El malecón habanero acogerá este viernes una gran cena de fin de año. La noticia cuenta con una novedad adicional: la comida está organizada por la Asociación de Vegetarianos de Cuba (AVC) de conjunto con autoridades del municipio capitalino Plaza.
Según lo anunciado por Esperanza Valverde, vocera de la AVC, la cena seguirá los patrones de la dieta vegetariana estricta, por lo que no tendrá la tradicional carne de cerdo como plato fuerte.
De hecho, no incluirá ningún tipo de carne ni tampoco huevos o productos lácteos, decisión que contó con el respaldo unánime de la incipiente comunidad vegana de la Isla pero que ha provocado rechazo de los lacto-ovo-vegetarianos, cuyos integrantes sí incluyen las posturas de aves, la mantequilla y la leche en su alimentación.
También se ha recibido una protesta formal de la Sociedad Cubana de Productores de Carne de Cerdo, entidad que considera la posibilidad de elevar sus quejas a las autoridades del Ministerio de Agricultura.
No obstante, la organización de la cena ha seguido adelante y en lugar de carne contará con diversos platos de viandas y vegetales, desde ensaladas mixtas hasta cocidos. También habrá frutas a manera de entrante y jugos bajos en azúcar. De acuerdo con Valverde, “los comensales podrán optar entre el congrí y el arroz blanco con potaje de frijoles, y como detalle adicional se ofertarán frituras de malanga y berenjena. Todo en buenos precios y asequible en las dos monedas”.
La ubicación de las mesas será en La Piragua, 23 y Malecón. Todos los interesados tendrán la oportunidad de asistir, sin distinción entre cubanos y turistas. Los miembros de la AVC tendrán asientos reservados, al igual que funcionarios e invitados especiales.
Valverde insistió en que los precios no dependerán del valor de los productos agrícolas en los agromercados, sino que han sido fijados de conjunto con la Dirección Municipal de Gastronomía, entidad que asumirá la elaboración de los platos con la supervisión de la AVC.
Por su parte, el suministro de las frutas, viandas y vegetales correrá a cargo de cooperativas agropecuarias de las vecinas provincias de Artemisa y Mayabeque, seleccionadas vanguardia por la calidad de sus producciones.
Cada comensal tendrá la posibilidad de solicitar un entrante y una ensalada gratuitos, cortesía de los organizadores, como manera de promover la dieta vegetariana, aún de poca popularidad entre los cubanos. Además, “se ofertarán jabas de nylon y recipientes plásticos en caso de que alguien desee llevarse algunos alimentos a su casa”, comentó la vocera.
La selección del viernes como fecha de la cena busca respetar los encuentros familiares que cada 31 de diciembre tienen lugar en Cuba. “Así no hay interferencia y quizá inauguramos una nueva tradición”, dijo Valverde; quien comentó además que inicialmente la idea fue realizar la comida en el malecón de Centro Habana, pero los vecinos de la zona protestaron. “El cerdo es sagrado para nosotros”, fue su respuesta a la petición de la AVC.
En contraste, Clodomiro Delgado, vecino del municipio Plaza, comentó su satisfacción con la iniciativa. “Claro que me gusta la carne”, afirmó, “pero al menos se hace algo distinto en el malecón, más ahora que parece que ya no van a poner la wifi…”.
El anuncio de la gran cena vegetariana fue hecho en la mañana de este 28 de diciembre, en conferencia de prensa realizada en el restaurante El Bambú del Jardín Botánico de La Habana. De acuerdo con Esperanza Valverde, con ello se pretende saludar el día del vegetarianismo, que se celebrará el próximo 1ro de octubre, y también el Día de los Santos Inocentes.
Si usted creyó todo lo dicho anteriormente, sepa que se trata en realidad de una broma, inocente y de buena fe, como la que cada 28 de diciembre hacen muchas personas en Hispanoamérica a sus amigos y allegados, y como la que también muchos medios de prensa dedican este día a sus lectores.
OnCuba aclara que no tiene nada en contra de la comunidad vegetariana ni las tradiciones culinarias cubanas; y aprovecha la ocasión para invitarlos a practicar una dieta sana, para la salud y el bolsillo. Y ya que estamos, ¿cabría en Cuba una cena de fin de año sin el consabido cerdo?