En cada barrio de Cuba hay un Facundo

Foto: periódico Escambray

Foto: periódico Escambray

El primer personaje que interpretó fue Arsenio Martínez Campos, el Capitán General que propone a Antonio Maceo la paz del Zanjón.  El entonces estudiante Andy Vázquez convirtió –dice que sin intención– lo que debió ser la escena dramática para un acto político en pura comedia. Con ese debut, el alumno de Construcción Civil obtuvo dos lecciones: el señalamiento  de  los directivos de la escuela porque el objetivo de la puesta no era provocar risas, y sobre todo, el indicio de lo mucho que empezaba a disfrutar del humor.

Andy Vásquez, quien cada lunes se convierte en Facundo Correcto, Ángel Bueno (Aguaje) o Bienvenido Blanco Blanco, en el estelar programa humorístico Vivir del Cuento, ya no recuerda cómo es pasar desapercibido. La prueba está en que mientras conversa con OnCuba,  fue necesario detener la entrevista varias veces: casi la totalidad de las personas que pasaban lo miraban, reconocían, murmuraban, “ese es el de la televisión”.  Para algunos era suficiente tener la certeza de que era él, pero otros se detenían para tomarse una foto, pedirle un autógrafo, felicitarlo por sus actuaciones y hasta quejarse de “los Facundos” que tienen como vecinos.

“Desde la misma escuela de Construcción Civil estaba en un pequeño grupo, hicimos algunas puestas en los actos, actividades, pero como aficionados siempre. Luego llego a mi primera compañía importante: Onondivepa. Con ella  recorrí todos las salas  de la Isla y aprendí a hacer humor de teatro”, recuerda.

No es muy conocido pero Vázquez también ha interpretado papeles dramáticos en la televisión.  El primero fue en 1996, en la novela Prefiero la rosa, junto a actores como Daysi Granados y Adolfo Llauradó. Pero su primer trabajo humorístico en la televisión fue en El selecto club de la Neurona Intranquila. “Lamentablemente ese personaje no tuvo mucho éxito. No lo supe defender bien”, recuerda el actor.

De la experiencia fallida salieron nuevas puertas, como los espacios Jura decir la verdad y Deja que yo te cuente, hasta llegar al espacio con Carlos y punto, junto al presentador Carlos Otero.

Precisamente junto a Carlos Otero interpretabas a Hércules Varona, un personaje que a pesar de haber  gustado en los últimos tiempos apenas lo interpretas. ¿Por qué?

En el mismo Carlos está la respuesta. Él me hacía una “pala” increíble. Podía explotar todas las potencialidades de Hércules, el tipo evidentemente amanerado pero que siempre estaba hablando de mujeres y lo Casanova que era. Después que se fue Otero de Cuba, intenté hacerlo con nuevos presentadores pero no me satisfizo el resultado.

https://www.youtube.com/watch?v=QNn-ihs0C6Q

¿Cómo te incorporas a Vivir del cuento?

El programa había comenzado hacía poco. Me encontré a Luis Silva en la calle y le comenté mi interés en trabajar allí. Él me dijo que no había presupuesto para pagar más actores. Le contesté que no me importaba, que empezaba gratis.  Así entré.

Paulatinamente fui encarnado personajes pequeños. Me resulta sencillo desdoblarme e interpretar varios roles, y eso le era funcional a la dirección del programa porque lo mismo me vestía de plomero que de intelectual. Llegué a desarrollar 23 personajes distintos entre ellos Bienvenido, Aguaje y Facundo, los cuales he mantenido.

Foto tomada de su perfil de Facebook
Facundo Correcto. Foto tomada de su perfil de Facebook

¿Cómo construiste el personaje de Facundo Correcto?

Había que hacer un vecino y se me ocurrió ponerme la guayabera. Con el pelo, después de tantas pelucas, ya no sabía qué hacer y decidí  pintarme un poco. Posteriormente le agregué el lapicero, un sellito, el cual aclaro que no es de los combatientes porque ese sello ha generado polémica: me han buscado directivos de la Asociación de Combatientes para verificar si el sello es de ellos, pero el broche no tiene nada que ver con la organización, proviene del turismo, fue un regalo de uno de mis primos que trabaja como guardia de seguridad en un hotel.

La voz de Correcto se me ocurrió en ese momento, buscando variar,  y como el personaje era un vecino que tendría dos bocadillos y no volvía a salir en el programa, no creí que tuviese que hacerla de nuevo. El resultado fue que gustó y ahora tengo que seguir con ella a pesar de que es complicado estar una hora en el teatro imitando ese tono.

¿Facundo tiene algún referente específico?

Facundo es en apariencias el vecino más serio, responsable, comprometido, está pendiente de que todo esté en orden, siempre está preparando actividades o recogiendo dinero para las coronas; pero en el fondo también está para “resolver”. Él  anuncia que hay una reunión, alguien le habla de una cena y entonces él pospone la reunión y se va a cenar.

El éxito del personaje está en cada barrio de Cuba hay un Facundo. Por eso ha gustado. En él la gente ve su realidad y pueden reírse a través de este rol, de lo que no pueden reírse en el CDR.

No tiene un referente específico pero sí se nutre mucho de la gente, las mismas personas que se me acercan en la calle me dan ideas sobre lo que les pasa en sus barrios con sus propios “Facundos”: si lo vio bajando una caja de X producto y sin más le preguntó por los papeles, si lo vigila… y así, muchas historias

¿Aguaje?

