Cuba dio este martes el último adiós a Rosita Fornés, la gran vedette cubana fallecida el pasado 10 de junio en Miami a los 97 años y cuyos restos descansan ya en la Isla cumpliendo la voluntad de la artista.
Desde horas de la mañana, cientos de cubanos desfilaron frente a su féretro en el Teatro Martí de La Habana, escenario de muchos de sus triunfos y sede de sus exequias públicas. Flores, retratos y una bandera cubana presidieron la despedida, a la que asistieron familiares, amigos, artistas y admiradores de la Fornés, aun cuando fue realizada con las medidas de seguridad necesarias por la pandemia de coronavirus.
Personalidades, colegas y autoridades, entre ellas el ministro de Cultura, Alpidio Alonso, estuvieron entre quienes rindieron sus respetos a Rosita. También hubo ofrendas florales a nombre del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y del expresidente Raúl Castro, y guardias de honor junto al féretro de la artista.
Entre las 10:30 de la mañana y las 2:00 de la tarde el teatro estuvo abierto al público, que se reunió desde temprano en la habanera calle Zulueta para despedir a este icono de la cultura cubana, cantante, actriz, bailarina, quien en vida mereció los premios nacionales de Música, Teatro y Televisión en Cuba.
Muchas personas llegaron hasta la instalación, situada en La Habana Vieja, desde otros municipios y comunidades habaneras, a pesar de que el transporte urbano no está en funcionamiento debido a la COVID-19.
“Mi madre tocó maravillosamente la sinfonía de la vida”, aseguró su hija Rosa María Medel en una emotivas palabras de despedida, poco antes de que su cortejo fúnebre partiera del teatro en medio de aplausos y vítores de los asistentes.
Medel agradeció a nombre de la familia al pueblo y las autoridades cubanas por el homenaje final tributado a su madre, quien ya había sido homenajeada en Miami, antes de que sus restos viajaran a la Isla.
Sus palabras fueron transmitidas como parte de una revista especial de la radio y la televisión cubanas, en la que se dio cobertura a las exequias y se entrevistó a figuras cercanas a la notable vedette.
Siguiendo lo anunciado este lunes por el Ministerio de Cultura de la Isla, el cortejo fúnebre partió del Teatro Martí alrededor de las 3:00 p.m. y transitó por las calles Prado, Malecón y 23, hasta la calle 12, en un trayecto hasta el Cementerio de Colón, donde los restos de Rosita Fornés fueron depositados en el panteón familiar, junto a los de su esposo y su madre.
A lo largo del recorrido, cientos de personas le dieron un último adiós a la popular artista desde las aceras, al paso del cortejo que iba encabezado por motos de la policía e integrado por cinco carros fúnebres, uno con el cuerpo de Rosita y los restantes con flores dedicadas a su grandeza.
La ceremonia en la necrópolis habanera fue íntima, siguiendo los deseos de la familia de la artista, y en ella, junto a los familiares, estuvieron allegados y personalidades como el escritor Miguel Barnet, presidente de honor de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), quien tuvo a su cargo la despedida del duelo.
“Reina del Teatro y de la Televisión”, llamó Barnet a la gran vedette en sus palabras, y aseguró que “ella no fue otra cosa que un pueblo vestido de luz”.
“Creó una imagen de la sensualidad femenina que ha quedado como un modelo del buen arte”, dijo el poeta y etnólogo citado por Cubadebate, y aseveró que “su desaparición física será una resurrección de su incandescencia y la posibilidad de nunca perderla”.