Bailar canciones de Beuern en La Habana

Carmina Burana en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso. Foto: Claudio Pelaez Sordo.

Carmina Burana en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso. Foto: Claudio Pelaez Sordo.

Danza Contemporánea de Cuba estrenó su Cármina Burana en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso; con dirección general de Miguel Iglesias y coreografía de George Céspedes.

Carmina burana —del latín Canciones de Beuern— está basada en 24 poemas goliardos de los siglos XII y XIII, encontrados unos seiscientos años después en Benediktbeuern, Alemania. La pieza celebra los placeres terrenales, el amor carnal y el goce de la naturaleza, en contraposición al discurso oscurantista.

Danza Contemporánea de Cuba estrenó Cármina Burana en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso. Foto: Claudio Pelaez Sordo.

El espectáculo contó con música en vivo de la Orquesta Sinfónica Nacional y el Coro Nacional de Cuba, con la batuta del maestro Enrique Pérez Mesa y la maestra Digna Guerra respectivamente. Se presentaron como solistas Milagros de los Ángeles, Ulises Aquino y Harold López Roche, además de niños del Coro Nacional Infantil.

Cármina burana (Canciones de Beuern) está basada en 24 poemas de los siglos XII y XIII, encontrados unos seiscientos años después en Alemania. Foto: Claudio Pelaez Sordo.

Los creadores se plantearon una puesta en escena que utilizara el movimiento del cuerpo humano “como instrumento para extrapolar el panorama abigarrado de la vida medieval”, hasta los convulsos siglos XX y XXI, apunta Jorge Brooks Gremps, mánager de DCC.

"Cármina Burana", por Danza Contemporánea de Cuba, tuvo dirección general de Miguel Iglesias y coreografía de George Céspedes. Foto: Claudio Pelaez Sordo.

La presencia medieval del coro contrastaba con las imágenes proyectadas al fondo del escenario. Industria, modernidad, aparato militar, explosiones, naves, animales… propios de una época no menos oscura que la Edad Media en muchos aspectos.

El cuerpo humano "como instrumento para extrapolar el panorama abigarrado de la vida medieval", hasta los convulsos siglos XX y XXI. Foto: Claudio Pelaez Sordo.

“Son evidentes la sátira, la crítica al poder, las múltiples obsesiones del hombre…”, que transitan una historia y otra, una geografía que va cada vez más allá de las fronteras nacionales.

Los creadores se plantearon una puesta en escena al nivel de la intensidad musical de la obra. Foto: Claudio Pelaez Sordo.

“La puesta en escena seduce, su belleza es convulsiva y necesaria, tiene fines pasionales, excluyentes de cualquier monotonía”, agrega Brooks.

Cármina Burana en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso; con dirección general de Miguel Iglesias y coreografía de George Céspedes. Foto: Claudio Pelaez Sordo.

La intensidad de la obra musical en sí misma —interpretada en vivo— suponía una vara alta para la coreografía y el diseño escenográfico. Nada falló.

Sobre escena, la fuerza de cada uno de los elemento del espectáculo hizo comunión y tributó a una armonía general donde brilló todo… y todos.

El Coro Nacional de Cuba, bajo la dirección de la maestra Digna Guerra, en su interpretación junto a la Orquesta Sinfónica Nacional. Foto: Claudio Pelaez Sordo.

La superproducción de DCC sigue programada hoy sábado 16 y domingo 17 de diciembre, en la sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.

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