A Ángel Bueno lo creo Antonio Berazaín. Me resultó fácil de madurar porque yo vivo en Belén en la Habana Vieja. Estoy rodeado de muchachos así. En cada esquina tengo un Aguaje.

¿Y Bienvenido Blanco Blanco?

Es la pareja de Pánfilo en el dominó, un señor muy fino y culto. A este personaje he pensado añadirle características de Hércules Varona, el amanerado mujeriego. Y para el año entrante quiero encarnar otro rol. He pensado en un campesino que emigra desde Oriente y, por supuesto, no quiere regresar.

Escena del programa. Foto tomada de su perfil de Facebook
Escena del programa. Foto tomada de su perfil de Facebook

¿Cuál es la dinámica  del programa?

El programa se nutre de varios guionistas, aunque dos son los principales: Jaime Fort, quien estuvo más de un año en España y nunca dejó de escribir, incluso nos sorprendía cómo estaba tan al tanto de realidad inmediata cubana, y el otro es Antonio Berazaín.

Recibimos los guiones, hacemos un trabajo de mesa donde los actores aportamos ideas, el escritor las recoge, reescribe el guión, luego lo trae, se nos ocurren cosas nuevas y hay que volver a reescribir. Puede pasar 3, 4 veces, nadie se molesta. Todos buscamos que el programa quede lo mejor posible. Al final la idea central es del guionista pero nosotros inyectamos muchos chistes.

Y cuando graban en exteriores…

¡Una locura! A veces  hemos querido grabar en lugares y no hemos podido. Hicimos un programa sobre la Wifi en un parque donde había más de 30 policías, pero la gente quería vernos, hacerse fotos, autógrafos, hablarnos y no podemos ni queremos decirle que no a alguien que está demostrándonos cariño.

Al contrario, los incorporamos a nuestras bromas. Hay un chiste que hacemos siempre: cuando alguien llega  a tomarse una foto, le sugerimos que le entregue su celular a otra persona (quien es parte de nuestro colectivo pero no lo decimos) luego distraemos al que quería la foto y cuando se vira hacia la cámara desapareció su celular y la persona que lo tenía. Lo dejamos unos minutos sufriendo la pérdida y después le explicamos que era una broma, una especie de cámara oculta.

Grabación en exteriores. Foto tomada de su perfil en facebook
Grabación en exteriores. Foto tomada de su perfil en Facebook

De todos los programas grabados hay tres que, quizás por prohibidos, resultaron aun más atractivos que los demás. ¿Qué pasó con estos capítulos?

Las emisiones sobre el Paquete, los carros rusos y los turrones tuvieron reticencia a la hora de transmitirlos.  Los congelaron en una gaveta porque si alguien se imagina que le traerá algún problema, determina que no salen. Así estuvieron hasta que fuimos buscando una respuesta y allí los directivos corroboraron que podían ser transmitidos. Al final, casi dos años después, lo hicieron. No había nada en ellos censurable.

Uno de ellos, el del turrón, solo fue televisado por Cubavisión Internacional, y nos explicaron que se veía publicidad a un negocio privado y que no era justo con los demás cuentapropistas que saliera un negocio sí y otros no.

El resultado fue que esos programas tuvieron, sin dudas, más audiencia que los que se transmitieron sin problemas. Se ha comprobado que cuando quieres que algo tenga éxito, censúralo.

Vivir del cuento podría pensarse como uno de los programa más críticos de la televisión. Son continuas sus alusiones o parodias a sujetos de la realidad cubana, ya sea el gerente con un nivel de vida superior a sus ingresos, el burócrata, el delegado, el administrador que no tiene productos en su taller pero los  vende por “la izquierda”… ¿se ha sentido apuntado alguien ante estos moldes que presenta el espacio?

Trabajamos el humor con mucho respeto, tratando de no herir sensibilidades. En una ocasión nos mandó una carta precisamente un gerente, de las provincias orientales, explicándonos que él no era como su homólogo de Vivir del cuento, que él era una persona muy honesta, que no vivía con esos privilegios.

Nosotros le respondimos que en el espacio se habla de “el gerente”, no de “los gerentes”. En esa individualización radica el respeto. No generalizamos. Sabemos que como mismo hay muchas personas semejantes a los personajes negativos de  Vivir… hay otros que no son así.

Facundo es muy propio de Cuba, ahora, por primera vez lo interpretarás fuera del país, en Estados Unidos. ¿Cómo crees que resulte la acogida?

Mario Sardiñas (Chequera) y yo teníamos previsto ir desde hace algunos meses, pero en aquella ocasión se nos negó la visa. El espectáculo lo hicieron Luis Silva, Omar Franco y Mente Pollo, pero incorporaron al show unos videos que  grabamos donde Facundo le daba consejos, decía que se cuidaran, que se portaran bien, las cosas que se le ocurren a alguien como él, y el público lo aplaudió.

Ahora nos otorgaron las visas y vamos a dar los consejos allá, en directo (se ríe).  Aun falta medir la aceptación del personaje, pero creo que será buena. Un personaje como este es parte de la identidad del cubano. Puedes estar en Miami o en La Habana, pero en algún momento todos conocimos al compañero correcto de la circunscripción.

Andy Vázquez y Mario Sardiñas (Chequera) celebran la visa otorgada para ir a Estados Unidos. Foto tomada de su perfil de Facebook
Andy Vázquez y Mario Sardiñas (Chequera) celebran la visa otorgada para ir a Estados Unidos. Foto tomada de su perfil de Facebook

https://www.youtube.com/watch?v=JwzBtszKrV4

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