Buenos pasos de una joven compañía cubana

Como forma de expresión y evocación artística, una vez más la danza une a Cuba y Estados Unidos. En esta oportunidad, a través de dos coreografías interpretadas por la compañía cubana Malpaso, la primera de su director Osnel Delgado y la segunda del norteamericano Ronald K. Brown.

La joven agrupación, con solo un año de creada, se compone de nueve bailarines formados en las escuelas Nacional de Danza y de Ballet, nutriéndose de los estilos moderno, clásico y contemporáneo.

Osnel Delgado, director  de Malpaso y el coreógrafo norteamericano Ronald K
Osnel Delgado, director de Malpaso y el coreógrafo norteamericano Ronald K

Al decir de su director Osnel Delgado: “Malpaso se distingue por el trabajo físico de los bailarines y aunque somos una compañía muy nueva, estamos abogando por un lenguaje propio. No me atrevería a decir que ya lo tenemos, simplemente nos encontramos trabajando duro y ojalá a la gente le guste lo que hacemos”.

La personalidad y cualidades de estos jóvenes atrajeron a Ronald Brown, también director y coreógrafo de la compañía Evidence, de Estados Unidos, quien relató a OnCuba como se unió al proyecto. “Me propusieron venir a Cuba a trabajar en la coreografía de un grupo de danza contemporánea. Debía elegir entre 11 agrupaciones y Malpaso fue la quinta. Algo encajó con el trabajo que vi y el desempeño de los bailarines. Creo que tuve razón y amo lo que descubrimos juntos en el proceso”.

Este 28, 29 y 30 de marzo se estrenaron en el capitalino teatro Mella las dos propuestas. 24 horas y un perro se titula la coreografía del director cubano Osnel Delgado, la cual contó además con la composición musical exclusiva de Arturo O’Farril, pianista y director de la orquesta neoyorquina Afro Latin Jazz.

A pesar de no poder participar del espectáculo, el hijo del mítico Chico O’Farrill, fue también seducido por el trabajo de la compañía. “Arturo vino a Cuba al Festival Jazz Plaza, ahí lo conocí personalmente. Luego lo invitamos al estudio, vio fragmentos de la pieza y dijo que quería involucrarse con la música, y así lo hizo”, explicó Delgado.

Señaló que “la música de 24 horas y un perro remite a la vida de la ciudad, y a lo que nos sucede a nosotros en el transcurso de un día. Levantarse por la mañana, sacar al perro, llegar al trabajo, la cotidiana reflexión sobre la persona más cercana, todos esos sentimientos están presentes en la coreografía”.

En relación con el trabajo que conoce de otras compañías a nivel mundial el norteamericano Ronald Brown destacó: “Me recuerdan a Evidence, mi grupo, porque aunque nuestra composición es pequeña, podemos hacer cualquier cosa técnicamente. Nos diferenciamos de esos grandes conjuntos que a pesar de contar con bailarines muy talentosos casi siempre se interesan en mostrarse a sí mismos sin compartir vivencias y experiencias como grupo”.

Por Elcira Martínez Adán

Foto de portada: AIN

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