Eric Corvalán: documentalista de temas difíciles

Filmación de Raza

Filmación del documental Raza (2008), de Eric Corvalán.

En el año 2008, el realizador Eric Corvalán nos sorprendió con un sagaz y polémico documental sobre la discriminación racial en Cuba, intitulado Raza, que se ha convertido indudablemente en un audiovisual de referencia. Y repercutió tanto en él que ha escrito un libro con todas las entrevistas realizadas para el documental, algo no muy usual para un realizador.

Por su parte No es el camino se centra en el complejo tema de la violencia infantil, más para una Isla donde se piensa que “los locos bajitos” nos pertenecen.

De su autoría se cuentan 7 audiovisuales, sin embargo, las obras mencionadas son las más reconocidas por el público cubano. Acerca de estos documentales y otros proyectos que tiene Corvalán entre manos, versa esta entrevista.

Para mí tienes un tino especial para poner el dedo en la llaga, entendiendo por eso el hecho de que abordas temas problemáticos y de difícil tratamiento en nuestra sociedad, como las relaciones raciales y la violencia infantil. ¿Qué te conmueve? ¿Cuál es el propósito?

Bueno, no solamente hago temas sociales, hago documentales de diferentes géneros, hasta musicales. Cuando camino por la calle y converso con la gente me sensibilizan diferentes temas, aquellos que me encuentro a mi paso todos los días. El propósito es abordarlos siempre desde una perspectiva de debate y de reflexión.

Vayamos por partes, sobre Raza, ¿Cuáles fueron las principales críticas o comentarios que te hicieron a lo largo de estos 5 años? ¿Cuál es el balance final luego de estos años? ¿Aprendizajes? ¿Qué no hubieras hecho igual?

Raza es un documental que siempre va a animar la crítica. Yo diría que se mantiene vivo, inclusive en la época actual, porque está hecho con ese fin, para que se mantenga bien sólido; el tiempo de duración es la clave del éxito. Hay mucha gente que me pide hacer una segunda parte, pero prefiero que se quede con la exclusiva.

Este es un documental que está hecho para que se pueda debatir el tema de una manera inteligente en cualquier contexto de la sociedad cubana, o en otras, y sobre todo en las comunidades, de manera abierta, comunicativa y comprensible.

A mí me han preguntado muchas veces: ¿por qué hiciste Raza si tú eres blanco de ojos azules y no has sufrido el racismo? Entonces respondo: ¿quién te dice que no lo he sufrido?, mis hermanos son mulatos y mi familia es multicolor. Como dice mi madre, a ella le debo esta formación, “para mí no prima un color en específico ni una preferencia sexual, no existen los colores dentro de los seres humanos sino sus conductas ante la sociedad”.

Por otra parte, yo noto que mi sociedad va perdiendo ese interés por la historia, de dónde somos y de dónde venimos… Creo que lo más sensato es reflejar este fenómeno relacionado con nuestra identidad, y que es parte de nuestras raíces, porque África es un continente poderoso en conocimiento y en cultura, y eso corre dentro de nuestras venas. Es importante reconocerlo y rescatarlo y no tenerle miedo a la palabra racismo sino enfrentarla pero de manera inteligente dictando estrategias prácticas.

¿Crees que Raza es un documental aun válido para describir la realidad de la discriminación racial en Cuba?

Sí lo creo, porque es una herramienta de análisis del tema, como muchas que existen. Yo no soy el único realizador que ha hecho estos temas; ahí están Sarita Gómez y Nicolasito Landrián.

Si no fuera aun válido, hubiera sido exhibido por la televisión y no me lo pidieran tanto para conferencias en Cuba sobre el tema y en el exterior. Como te dije anteriormente, es un documental que está hecho para “remover el cocotero” y reflexionar sobre un fenómeno que está muy latente dentro de la familia cubana y nuestra sociedad, y presumo que se continuará hablando del tema aunque a algunas personas no les interese.

Raza tiene un final que me hace recordar las obras de Sara Gómez donde ella aparecía como un personaje más. Te hago la pregunta que a ella le haría. ¿Por qué incluir tu propia historia en la obra realizada? ¿Se podría inferir que estas tomando partido?

Siempre detrás de un cuadro está el sello del pintor. Al igual que cuando se hace un documental sobre temas sociales, o de cualquier género, vas a reflejar un conflicto, a denunciar una problemática, específicamente en lo que estás de acuerdo y en lo que no. Siempre la obra dice cómo piensa el director y si mi meta es sensibilizar y que se debatan estos temas, entonces estoy participando junto a muchas otras personas en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

¿Nos adelantas algo sobre el libro que ha nacido del documental?

El libro se titulará Raza, creo que es una oportunidad para el público de acceder a los diálogos que se gestaron como parte del documental, los cuales no salen por cuestión de tiempo. La gráfica es un componente importante de este volumen. Mi sueño es que salga en Cuba; sin embargo, tendré que hacerlo en el exterior, pues no logro consolidar el proyecto en la Isla. No obstante, seguiré siendo un corredor de 800 metros con obstáculos que llegará a la meta; de eso estoy seguro, gracias a la ayuda de amigos que engrandecen el sueño con la luz de la verdad.

