Cuentos cubanos para niños ciegos

Foto: cortesía del entrevistado.

Foto: cortesía del entrevistado.

En el año 2012 una editorial de la ciudad de Holguín reunió las narraciones de 35 jóvenes escritores cubanos que escriben cuentos para niños. Lo llamaron Retoños de almendro, un guiño a la obra de Herminio Almendros, autor de Oros Viejos, ese libro inprescimdible en la infancia de tantos cubanos.

Aquella edición, atractivamente ilustrada, voló de los estantes de las librerías, de la mano de esos padres que siempre buscan novedades interesantes por intentar fomentar hábitos de lectura en sus hijos.

Varios años después, esa misma (y pequeña) editorial ha decidido retomar la compilación, pero esta vez convertida en audiolibro. Ahora los retoños se transforman en voces que narran las aventuras de cada uno de los personajes de estas historias.

Ediciones La Luz, el sello editorial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Holguín, grabó una selección de las narraciones incluidas en la antología homónima y la dedicó especialmente a los niños con limitaciones visuales.

Luis Yuseff, editor de La Luz, ahora lo exhibe satisfecho del trabajo realizado y se detiene gustoso para contar a OnCuba las historias de estos Retoños...

“En el 2010 Ediciones La Luz creó su colección Quema palabras con el propósito de dejar constancia de las voces de los escritores holguineros. Entonces grabamos el audiolibro El sol eterno, nuevas voces de la poesía holguinera. Respondía a un proyecto inicial de una antología que se había publicado  por Ediciones La Luz en formato papel”.

“Inmediatamente después apareció otro proyecto, con la voz de Delfín Prats, uno de nuestros principales poetas. El audiolibro en cuestión se llamó El brillo de la superficie, y le han sucedido otros proyectos como la Isla en verso, una antología que también publicamos en papel y que tuvo muchísima acogida, tanto que ya ha tenido dos ediciones. De los 100 poetas que aparecen en La isla en verso escogimos 26 de las voces que nos parecían más representativas y se grabaron.”

“En resumen la idea original es dejar constancia de las voces, una memoria de la voz de los escritores. Un proyecto que desde sus inicios estuvo impulsado, acariciado por Pablo Guerra, también poeta holguinero, y vinculado además al mundo audiovisual. Él ha sido el promotor principal de estas grabaciones”, explica Yuseff.

Para el también poeta, Retoños de almendro fue un verdadero suceso editorial que mereció el apoyo de la Asociación Hermanos Saíz para involucrar a jóvenes artistas de la plástica que hicieran en gran escala ilustraciones inspiradas en los relatos del libro.

“Escogimos veinte de las mejores ilustraciones del libro, se imprimieron en gran formato y se convirtió en una exposición itinerante que ha estado en Ciudad de La Habana, Baracoa, Guantánamo, Santiago de Cuba, y que en Holguín ha tenido dos presentaciones”.

Luis Yuseff, editor de la compilación.
Luis Yuseff, editor de la compilación.

“Hay una parte del público infantil que se nos queda desinformada de lo que está ocurriendo realmente en el ámbito literario, de lo que se concibe para ellos. Estos niños son los ciegos y débiles visuales con quien hemos mantenido durante algunos años un proyecto que se llama “Lumbrera” y una peña llamada Piñata de Letras”, argumenta Yuseff.

“Para ellos es que soñamos grabar el audiolibro Retoños de almendro. Para las grabaciones y dramatizaciones acudimos a los muchachos que forman parte de Palabras al viento, de la Casita del Cuento, un proyecto que cultiva la narración oral y que lo hace de manera fascinante. Tenemos también algunas actrices invitadas, que participan en esta primera edición del audiolibro.”

“Se ha podido comprobar cómo los niños que por su limitación física no pueden acceder a la literatura convencional del libro, al soporte en papel, se emocionan, siguen las historias, están todo el tiempo atentos, así como pueden versionar ellos mismos las historias que se les están contando”.

Los editores de La Luz tratan por estos días de hacerle llegar al menos una copia de esta iniciativa a las escuelas de enseñanza especializada en niños con discapacidad visual que existen en el país.

“Realmente pienso que Retoños de almendro es un regalo en cualquiera de sus formatos, ya sea en la exposición de las imágenes, en su versión tradicional en papel o en esta otra del audiolibro”, insiste Yuseff. “Y claro, yo estoy seguro que cualquiera de estas versiones que se le acerque a un niño, disfrutarán la belleza de lo que estamos acercando y la van a asimilar”.

 

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