Danza Contemporánea, danza contaminada

Danza Contemporánea de Cuba / Foto: Yuris Nórido

Danza Contemporánea de Cuba / Foto: Yuris Nórido

Por: Diona Espinosa Naranjo

Pareciera como si Danza Contemporánea de Cuba (DCC) tuviera prisa por subir al escenario a enriquecer cada vez su biblioteca de sentidos. Hace algo más de un mes la coreógrafa belga-colombiana Annabelle López Ochoa presentó con la compañía su obra Reversible y casi sin descansar, la agrupación dirigida por Miguel Iglesias se alistó para otros dos estrenos mundiales.
En esta ocasión el inglés Billy Cowie y el cubano Alexis Zanetti, antiguo bailarín de DCC, tomaron las riendas en Tangos Cubanos y Retorno, respectivamente, para presentar al público nuevos matices del elenco. Ambos creadores previeron en la agenda la celebración de día de San Valentín, coyuntura favorable entre obras que poseen de común argumentos sobre el amor y la amistad.
Al estilo de Cowie, quien trajo el pasado año a La Habana la primera experiencia de bailarines virtuales con la técnica 3D, Tangos… mostró unos veinte cuerpos en un juego de danza, música y textos concebidos exclusivamente para la entrega. Junto al inglés, la alemana Silke Mansholt realizó el vestuario y las imágenes proyectadas en pantalla, un diseño visual integrado al conjunto.
Según Iglesias, Billy Cowie resulta “un poeta de la danza” que no busca la grandilocuencia de la gestualidad. En Tangos Cubanos salta a la vista la contención del baile. No es la fuerza y la energía acostumbradas de Danza, sino “bailar con la mente, además de con el cuerpo”, como afirmara el propio Cowie.
Su discurso explota los contrastes físicos e individualidades interpretativas, aunque busca uniformidad coreográfica en formas rítmicas diferentes a las percibidas con anterioridad.
OnCuba asistió a uno de los ensayos previos al estreno y durante el encuentro Cowie comentó en exclusiva que su coreografía posee nueve escenas en las que se utilizan los vacíos y silencios. “El movimiento es completamente abstracto con capas de visualidad, significado. Recibe influencia de las danzas indias. Me interesan las caras, los gestos. Para quien se encuentra acostumbrado a más movimientos, Tangos… puede parecerle minimalista, sin embargo si se presta atención suceden muchas acciones en el escenario”, destacó.
De la caligrafía de Zanetti, residente en la actualidad en México, supimos que Retorno reflexiona sobre las memorias y reencuentro de su autor con Cuba. Resulta además la oportunidad de volver a algunas experiencias de su paso por DCC.
Una escritura que entrelaza la danza contemporánea con el carisma que impregna la trova tradicional o la fuerza de la música afrocubana. La coreografía no es novedosa, así lo ha afirmado Zanetti, sino “pequeñas abstracciones de sensaciones vividas aquí. Estoy muy satisfecho y pleno con esta labor, una experiencia mágica”, puntualizó.
El domingo en el teatro Mella, por momentos en Retorno se apreció cierto desorden. Descubrió esa impresión del ir y venir, de coincidencia con el pasado. Sin embargo, este título encargado de cerrar el espectáculo invitó al espectador a compartir las vivencias del autor, comunes tal vez para el auditorio nacional.
Durante estos tres días se repuso en cartelera también la pieza Reversible. Las funciones de viernes, sábado y domingo rindieron homenaje al aniversario 55 de la primera función realizada por DCC el 19 de febrero de 1960.
Desde entonces, “en Danza Contemporánea puede que la obra no resulte la mejor, pero siempre estará muy bien defendida”, afirmó un espectador sentado en platea. Y es que todos sus integrantes entablan un mismo lenguaje, poseen una misma energía. Son la mezcla, como avala el programa de la presentación, de nuestras “raíces nacionales dentro de las más avanzadas y universales técnicas de la danza”.
Cada intercambio de coreógrafos enriquece a la compañía. Busca en la colaboración enriquecimiento, razón por la cual autores internacionales experimentan sus estilos con este cuerpo de baile. Si en este fin de semana encontramos virtuosismo, no es de extrañar que otras figuras de similar renombre al de Luca Bruni Kenneth Kuanstrom, Jan Linkens, Mats Ek, Annabelle López, Billy Cowie o el propio Zanetti hayan arribado a La Habana a contaminar la particular propuesta danzaria de la agrupación.

Danza Contemporánea de Cuba / Foto: Yuris Nórido
Danza Contemporánea de Cuba / Foto: Yuris Nórido
Danza Contemporánea de Cuba / Foto: Yuris Nórido
Danza Contemporánea de Cuba / Foto: Yuris Nórido
Danza Contemporánea de Cuba / Foto: Yuris Nórido
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Danza Contemporánea de Cuba / Foto: Yuris Nórido
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