Sobre No es el camino, y ante lo difícil que en ocasiones es filmar en Cuba sobre ciertos temas, te pregunto: ¿hubo algún momento de mayor convencimiento durante el cual quizás te repetiste: esto tengo que hacerlo, esto tengo que terminarlo?

Tratar cualquier tema en Cuba es complicado por la cantidad de trámites a la hora de la filmación y, sobre todo, por la complejidad propia de los temas que vas abordar. De hecho, yo escojo los temas, hago la investigación y realizo el guion porque ando en la calle y camino e interactuó con la gente, veo lo que pasa.

En el caso de No es el camino me dije: la violencia infantil es un tema importante y necesario tanto para los padres, madres como para los niños, niñas y para la sociedad en su conjunto. La palabra violencia es una palabra fuerte. Sin embargo, creo que es necesario debatir todos los días del año. Muchas personas cuando ven el documental se percatan por primera vez del asunto y su magnitud. En No es el camino no se refleja solamente la violencia física sino también la psicológica, la económica, la sexual, qué pasa con las infraestructuras, qué pasa con las leyes. Esto es de todos los días porque la violencia está aumentando cada día más y lo vemos como algo natural, a veces no sabemos que estamos cometiendo violencia pero está ahí, la sufren los más desprotegidos: los niños. Entonces, es un llamado de paz, a la comprensión y a la sensibilización.

No es el camino ni Raza han sido exhibidos en la televisión cubana. Y sé que para ti es esta una meta, si un día llega a suceder, ¿te sentirías ya reconfortado?

Mi meta no es que salgan en la televisión, todo lo contrario, mi meta es que mi sociedad se transforme y que se sensibilice con estos temas, que la gente se sienta identificada y diga: yo estoy ahí, vamos hacer esto, vamos a respetarnos, comunicarnos. Tú pensaras que promulgo un sueño utópico, pero hay sueños que pueden ser reales y, de hecho, que se hable algo de alguna manera es una lucecita que se enciende. Lo que hay es que luchar para mantener esa luz siempre encendida.

Has revelado que tu más reciente documental aborda la violencia de género en Cuba. Y me gustaría apuntar que por lo general, cuando el tema se ha tocado, se hace énfasis, como es de esperar, en la mujer que ha sido violentada sobre todo físicamente. Te pregunto: ¿Pensante incluir entrevistas al agresor?

Entrevistas con el agresor sería lo ideal, pero a veces el agresor está al lado tuyo y no lo ves porque la violencia está naturalizada y la puedes encontrar en cualquier lugar de diferentes formas. Reflejar la violencia física es más fácil, la psicológica es más difícil. En el documental tendremos testimonios de mujeres que han sufrido violencia.

¿Podríamos esperar alguna idea en tu documental que revela la vulnerabilidad de las mujeres cubanas a la violencia a partir de la no existencia de una legislación puntual sobre la violencia de género?

El documental se llama Huellas y con él me propongo reflexionar acerca de la violencia de género en Cuba. En él se intenta responder, entre otras preguntas, por qué no existe una ley contra la violencia intrafamiliar, la que en mi opinión ayudaría a prevenir la violencia de manera general. Además, se trata la denuncia por parte de las mujeres, relacionada con el trabajo de prevención y con la labor de las instituciones, que no trabajan en conjunto. De este modo, considero necesaria la existencia de una estrategia generada por varios organismos y ministerios, como el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación, pues este es un problema de la sociedad por entero.

¿Qué otros temas están en el tintero de Eric Corvalán?

Después de este tema haré otros documentales y no necesariamente sociales sino sobre el jazz cubano y sus raíces, pues rescatar nuestro patrimonio musical también es importante y reflejar el talento en las nuevas generaciones que emergen, mucho más.

Por último, ¿has pensado hacer alguna obra de ficción? ¿O te es suficiente con el documental?

Yo quisiera hacer mi primer largometraje de ficción. Estoy escribiendo un guion donde se abordan todos estos temas y otros nuevos; sin embargo, creo que encontrar presupuesto en Cuba va hacer muy difícil, por eso estoy abierto a cualquier propuesta. La meta de cualquier documentalista es hacer ficción y, en ese sentido, el documental te prepara para eso. A mí me gustan los retos, me crezco con ellos. Estoy buscando una distribuidora para mis obras. Si sabes algo pásame la información. Este es un promocional en vivo y directo.

 

Obras de Eric Corvalán

Huellas (2014)
Mis Ojos en la comunidad (2014), en coautoría con Kalet Polo Reyes
No es el Camino (2013)
Concierto del grupo musical Sexto Sentido (2012)
Memorias de la Semana de la Cultura Italiana (2012)
Buena Vista Social Club (2010)
Una ventana abierta (2009), en coautoría con Marcelo Britho y Tillman.
Raza (2008)

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