Un diario del escritor cubano Alejo Carpentier (Lausana, Suiza, 1904 – París, 1980), premio Cervantes de literatura en 1977, fue presentado recientemente por la Fundación que lleva su nombre. El centro, encargado de la custodia de su obra, eligió para el lanzamiento de dicho volumen el 26 de diciembre pasado, al cumplirse el 109 aniversario del natalicio del reconocido autor.
Carpentier, novelista, narrador, musicólogo y periodista, es una de las principales figuras del denominado “boom” literario que renovó el panorama de las letras latinoamericanas en el siglo pasado. Es reconocido además por ser uno de los padres del término “lo real maravilloso” y por su pensamiento cultural.
Diario de Alejo Carpentier (1951-1957) revela sus angustias y preocupaciones durante el proceso de creación literaria. Consta de 149 folios que recogen el día a día de su estancia en Venezuela, etapa que ha sido calificada por algunos estudiosos como la “más fecunda de su vida” porque allí escribió tres de sus grandes novelas: Los pasos perdidos (1952), inspirada en la geografía venezolana; El acoso (1956) y El siglo de las luces, concluida en 1958.
El autor del prólogo, Armando Raggi, explicó que el texto descubre el “tortuoso” proceso creativo de Carpentier, sus dificultades editoriales, los periodos de poca productividad creativa, su ocupación en la publicidad radiofónica y la televisión, pasajes enigmáticos y episodios de su estancia en París entre 1938 y 1939, así como sus frecuentes sueños y pesadillas.
A partir de Diario se puede apreciar cuánta energía le dedicaba a la música y cómo Carpentier organizaba su tiempo. Se obtienen detalles sobre su relación con personajes de la cultura cubana e internacional. Asimismo incorpora reiteradas observaciones acerca de su cotidianidad y de su trabajo literario, confesiones como:
“Ayer y hoy trabajo sobre la versión definitiva (¿definitiva?) de Los pasos perdidos. Cuando la idea de esta novela se me ocurrió, de modo fulminante, un mediodía en que tomaba un auto de alquiler para regresar a mi casa, me imaginaba que sería un relato de siete capítulos que escribiría en veinte días. Empezándola el 7 de diciembre de 1949 contaba con tenerlo terminado en enero. El libro ha cobrado 40 capítulos y pronto se cumplirán dos años (… )”.
Al repasar los detalles del texto durante su lanzamiento, la doctora Graziella Pogolotti analizó que, en 1951 cuando Carpentier comienza este diario “responde al apremio de una necesidad interna en un momento de crisis singular”. “Necesita encontrar un interlocutor, una suerte de espejo en el que se reconoce y explora una vez más el lugar donde se encuentra, en aquel momento estaba terminando la elaboración de Los pasos perdidos, una novela que significó un punto de giro en su obra”, indicó la intelectual.
“Al leer un diario como este podemos percibir hasta qué punto en la obra de un escritor está su experiencia, su vida”, y precisó que: “tiene de todo”, “elementos anecdóticos, de algún modo las mujeres que pasaron por su vida”, y también están “algunos amigos y amigos que dejaron de serlo”.
La intelectual rememora que este diario fue encontrado por la viuda y albacea del escritor, Lilia Esteban, fallecida en 2008, quien lo encontró en un sobre sellado en la casa donde vivió Carpentier, hoy sede de la Fundación. Aunque antes se habían publicado numerosos inéditos de carácter literario no existía todavía un volumen como este, considerado una joya por su carácter intimista y calificado por Pogolotti como de “verdadero acontecimiento cultural.”
Los textos hallados están escritos a máquina, con notas a mano y correcciones al margen. Para la directora de la Fundación, Graziella Pogolotti, este libro se trata de una “invitación a la relectura de Carpentier, al redescubrimiento de su obra a partir de las pistas que esta confesión.”
En este momento la Fundación sigue un plan de publicaciones críticas de la obra carpenteriana, que ha incluido la novela “Ecué Yambaó”, trabaja actualmente en “Concierto Barroco” y tiene en perspectiva “El arpa y la sombra”, la última novela publicada.
Diario de Alejo Carpentier (1951-1957), que contiene además valiosas fotos y facsímiles, está publicado por la editorial Letras Cubanas y será puesto a la venta muy pronto en las librerías del país.
