Los bailarines cubanos están “calentando la pista” en las ciudades rusas. Varios jóvenes caribeños han adquirido una creciente presencia en la nación euroasiática, tras encontrar en los pasos de casino y la plasticidad del baile tropical su manera de insertarse en una sociedad muy diferente, y a veces hostil.
Su talento les ha permitido entrar a concursos de baile en televisión y hasta quedar entre los preferidos, como le ocurrió a Yordanis Forbes Rodríguez, un guantanamero que terminó esta semana como uno de los 13 participantes mejor posicionados del reality show ¡Baila!, del canal estatal 1TV.
“Ser cubano es atractivo yo creo que en el mundo entero”, responde Yordanis a OnCuba desde su casa en Moscú. “En todas partes de Rusia hay cubanos que dan clases de baile y de boca de rusos he escuchado la alegría de conocer gente tan diferente, que sonríe, que tiene ganas, que lleva el ritmo y lo vive”, comenta el bailarín.
Algo similar ha de estar viviendo Edelmiro Girón Fonseca, otro cubano que revolucionó las redes con su coreografía del hit reggaetonero “Guachineo”, que sorprende no solo por la disposición de las bailarinas (todas rusas) sino por la creatividad del movimiento.
https://www.youtube.com/watch?v=rk3DD622nag
Pero no todo es historia de éxito para estos bailadores. Su integración a la cultura eslava ha sido difícil, conflictiva a ratos, nos asegura Forbes.
“Tanto en el concurso como en mi vida cotidiana ser negro, más que ser cubano, me ha causado problemas. Aquí el racismo sí suena”, afirma el exintérprete del Ballet de la Televisión Cubana.
“Me pueden amar por ser negro pero me pueden agredir también. Durante mi primera presentación en la tv me preguntaron cuál era mi idioma nativo y yo respondí que, por supuesto, el español. Al día siguiente apareció en la gráfica del programa: “Yordanis, el de la piel negra, español”… ¡y yo había llenado un formulario con mi nacionalidad cubana bien clara! Ese disparate, en Moscú, no me lo esperaba.
En Guantánamo hay pocos blancos y la gente por allá cuando ve uno le llama la atención, pero de ahí a escupir o hacerle una mala cara o salir corriendo como quien ha visto al demonio, eso jamás lo vi, como lo he vivido aquí…¡y mira que yo ni soy tan negro ni tan feo, la verdad!”.
Pero el envidiable físico y la técnica depurada del ex miembro de varios cuerpos de baile en La Habana finalmente le abrió las puertas de una competencia televisiva de alcance nacional. “Lo que más admiraron los coreógrafos y el público fue el desarrollo de mi cuerpo y la plasticidad con que me muevo; claro, esto es gracias a Cuba, a mis maestros en las escuelas de danza y mi sacrificio personal. Y eso que hace un tiempo no me entreno con nuestra técnica, he hecho pesas y estoy un poco torpe, y además tuve que recuperarme de un accidente de auto.”
En ¡Baila!, Yordanis debió superar durante tres meses todas las barreras para incluirse en el grupo más cercano a los finalistas, entre 3000 aspirantes de toda Rusia y varias naciones exsoviéticas.
“El concurso fue una gran experiencia, a pesar de los inconvenientes. En este tipo de concurso la suerte y caer bien es super importante. Con el idioma pasé trabajo, no hubo un solo coreógrafo que me hablara en inglés o en español, solo uno o dos de los otros concursantes podían decirme algo en español o en inglés. Puedo hablar ruso, pero cuando vienen las emociones, se me hace complicado. En el show no me fue fácil expresarme”, termina por decir.
Pero como el lenguaje de la danza es universal, Yordanis conectó muy fácil con los millones de televidentes. Hablaron sus gestos, y a través de él, habló Cuba.
https://www.youtube.com/watch?v=xmsGJFx5YGw