El tema “Havana”, de la cubanoamericana Camila Cabello, fue uno de los sucesos musicales del pasado año no solo Estados Unidos, sino en muchas partes del mundo. Por esto, no sorprendió que la joven artista, de 21 años, abriera con su hit la ceremonia de los 61°Premios Grammy celebrada en el Staples Center de la ciudad de Los Ángeles.
La estrella del pop compartió escenario con iconos de la música latina como su coterráneo, el trompetista y pianista Arturo Sandoval, el cantante puertorriqueño Ricky Martín y el reguetonero colombiano J Balvin.
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El hit de Camila Cabello es un homenaje a la “Havana de su abuela”, según ha señalado la propia cantante que con su éxito ha llamado la atención desde diversos sectores hacia Cuba y la música latina.
La presencia de los artistas latinos estuvo acompañada de un claro mensaje político. Los músicos se unieron para cantar “Havana” y “Mi gente”, un tema de J Balvin que ha subido a lo más alto de la música de la región.
Durante la apertura de la ceremonia el cantante colombiano sostuvo un periódico con el titular “Build bridges not walls” (construye puentes, no muros), una evidente crítica a las intenciones del presidente Donald Trump de levantar un muro en la frontera con México.
Camila Cabello salió de Cuba a los 6 años con su madre hacia México y luego se establecieron en Estados Unidos, donde cobró notoriedad durante su paso por el grupo de pop Fifth Harmony.
En 2016 abandonó las filas de la alineación para iniciar su carrera en solitario con la que ha se convertido en una de las principales artistas latinas en Estados Unidos. No obstante, en los últimos meses ha dejado una puerta abierta a posibles colaboraciones con su antigua banda.
Camila ha acompañado la resonancia internacional de su carrera con una marcada postura política en contra de las leyes propuestas por el presidente Donald Trump contra la entrada de inmigrantes a Estados Unidos y la deportación de miles de indocumentados que llegaron al país norteño de la mano de sus padres y que son conocidos como “dreamers”.