Amarilys Núñez ha vivido para el teatro. Confiesa haberlo sentido siempre como “un acto de fe, amor y entrega viva”. Esta actriz le ha regalado a las tablas más de una veintena de puestas, desde Yerma hasta Delirio Habanero. Pero Amarilys es una artista que ha ido creciendo, a la par, en la televisión.
Gracias a ese medio se convirtió en una artista con gran popularidad y reconocimiento público en Cuba. Aunque ella, le confiesa a OnCuba, siempre anheló experiencias más altas, como la que ahora le ofrece CubaMax TV, el negocio que ha puesto producciones audiovisuales cubanas en las parrillas de la señal por cable de Estados Unidos.
“Desde hace tiempo tenía deseos de incursionar en el medio de otra manera, de apostar por nuevos retos detrás de cámara. Cuando me ofrecieron la dirección de la programación del canal CubaMax acepté de inmediato”, revela.
Recientemente en Cuba te vieron en la pequeña pantalla con el personaje de Julia, en la telenovela La otra esquina. ¿Cuándo fue que emigraste?
“Cambié mi vida por amor. Establecí una nueva relación sentimental que me ha traído hasta aquí. Por otra parte, crear un canal de televisión toma tiempo. Me dediqué durante el último año a trabajar en el proyecto.
“Desde su gestación misma fui parte de este propósito del que me siento profundamente orgullosa. Además estoy consciente de la responsabilidad que tenemos y de la importancia que tiene CubaMax para mi país y para nuestros artistas. Todos los artistas que siguen haciendo arte y cultura en la Isla o los que viven fuera de ella.”
¿Quiénes son los gestores de este canal?
“La idea de CubaMax TV es de la Compañía española Idaobex Living. Pero Dish Latino y RTV Comercial juegan un papel primordial en el funcionamiento, la calidad y la promoción del producto.
Una nota publicada en medios cubanos anunciaba que la programación de CubaMax sería seleccionada por RTV Comercial, la empresa comercializadora del Instituto Cubano de Radio Y Televisión. ¿Es completamente así?
“La decisión de cuáles serán los contenido es conjunta. Todas las partes deben acordar lo mismo. Por supuesto, siempre en aras del mejor desenvolvimiento del canal”.
¿Habrá un espacio en CubaMax TV para propuestas de realizadores independientes?
“Sí. Todos estamos de acuerdo en que la calidad de nuestros creadores independientes es muy alta. De cualquier manera cada decisión se toman bajo la base del respeto mutuo”.
“El trabajo es inmenso. Un canal consume y consume materiales sin parar. Además hay que ajustar muchas cosas técnicas a diario. Las tecnologías usadas en Cuba son diferentes a las que se utilizan aquí. Pero tenemos un equipo liderado por Sebastian Velázquez que funciona las 24 horas y mantienen en curso la programación.
“Nos queda todo por hacer. El canal acaba de nacer pero deseos, trabajo y buena voluntad nos sobran. Y adelanto que nuestros propósitos van más allá: luego de consolidado y fuerte, queremos empezar a coproducir tanto en Cuba como en Estados Unidos. Queremos ser una manera más de que el acercamiento entre los cubanos sea tangible”.
El proyecto en el que participa Amarilys Núñez no estará exento de retos. La compañía de televisión por satélite Dish Network cuenta con 14 millones de subscriptores en Estados Unidos y con la incorporación de este nuevo canal pretende no solo dirigirse a los cubanoamericanos, sino llegar también a los hispanos residentes en ese país, un mercado muy cubierto por grandes corporaciones de la industria cultural.
Para mantener la idea a flote, sus gestores tendrán que conseguir además mantener la confianza y el diálogo en una relación que incluye a decisores políticos cubanos; y necesitarán —probablemente en el futuro más inmediato— interactuar con los realizadores audiovisuales independientes del archipiélago, quienes para entablar relaciones con proveedores internacionales de servicios, como CubaMax TV, requieren de un reconocimiento legal en su país que hoy no tienen.
Todo ello es muy probable que no se exprese nunca en las pantallas del canal. Es el entramado tras bambalinas, el que trata de solventar quizás con su talento histriónico la cubana Amarilys Nuñez.