La carrera de Libia Batista en la industria cinematográfica data de hace más de 30 años, cuando aun no pensaba dedicarse por entero a la dirección de casting, una labor fundamental a la hora de conformar una película.
El proceso de selección del reparto tanto para el cine como en televisión es complejo, pues de esa propuesta inicial que deben presentar estos profesionales debe conformarse el elenco del audiovisual, más allá de que la decisión final sea del director.
De ahí que la nominación de Libia a jurado de los Premios Oscar como miembro y jurado de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, gracias a su trabajo como directora de casting, resulte un reconocimiento más que merecido para ella, aunque admite a OnCuba que esto “fue algo que no me esperaba ni en mis más remotos sueños”.
Libia comenzó en dicha profesión gracias a Miguel Mendoza Izquierdo, productor ejecutivo, “quien me dice que, por mi carácter y mi forma de ser, existía un cargo en el mundo que se llamaba casting directo y que podía empezar a hacerlo. En aquel entonces había una oficina en 19 y 6 que era del Icaic, donde había un grupo de personas todos muy amigos quienes hacíamos prácticamente todas las producciones extranjeras y algunas cubanas, con la ayuda de Mayra Segura, Roberto Viña, Susana Ríos, Iliana Pérez”.
Libia recuerda aquellos primeros años “cuando eso no existía ni el internet ni nada de eso, eran fotos y fotos y llamadas a los actores, tenía cajas llenas de fotos por categoría de edad y de raza, así fueron mis inicios como directora de casting y la ayuda siempre incondicional que tuve de Roberto Viña, el primer asistente”.
Entre las producciones que recuerda con mayor agrado se encuentran las francesas, comenta a OnCuba, alrededor de los años ’80 del pasado siglo nos dice la especialista que se hicieron “una tras otra, donde ellos traían sus actores y yo buscaba los actores cubanos”.
“Hubo una muy específica —señala— que fue Tierra Índigo que duró como seis meses. Por esa serie se incrementó el turismo francés aquí en la Isla, se filmó entre Trinidad, Varadero y La Habana. Fue muy emocionante, con los franceses se trabaja muy bien la verdad”.
A Libia le encanta hacer casting y vive pendiente de su trabajo para el cual “lo primero que uno tiene que tener es carácter y conocer a todos los actores de este país, tener conocimiento de eso. A mí esto me gusta mucho, eso es lo principal que tienes que tener, seriedad y conocerte los actores para cuando veas un guión no fallar en quienes vas a proponer”.
Varios de sus “secretos” nos los revela: “Conocer los actores y lo que han hecho: ir a los teatros, ver las novelas que ponen en Cuba para conocer bien quienes son. Me encanta también descubrir talentos nuevos, buscar jóvenes para que se conozcan, sigo mucho las graduaciones, siempre estoy pendiente y llamo para que venga o mando a decirles que vengan para hacerles foto para conocerlos y así tenerlo en la base de datos”, un arduo trabajo.
A lo largo de su carrera varios directores cubanos destacan el nombre de Libia Batista en los créditos de sus filmes: Gerardo Chijona, Arturo Sotto, Juan Carlos Tabío, Jorge Perugorría, son los que más se repiten, pero Libia no hace distinciones y añade “también he trabajado con Pavel Giroud, Eduardo del Llano, Carlos Lechuga, Alejandro Brugués, Rigoberto López, Orlando Rojas… cada uno tiene características diferentes, no son iguales para nada”.
“Algunos son caprichosos porque se empecinan en un personaje, que va acorde porque es su obra y ellos seleccionan al final, pero en realidad ha sido muy bien con todos. Lo primero que te traen siempre es el guion, luego conversas con el director para ver qué quiere y vas leyendo y me voy imaginando al actor, voy haciendo mi lista y saco en carpetas los actores que creo que puedan hacer cada personaje. Casi siempre doy en el clavo”.
Este trabajo se basa en el respeto mutuo, al decir de Libia “siempre uno tiene que respetar, tú orientas, por cada personaje presentas varios actores que tú crees que puede ser porque al director tienes que leerle el pensamiento, ver lo que quiere, cuando conversas con él ver lo que desea en realidad porque a veces hay una cosa en la obra y se quiere otra distinta, todo eso es cuestión de práctica”.
Volviendo al tema de las producciones internacionales, la reconocida directora de casting admite que no difiere mucho el trabajo, pues siempre cuenta con un equipo de asistentes y demás profesionales para hacer que todo fluya de la mejor manera, si bien sabe que nunca es igual a trabajar con cubanos.
“En ocasiones he tenido que buscar incluso yo misma los actores internacionales, pero siempre uno tiene la ayuda de otros directores de casting o de agentes de actores, que te ayudan en eso, pero es mucho más difícil y mucho más tenso, porque con esos actores no has hecho casi nada y estar en el set con ellos es diferente porque no es la misma cultura, no tenemos la misma forma de ser, pero siempre la obra sale”.
Aunque Libia ha realizado castings para cine cubano y producciones extranjeras para la gran y pequeña pantalla, existe un sector que se le resiste: la televisión cubana, donde la labor del director de casting es prácticamente inexistente.
En ese sentido nos dice que “se puede mejorar y mucho, empezando que la televisión no tiene el crédito del director de casting, nunca, los castings lo hacen los propios asistentes o el director y no debe ser así, debe existir, como en todo el mundo, un director de casting, en el cine sí se hace, aunque pocos dan el crédito”.
Seleccionada la cubana Libia Batista como jurado de los Premios Oscar
“A mí me encantaría trabajar en las novelas cubanas como directora de casting, es un sueño de siempre que pienso que algún día cumpliré. Me encantaría hacer una novela cubana o algo similar, he hecho casting para televisión, pero de series extranjeras y siempre lo he dicho.
“Ojalá la televisión empiece a tener director de casting en sus novelas, pienso que funcionaría mucho mejor”.