Enriqueta Favez, del siglo XIX al XXI

Fotos: Duber Piñeiro

Por andar vestida de hombre es el título del libro del doctor en ciencias históricas Julio C. González Pagés, que recupera la biografía de la primera mujer que ejerció la medicina en Cuba, un personaje  que trascendió su época por esa y muchas otras razones…

Nacida en 1791 en Lausana, Suiza, Enriqueta Favez pasó gran parte de su vida vestida de hombre, saltando así todos los límites que le imponía la sociedad del siglo XIX. De esa forma no solo se graduó de medicina en la Universidad de la Sorbona en París; sino que combatió en más de diecisiete batallas del ejército napoleónico. Así arribó también a nuestra Isla, donde llegó a ser uno de los tres únicos cirujanos de Cuba en la primera mitad del siglo XIX.

Razones de sobra para entrar en la historia como una mujer excepcional y precursora, pero lamentablemente no fueron esos los motivos que la hicieron célebre en su tiempo.

Los hechos por los que se hizo famosa en la Isla fueron su matrimonio con la cubana Juana de León y el posterior descubrimiento de su verdadero sexo y el escandaloso juicio en que se vio envuelta por este motivo.

Julio César González Pagés descubre a Enriqueta en 1994, justamente a través de su expediente judicial que rezaba textualmente que era acusada “por andar vestida de hombre”. A partir de ahí comenzó a indagar, supo que había sido deportada, que se había convertido en monja  y  muerto posteriormente en New Orleans.

Durante sus estudios en una universidad neoyorkina, Julio César  puso un anuncio público recabando información, gracias a lo cual apareció una familia que conservaba las cartas de amor entre Enriqueta y Juana. Sus pesquisas lo llevaron también a Suiza, donde encontró elementos sobre su origen.

“Fue una persona extraordinaria, pero las mujeres extraordinarias en ese tiempo pagaban con un aplastamiento total y creo que es una enseñanza porque todavía las mujeres que son diferentes tienen que pagar, por lo que quería que su historia sirviera para luchar por derechos que en Cuba todavía no estaban claros, como los de las parejas del mismo sexo, y  otros”, explica Julio César.

Tan es así, que aunque el libro está listo desde el 2006, solo ahora ve la luz, ya que entonces alguien consideró que los lectores cubanos “aún no estaban preparados para ese tipo de historia”, afirma Pagés.

“Es un libro de corte histórico pero para debatirlo en el presente, porque sigue siendo duro ser mujer, hoy mismo parte de esa historia se sigue cumpliendo” concluye.
 

Salir de la versión móvil