En la Habana… el Rey de la selva

El histórico cañonazo de las 9:00 pm anunció desde la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña que era tiempo de comenzar. Se hizo la luz sobre el escenario del Anfiteatro del Centro Histórico de La Habana Vieja y los animales lo tomaron como suyo.

No hablo por pura metáfora ni fue un show del Zoológico Nacional… la compañía de este espacio teatral de la ciudad presenta desde finales de julio El Rey León, dirigido por el maestro Alfonso Menéndez e inspirado en el clásico de Broadway.

Estrenada en 1994 con música original del compositor e intérprete inglés Elton John, la conocida trama The Lion King, de la productora Walt Disney, se llevó tres años más tarde a las tablas del musical y debutó en el Orpheum Theatre, de Minnesota.

La obra original debutó en Broadway en el Teatro New Amsterdam el 15 de octubre de 1997 en vistas previas con la inauguración oficial el 13 de noviembre de 1997. Hoy día es el séptimo espectáculo de Broadway en cartel durante más tiempo en la historia. En abril de 2012 se convirtió en el espectáculo más taquillero de todos los tiempos del circuito teatral más famoso e importante del Mundo,  habiendo ganado 853,8 millones de dólares.

La versión cubana que recrea Menéndez trae a la escena una pradera africana con leonas y leones, gaviotas, gacelas, hienas, aldeanos, cebras, jirafas y elefantes. Se conjuga además con una acertada producción musical donde se interpretan como guión dramatúrgico de la historia los temas que ya infantes y adultos conocen de la versión animada de Disney, por la que Sir Elton John obtuviera el Oscar; junto a otras canciones que complementan la trama.

La historia es prácticamente la misma. La trama gira en torno a Simba, el único hijo de la reina Sarabi y de Mufasa, rey de la sabana y jefe de La Roca Real. Skar, hermano de Mufasa lo asesina, y usurpa su trono inculpando a su joven sobrino de la muerte de Su Majestad. Simba huye y lo educan dos divertidos y singulares personajes: Timón y Pumba. Casualmente cuando ya el joven león crece y toma un asombroso parecido con su padre, se encuentra con su amiga de la infancia Nala, con quien lo une ahora algo más que una amistad. Juntos regresan a la Roca Real y hacen justicia. Skar por su parte, es devorado por las hienas al descubrir estas la traición del león.

Acertado el baile para dar brillantez a esta obra donde es disfrutable lo mismo un toque de danza contemporánea, folklórica tan apegada a nuestras raíces, de rock’n roll, todos con un estudiado trabajo teatral, equilibrando drama y comedia por momentos para mantener vivo el interés de todo tipo de público.
Temas musicales conocidos como Hakuna Matata, El siglo sin fin, Él vive en ti, entre otros se unen al baile para dar muestra de la vitalidad de este género olvidado de las tablas cubanas; y permiten el lucimiento de alrededor de 40 actores que participaron en la puesta, en su mayoría aficionados.

El musical es un tipo de teatro costoso en su producción,  lo cual conllevó a la falta de escenografía de peso que nos trasladara a la sabana; balance que se buscó en un acertado y espectacular vestuario que permitió la movilidad sobre las tablas y el desborde escénico de los actores, a pesar de la poca experiencia de algunos y de lo fluctuante de las interpretaciones.

Al decir de Alfonso Menéndez, uno de los pocos directores de teatro que apuesta por el musical en la Isla, en entrevista concedida a la emisora Habana Radio. “El Rey León  ha sido una empresa muy comprometedora y ambiciosa, no solo por la producción que será la gran incógnita que el conocedor vendrá a despejar. Lo es mucho más por su partitura, sus coros y las interpretaciones que demanda de los solistas, pues Elton John, a los cinco números originales del filme animado, agregó para la puesta en escena, doce temas más que constituyen verdaderas joyas musicales”.

El Rey León es solo el último de los musicales que se une a la larga lista de otros estrenados sobre las tablas del Anfiteatro desde hace diecisiete años. El fantasma de la Ópera, Las Leandras, La viuda alegre, El jorobado de Notre- Dame, La Bella y la Bestia o Cats, son solo algunos de las adaptaciones que ha realizado Menéndez para mantener vivo el teatro musical en nuestro país.

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