El Hotel Sagua muere a diario.
Nadie pensó en 1925, cuando comenzaron a moverse las primeras piedras, que hoy estaría en ruinas. La entonces Compañía de Seguros y Finanzas de Sagua apostó por construirlo y muchos dudaron que la majestuosa inversión diera frutos. De hecho esta duda hizo que se detuviera por falta de presupuesto, pero se retomó y solo en dos años quedó lista la obra arquitectónica.
Fue tan llamativo en su época que lo considerado uno de los más lujosos de Cuba. En la región central no había otro tan moderno, por su equipamiento, mobiliario y diseño. Muchos años han pasado por encima del llamado en su momento Gran Hotel Sagua.
Pero más ha sido la despreocupación que se ha quedado acumulada en su despensa. Con ella también el dolor de los sagüeros que vemos cada día cómo muere esa pieza de increíble valía en la geografía local.
Los intentos por rescatarlo han quedado en el camino, el empeño nunca ha sido suficiente, ni los recursos, ni la disposición. Más que las tantas habitaciones que tuvo, el bellísimo restaurant, los amplios salones o su pérgola, ya perdidos por el paso del tiempo, se fue de allí el espíritu de grandeza que animaban sus días. Hoy el hotel es una sombra mustia, de día languidece y en las noches asusta su soledad y abandono.
¿Nada podemos hacer ante esta queja eterna que nos marca? La Villa de la Purísima Concepción de Sagua la Grande, en Villa Clara, cumple este 8 de diciembre 203 años de fundada. El encanto de La Grande…¿se pierde?
