Septiembre documental, entre homenajes y tradiciones

Rodaje de "Viaje al país que ya no existe", dirigido por Isabel Santos

Ricardo Pérez, Rafael Solís, Iván Nápoles e Isabel Santos, durante la filmación de "Viaje al país que ya no existe" / Foto: Tomado del blog de Carlos Barba.

Este septiembre los cinéfilos podrán apreciar varios documentales, dos de ellos sirven de homenaje a reconocidas figuras de la cultura cubana y los otros rescatan las tradiciones y herencias foráneas en la Isla.

La reconocida actriz y realizadora Isabel Santos presentará este su más reciente documental Viaje al país que ya no existe; dedicado al destacado director de fotografía Iván Nápoles, quien fuera los ojos de Santiago Álvarez. Producido por el ICAIC y el Ministerio de Información y Comunicaciones de la República Socialista de Vietnam, el documental de cuarenta y dos minutos fue filmado en la nación asiática a donde viajaron junto a Nápoles cuarenta años después de que este filmara la guerra y la reconstrucción de aquel país. Es la crónica del regreso a los escenarios de sus más entrañables imágenes. Este rencuentro lo hace reír y llorar. Sobre los escombros del pasado, hay un nuevo país diferente al que conoció. De ahí viene el título según declarara a OnCuba la realizadora, “porque es sorprendente e impactante la transformación que ha experimentado esa nación (…). Quedé maravillada con el Vietnam de estos tiempos. Fue un rodaje muy intenso y apasionante en el que descubrí a un país muy diferente al que veía en las desgarradoras imágenes que se transmitían cuando yo era pequeña”, expresó la protagonista de Clandestinos.

Feijoó, locura de creación se titula el más reciente documental del realizador Miguel Torres, un homenaje al polivalente artista cubano de formación autodidacta Samuel Feijoó. Este creador es una de las figuras más importantes en la investigación de temas campesinos y fue un destacado editor de la revista Islas y Signos. En treinta minutos de metraje el documental aborda la obra y vida del extraordinario escritor, pintor y recolector de mitos y leyendas de las provincias centrales del país. Miguel Torres fue director del Noticiero ICAIC Latinoamericano, del cual realizó varias emisiones entre 1972 y 1977. Dirigió el Departamento de Relaciones Internacionales del ICAIC y ha realizado una veintena de documentales que han obtenido múltiples reconocimientos.

Por su parte, la realizadora Gloria Rolando en su obra ha abordado las herencias y tradiciones cubanas enriquecidas por los emigrantes africanos. Esta prolífera documentalista es unas de las cineastas más activas en el campo del cine documental, con una obra totalmente anclada en las tradiciones de las comunidades negras cubanas. Su discurso poderoso y bien pensado, se corresponde perfectamente con la dignidad de los personajes que ella filma. Este mes propone dos documentales Reembarque y Pasajes del corazón y la memoria. El primero de estos materiales en cincuenta y ocho minutos de metraje cuenta con las voces de prestigiosos historiadores cuyas investigaciones se unen a las memorias de haitianos y sus descendientes en Cuba. Todavía los más viejos recuerdan que sus familiares fueron víctimas del reembarque. Por eso este merecido homenaje a los héroes anónimos que tejieron un importante pasaje entre dos pueblos del Caribe: Cuba y Haití.

Para esta directora, como mujer negra y como artista, la aprehensión del medio afroamericano, el conocimiento de sus especificidades, y de sus convergencias y divergencias ha sido inspiración y temática recurrente. Su segundo documental de próximo estreno, en treinta y siete minutos, trata sobre procesos migratorios entre las Antillas y sus consecuencias culturales. Comienza como una leyenda: “Dicen los más viejos y aquellos que no pueden olvidar que por allá por los años 1920 y 1930 iban y venían unos barquitos entre La Isla de Pinos y Las Islas Caimán…”. Así empezó a tejerse un puente humano que dio origen a las familias cubano-caimaneras. A la entonces Isla de Pinos (hoy Isla de La Juventud), llegaron esos hijos e hijas de caimaneros con sus nuevas esperanzas de vida. Pero aquellos excelentes pescadores trajeron la cultura del coco. Venían acompañados de los ritmos y las melodías del Caribe que como patrimonio excepcional son parte del repertorio de La Banda de Sonny Boy.

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