El antes y el después de la estatua de La República en el capitolio cubano

El expresidente y actual General de Ejército Raúl Castro y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, asistieron la reinaguración de la estatua.

El antes y el después de la estatua de la República, recién restaurada en el capitolio cubano. Fotos: Facebook Katherine Hechavarría.

La emblemática Estatua de la República, la tercera mayor bajo techo del mundo, puede verse nuevamente reparada y cubierta en oro en el vestíbulo del Capitolio de La Habana.

A la reinauguración asistieron el expresidente cubano Raúl Castro y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quien se encuentra de visita oficial en la isla para coordinar la cooperación económica y cultural entre los dos países.

Más de 20 expertos rusos restauraron y aplicaron una fina capa de oro de 24 quilates al monumento, con financiación y técnicas de Rusia.

La estatua, de más de 18 metros de altura, está situada en el vestíbulo del Capitolio habanero, edificio en restauración desde hace casi una década aunque se espera que los trabajos concluyan antes de la celebración de los 500 años de La Habana en noviembre.

El proyecto millonario de cooperación incluye también la reparación y cubierta en oro de la cúpula del edificio, construido entre 1926 y 1929 en semejanza al Capitolio de Washington, considerado el tercero en importancia del mundo por su volumen y sede hoy de la presidencia de la Asamblea Nacional de la isla.

“Cuba es un amigo fiel y socio estratégico de Rusia. Nuestra relación ha pasado por la prueba del tiempo y hoy sigue desarrollándose. (…) Este proyecto conjunto es un ejemplo de esa cooperación y testimonio de la amistad que nos une”, dijo Lavrov durante la ceremonia.

Esculpida por el italiano Angelo Zanelli, que también firmó los frisos y las dos grandes estatuas que coronan la escalinata del edificio, la República cubana está inspirada en la diosa griega Palas Atenea y modelada a la imagen de dos cubanas: una mujer blanca de la alta burguesía para el rostro y una mulata para el cuerpo.

Representa la virtud tutelar del pueblo cubano y preside los 120 metros del “Salón de los Pasos Perdidos”, el más bello del Capitolio del país caribeño.

A los pies de la escultura se ubica la réplica (el original se encuentra en una bóveda del Banco Central de Cuba tras dos famosos robos) de un diamante que perteneció a Nicolás II, el último zar ruso, y ahora marca el kilómetro cero de las carreteras cubanas.

En el centro de la sala se eleva la enorme e icónica cúpula del Capitolio de La Habana, en la que trabajan especialistas rusos y que debe quedar terminada el próximo septiembre, según adelantó el Historiador de La Habana, Eusebio Leal.

Leal también agradeció al presidente ruso, Vladímir Putin, el “donativo que permitió hacer posible la obra”.

Al terminar la ceremonia, a la que asistieron además el canciller cubano, Bruno Rodríguez, y el presidente de la Asamblea, Esteban Lazo, Lavrov y Castro se acercaron a conversar con los especialistas rusos, a quienes el expresidente cubano explicó la composición del Parlamento y agradeció el esfuerzo en la restauración del monumento.

Aunque no se incluye en la agenda oficial de la visita de dos días que el jefe de la diplomacia rusa cumple en La Habana, es probable que Lavrov se reúna con el actual mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, que visitó Moscú y firmó junto a Putin varios acuerdos de cooperación económica y cultural.

(Con información de EFE).

Salir de la versión móvil