevar por mi instinto y amistad, que partían siempre desde el trabajo que habíamos desarrollado previamente.

¿Cómo fusionaste textos de Piñera e Ibsen en el guión?

Al texto de  Ibsen  de la puesta teatral le sumo a Virgilio con ese gran poema suyo que me toca mucho: La isla en peso, en la voz de la actriz cubana. Lo que siempre tuve muy claro era la idea de establecer un diálogo común entre estas dos culturas, la noruega y la cubana, tan distantes en la geografía pero humanas al fin, pues padecemos todos los mismos mal. La soledad es una sola cosa, así como la libertad, la amistad el deseo de querer siempre ir más allá. Así se armó Café templado, este corto transatlántico coproducido con Noruega y armado sobre todo entre amigos.

¿Por qué  lo titulaste así?

Café porque es una bebida bastante universal  y conocida en todos los lugares del mundo. Es una droga legal consumida por muchos. Café además es un lugar donde la gente se reúne, es un espacio de comunión. Este “café” es templado porque es la mezcla de lo frío con lo caliente (Noruega Y Cuba). Es como el equilibrio entre ambos extremos, algo que siempre busco en mis trabajos.

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