La Letra del Año: un modelo de pronóstico

Lo que todavía no entendemos en los disignios de la Letra de este 2020. Dos babaláwos cubanos nos ayudan a desentrañar esos pasajes más crípticos.

Foto: Ernesto Mastrascusa/EFE.

Como cada inicio de año desde finales del Siglo XIX[1], las mayores dignidades de la santería cubana (Regla de Ocha-Ifá) se runieron en ceremonia para interrogar al oráculo por las predicciones que habrán de regir sus vidas los próximos 365 días; vale decir, la próxima vuelta de la tierra alrededor del sol. Estos designios aluden por igual a religiosos, aleyos[2] y no creyentes, y tienen, según dicen, alcance universal.

Un grupo importante de practicantes de esta religión, procedentes de diferentes ramas o familias, desde hace algunos años decidieron unificar la Letra del Año, en favor de la mejor comprensión de vaticinios y prohibiciones.

En la actualidad, la Asociación Cultural Yoruba de Cuba es la entidad con mayor autoridad que patrocina el rito y la divulgación de la Letra. Hay que agregar que en otros países también se consulta a Ifá por estas fechas, y se obtiene un odu o signo regente[3]. Incluso, en Cuba, otras letras se promulgan cada año, en paralelo a la oficiada con el auspicio de la ACYC.

Las prescripciones para el 2020 ya han sido ampliamente publicitadas. En resumen, podemos decir que será un año regido por el signo Ogunda Bede[4]. La oración profética es “Osorbo Acoba Lowo Araye. Orumila Onire”; Oshún, acompañada de Obatalá, será la deidad que gobierne; y la bandera del período ostenta el color amarillo y lleva ribetes blancos.

Como quiera que el lenguaje de Ifá, por metafórico, es críptico, le he pedido a dos babaláwos amigos que aclaren algunos detalles sobre la Letra de este año para los lectores de OnCuba. Son ellos Gerardo Frómeta (Ifatooyangan) y Juan Mesa (Fatumbí). Frómeta es Máster en Educación Avanzada, y Mesa ostenta el grado de Doctor en Antropología Teológica.

Gerardo Frómeta. Foto: Alex Fleites.

Juan Mesa. Foto: Cortesía del entrevistado.

OnCuba: ¿Qué es la Letra del año?

Juan Mesa: La Letra del Año es el modelo de pronóstico de los acontecimientos a ocurrir en un ciclo vital de 365 días, de acuerdo con el sistema de conocimientos recogidos en Igbi bogbo fá, texto sagrado del sistema religioso de Ifá.

El odu que regirá en ese período se determina en ceremonia que debe concluir el 1 de enero en horas de la madrugada. Participan en la ceremonia muchos dignatarios religiosos (babaláwos, iyanifás, oriatés, babaloshas e iyaloshas[5]), procedentes de todas las provincias de Cuba y de otras latitudes, que se reúnen en La Habana a tal fin.

OC: Ogunda Bede, el signo regente, ¿qué significa?

Gerardo Frómeta: Es uno de los 256 odu (signos) del oráculo de Ifá.

Literalmente quiere decir: “Ogún, con su machete, apoya”. Aunque la interpretación de este signo es muy variada, a nivel ecológico significa un peligro potencial de actividad sísmica y volcánica. Es la fuerza natural del magma terrestre (Ogún) que ya no puede ser contenido y busca abrirse camino a la superficie; toma un tiempo para que este magma se enfríe en la atmósfera o en el agua del océano. Pueden formarse nuevas tierras o islas, pero en este proceso todo lo que esté en el camino será arrasado.

En el plano humano, representa un aumento de las preocupaciones y estallidos de mal humor, discusiones y conflictos. Aparecerán personas con sentido común que ayudarán a calmar la situación. Un fragmento de un poema dice:

“Ògúndá fue a la casa de Ogbè y obtuvo paz mental”.

En el proceso de que la lava, que contiene Hierro fundido, se enfríe con el agua se producirá la oxidación de este metal; esto puede motivar un aumento de las enfermedades a nivel global. No es un vaticinio fatídico, los babaláwos hacemos ebo para que esto no ocurra, o para que los daños sean los mínimos.

Un aspecto destacable a nivel mundial sería la necesidad de cumplir los tratos y convenios. Las palabras claves son HONESTIDAD y SINCERIDAD en todo momento. Cualquier pequeña mentira o engaño puede traer el fracaso total de un proyecto y, a mayor escala, la pérdida de credibilidad y confiabilidad.

OC: ¿Es infalible la Letra del Año?

JM: La infalibilidad de la Letra depende de la interpretación correcta de los odu que hayan salido en esa ceremonia. Independientemente de las interpretaciones, el documento sagrado no contiene equivocación posible, de ahí la consabida frase de que “Orula no se equivoca”.

Te cuento: En 1961 la Letra correspondió al odu Osa ojuani, que en uno de sus patakís[6] cuenta la historia de Dadajuero, el hombre que construyó un aparato que le permitió volar al cosmos. Ese año se concretó la hazaña de Gagarin.

