Buscar un Guinness bailando casino en La Habana

Foto: Roberto Ruiz

Foto: Roberto Ruiz

Cuando el locutor dijo: “Dame uno”, un círculo rojo gigante se adueñó de la explanada de La Piragua, en el Malecón de La Habana. Pasados 20 minutos de las seis de la tarde y ya con la noche encima, más de 400 parejas de baile procedentes de 17 países quisieron implantar un nuevo récord Guinness al formar una Rueda Gigante de Casino en el país más musical del mundo.

Aunque no alcanzaron los bailadores para implantar un récord -las 964 personas que se reunieron, convocadas por la décima edición del evento Baila en Cuba, no sobrepasaron la cifra de los 1102 bailadores que el pasado año en Grecia marcaron la pauta en el Guinness-, los expertos aseguraron que se debe esperar por los resultados finales del intento cubano, ya que en la tierra helénica los participantes se movieron al compás del son por 7 minutos y 16 segundos, mientras que en La Habana los relojes se detuvieron en 14 minutos y 58 segundos.

La agencia de turismo cultural Paradiso de Artex promovió la convocatoria y este miércoles la Rueda Gigante fue palpable en el malecón habanero. Una multitud de parejas combinó las distintas coreografías del baile de casino al ritmo de piezas como “Somos diferentes”, de Juan Formell y los Van Van; “Me dicen Cuba”, de Alexander Abreu y Havana D’ Primera; “Somos latinos”, de Adalberto Álvarez y su son; y “Bailar en Cuba”, de Manolito Simonet y su Trabuco. Este último ha sido el sencillo que ha atraído a los bailadores a esta edición del evento Baila en Cuba.

Tirar un pasillo en el malecón

Para Harold Iglesias Manresa esta última semana ha sido de mucho ajetreo. Como periodista no ha dejado de estar atento a las noticias que genera el deporte, pero también ha compartido su apretado tiempo con otra de sus pasiones: el baile.

Harold supo de la convocatoria a la Rueda Gigante de Casino por una amiga, que conoce de bailar salsa los domingos en la Unión Árabe de Cuba. “Ella me avisó de que en la décima edición de Baila en Cuba se intentaría romper el Guinness y aquí estoy”, manifestó.

La observación periodística no ha faltado en Iglesias y en sus declaraciones a OnCuba reconoció su sorpresa al encontrarse en esta iniciativa organizada por Paradiso con bailadores de distintas edades y convivir con ellos por espacio más de siete días, tiempo que ha tomado el ensayo de la rueda.

Lo mismo le ha sucedido a Thi Wong Fei. Con 26 años y procedente de China, Fei es un conocedor de los ritmos insulares, de ahí que no se lo pensó dos veces para venir a La Habana. “Me encanta participar en esta competencia y bailar. Quiero conocer mejor el ritmo y la forma de bailar de ustedes, pues soy profesor de salsa en mi país”, dijo.

Desde su posición de “mayordomo” –nombre que le dio el Comité Organizador a los árbitros–, Susmary Cortina Peña veló por que la prueba del miércoles en La Piragua fuera legitima. Con ella también estuvieron una veintena colegas en esa función.

Profesora de baile y colaboradora asidua del evento Baila en Cuba, Susmary se sintió feliz por ver cómo en la Isla se desarrolló una actividad como la Rueda Gigante. “Quizá no hayamos roto el récord debido a la cantidad de parejas, pero me siento muy contenta de haber participado. Esta es una oportunidad que no se da todos los días. Se ha hecho un evento lindo y gracias al esfuerzo de los asistentes extranjeros y cubanos”.

Algunas reglas del juego

Muchos podrán preguntarse qué pudieran medir en una competencia para implantar el récord Guinness de Rueda Gigante de Casino. Aunque no hubo mucha claridad sobre lo establecido, trascendió en la jornada que toda la actividad quedaría registrada a través de cámaras de video. Igualmente se supo que una veintena de “mayordomos” se ubicó en el lugar del baile y expertos del Inder I cronometraron la prueba. Dos testigos de reconocimiento internacional dieron fe de la competencia: la doctora Bárbara Balbuena, profesora de la Universidad de las Artes; y Juan Gómez, director del proyecto Rueda de Casino de Cuba.

La conocida conductora de espacios informativos de la Televisión Cubana, Teresita Segarra subrayó, a través del audio local del certamen, que para lograr romper la marca era necesario un número de parejas superior al implantado en Grecia. También precisó que se tendría en cuenta la uniformidad de los pasos y de la coreografía.

 

Segarra indicó además, que por cada 25 parejas se ubicaría un “mayordomo”, cuya función era la de controlar la disciplina e informar de los errores cometidos. “Es que nos dan un margen para equivocarnos. La competencia es muy estricta, exigente. Es un poquito complicado, pero lo vamos a lograr. Tenemos esa esperanza todo el colectivo, los que estamos trabajando desde hace varios meses. Convocamos a bailadores de nuestro país y han venido de Matanzas, Artemisa, Mayabeque, Santiago de Cuba y nuestra capital”, señaló, al tiempo que destacó que próximamente se informarían los resultados.

La destacada locutora se refirió también a un intento de hacer una rueda gigante de casino hace algunos años hecho en la Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana, que se desestimó por no contar con todas las exigencias del récord Guinness.

No obstante, a quienes presenciaron el suceso de La Piragua habanera, solo les bastó con la cantidad de bailadores congregados, su entusiasmo y deseo de triunfar en el empeño.

“En venideras ediciones de Baila en Cuba queremos ampliarnos un poco más, promocionar acciones de este tipo y quizá incorporarle concursos de parejas de baile», anunció a la prensa Yisell Mazorra, especialista de comunicación de Paradiso. Con este paso dado y las expectativas creadas no se duda que en Cuba, reconocida en el orbe por su melodía y manera contagiosa de bailar, se implanten muchos récord Guinness.

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