Falleció la escritora y egiptóloga Julia Calzadilla

Entre sus obras, destacan Cantares de la América Latina y el Caribe (1982) y Los Chichiricú del Charco de la Jícara (1988).

“Tanto escribir como traducir tienen una base común: la comunicación con el prójimo”, dijo alguna vez Julia Canzadilla. Foto: IPS.

La poetisa, narradora, egiptóloga y versátil traductora Julia Calzadilla falleció en La Habana a la edad de 81 años, informó hoy el Instituto Cubano del Libro (ICL) en su página en Facebook y sin ofrecer más detalles al respecto.

Calzadilla era miembro de la International Association of Egyptologists del Reino Unido, del Equipo Científico Osiris, en Alicante, España; de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), y de la Asociación Cubana de Traductores e Intérpretes (ACTI), destaca Prensa Latina (PL).

Sobre la importancia que para ella tenía el aprendizaje y divulgación de la cultura egipcia, dijo, a propósito de una conferencia ofrecida en la Casa del Alba Cultural, organizada por esta institución y La Jiribilla, en 2022: “Muchos se preguntan por qué el antiguo Egipto. Precisamente, por la influencia que ha tenido y tendrá en la civilización occidental”.

“Fenicios, griegos, romanos, incluso el pensamiento judeocristiano, bebieron de las fuentes egipcias. Además, es el primer Estado centralizado de la historia, con una administración igualitaria de personas en territorio y un marco político superior a las ciudades y Estados”, expresó.

Traducción y literatura infantil

Graduada de Historia del Arte por la Universidad de La Habana, Julia Calzadilla nació en la capital cubana el 1 de agosto de 1943.

Trabajó como traductora documental y literaria, así como en la interpretación simultánea al español del inglés, francés, italiano y portugués en eventos nacionales e internacionales.

Entre sus obras, destacan Los Poemas Cantarines (1975), Cantares de la América Latina y el Caribe (1982), Los Chichiricú del Charco de la Jícara (1988) y Los Pequeños Poemas de Abuelo Cantarín (1989).

A lo largo de su carrera mereció lauros y reconocimientos, entre los que destacan el Premio Casa de las Américas (1976) y el Premio de la Feria Internacional de Bratislava, en el año 1982.

“Tanto escribir como traducir tienen una base común: la comunicación con el prójimo. Siempre quise escribir. Yo leía los libros e inmediatamente quería escribir el libro que había acabado de leer. Todavía me pasa. Y opté por escribir para los muchachos porque merecen tanto respeto como cualquiera de nosotros”, dijo Calzadilla en 2014, en entrevista con IPS.

También le fue entregado el Premio Juan Ortega Gatell (1999), por el Equipo de Servicios de Traductores e Intérpretes (Esti) al Mejor Profesional del Año, y el Astrid Lindgren (2014) en la rama de literatura infantil y juvenil, otorgado por la Federación Internacional de Traductores (FIT).

Sobre la traducción, refirió: “Para traducir cualquier texto se debe conocer la lengua de llegada y la lengua de partida, la obra de quien está traduciendo, lo más posible sobre su vida. No basta con aprender idiomas, hay que tener cultura. Una cultura general”.

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