OC: ¿Qué importancia tiene que rija el año Ochún, sincretizada en Cuba como la Virgen de la Caridad; por demás, patrona de los cubanos.

GF: Que el año esté regido por Ochún puede indicar que hay que aumentar la relevancia que se le debe dar a la mujer. De hecho, las mujeres tendrán un rol muy significativo este año, y su influencia social aumentará.

OC: ¿Qué expresan los colores de este año, amarillo con ribetes blancos?

JM: Las banderas tienen los colores de las deidades regentes del año, y se colocan en las casas templo y hogares de los practicantes, como indicadores de que se reconoce como autoridad de ese período, a estos orishas. Los códigos de colores también se corresponden con el tipo de energía natural consciente y con dominio del ámbito natural que cada orisha posee. Amarillo, Oshún; blanco, Obatalá.

OC: ¿Se debe privilegiar esos colores en el vestir durante este período?

JM: No estaría de más.

OC: ¿Cómo interpretas la profecía: Osorbo Acoba Lowo Araye. Orunmila Orile?

GF: El odu se interpreta a nivel general, porque es para todo un año y para la vida en el planeta; pero si me pides descifrar la profecía, pudiera ser de esta manera:

Un aumento de los conflictos personales y sociales, donde se verán involucrados elementos ajenos a estos problemas, que al final serán resueltos favorablemente. Incremento de las enfermedades que involucren la sangre y órganos internos, tales como presión arterial y úlceras, entre otras.

Un punto importante es que para que esto no afecte se debe ofrecer ebo. El ebo y mantener una conducta honesta es la clave para salir bien de cualquier situación. Cada seguidor de Ifá debe acudir a su babaláwo.

Quisiera agregar que Ifá está recomendando a sus seguidores que realicen cada 17 días los rituales de Itadogun, es decir, el comienzo de un nuevo mes. Sobre esto dice Ifá:

Las hojas frescas de Iroko con su final puntiagudo

Adivinaron Ifá para Orúnmila

cuando iba a comunicarse con su Ikin (semillas de Ifá) en el período de 17 días.

El período de Itadogun

El período de Itadogbon

Nunca le debe faltar al babaláwo.

Como miembro de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba, aclaro que esta interpretación no sustituye a las recomendaciones brindadas por el Consejo de Mayores; simplemente es mi lectura personal.

OC: El ebo que se indica, ¿puede cualquiera hacerlo por su cuenta?

JM: El ebo (sacrificio) anual y las ofrendas de rigor, son actividades orientadas para el cuerpo de practicantes del sistema Osha-Ifá. Son oficiadas por los sacerdotes mayores (iwayú, o vigilantes del carácter; o, en su defecto, por los oyugbona u oyulonas, vigilantes del camino), también llamados padrino y segundo padrino, respectivamente.

Déjame recalcar que para este año es primordial mantener la integridad moral y la honestidad, aspectos que contribuirán a resolver las adversidades que se vayan presentando. El ebo solo no lo resuelve todo.

***

Mis amigos y yo convinimos en que obrar de forma ética, fomentar la convivencia pacífica, respetar la dignidad del prójimo y ayudar a todos aquellos que lo necesiten, permiten que fluya una energía positiva que se revierte sobre uno, seamos creyentes, practicantes o ninguna de las dos cosas. También pensamos que la manera de actuar, más que sus creencias, es lo que verdaderamente define a las personas.

Les deseo a ambos éxitos en sus importantes obligaciones como guías espirituales de sus respectivas comunidades religiosas. Ellos me desean ashé, que viene siendo algo así como que pueda potenciar y realizar eficazmente la fuerza vital que todos portamos.

 

Notas:

[1] Según EcuRed, la primera ceremonia realizada en Cuba para conocer Letra del Año, estuvo presidida por el babaláwo africano Remigio Herrera, Obara Meyi (Adeshina), en fecha no precisada.

[2] Creyentes no iniciados

[3] Estados Unidos, México, España, Panamá, Brasil, entre otros.

[4] Como se trata de transcripciones fonéticas, los nombres de los odus y de las deidades pueden aparecer de distintas formas, aunque con sonidos muy similares.

[5] Iyánífá es el más alto grado de consagración religiosa en Ifá para las mujeres. No sustituye al babalawo, pues no alcanza el poder de éste. La categoría de iyánnifá es muy polémica, y tiene tanto detractores que la niegan como defensores que argumentan su fundamento histórico. Oriaté o italero: santero imprescindible en la iniciación de santo, en ritos funerarios y en otras celebraciones. Es el mayor conocedor de las ceremonias y de los cantos rituales. Su principal característica es su fuerza para desencadenar la energía de los santos a invocar. Babalosha: Intérprete del oráculo del Dilogún. Santero. Persona del sexo masculino que está iniciado en Osha y, a su vez, ha iniciado a otras personas. Iyaloshas, mujeres con idénticos atributos a los de los babaloshas.

[6] Fábula.

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