La Feria más allá de los libros

Foto: Manuel Rodríguez Yong

Foto: Manuel Rodríguez Yong

La Feria Internacional del Libro es, dicen, el acontecimiento cultural más importante que sucede en Cuba. Cada año son muchos los que esperan tal suceso que se extiende a todas las provincias del territorio nacional. La Feria se convierte en un espacio donde además de la literatura, confluyen otras manifestaciones artísticas. Son muchas las luces que posee pero también son varias sus sombras.

“Se me han quitado los deseos de volver a venir”, comenta Dora mientras acaricia la cabeza de su hija pequeña. “Las cosas están muy caras con precios altísimos, si esto se hace para el pueblo las cosas deberían ser más baratas porque no todos tienen 5 CUC para comprarle un libro de colorear a un niño”.

“Hemos pasado mucho trabajo para llegar aquí —sigue narrando— Uno sale para por lo menos darle una vuelta a los niños y al final se te quitan los deseos de hacerlo. Yo sé que es una Feria Internacional pero deberían poner los precios más asequibles a la población, si te das cuenta la mayoría de las personas salen sin libros en las manos porque nadie los puede comprar” y su molestia se hace más notable mientras me cuestiona: ¿Te fijaste?

Quien por estos días ha tenido la posibilidad de llegar hasta la fortaleza de La Cabaña ha podido presenciar escenas dignas de una película de catastrofismo. Peleas, gente gritando, empujándose, niños llorando, el tráfico paralizado en ocasiones y hasta una masa de personas enfurecidas capaces de hacer detener un ómnibus articulado, forzar sus puertas y abordarlo violentamente. Todo esto en contradicción con lo que se supone sea un espacio para el esparcimiento y la cultura, donde supuestamente deberían primar la cortesía y los buenos modales.

Foto: Manuel Rodríguez Yong
Foto: Manuel Rodríguez Yong

Vladimir trabaja en estos días en uno de los stands de una editorial extranjera. Es un joven filólogo, editor en Ediciones La Luz y para quien “la Feria es sobre todo el espacio que la gente escoge para pasear los fines de semana, comprarse algún poster de futbol y para comer” a lo que suma que “los libros son los mismos de siempre, la salvedad este año es Ediciones Unión porque por los 50 años de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba han publicado varios de sus premios a lo largo de estos años”.

“Hace algún tiempo vengo observando que más allá de las voluntades de quienes están involucrados en la realización de esta fiesta de la literatura como se le hace llamar también, a la larga es más bien un carnaval con pretexto de libros”, afirma el escritor, periodista y crítico Antonio Enrique González Rojas.

“Yo me pasé un día entero en La Cabaña y por el número de gente que acude te hace pensar que es un éxito rotundo, pero cuando uno se pone a analizar lo que la gente está consumiendo contra lo que se promociona, se jerarquiza y se pretende que se consuma, te das cuenta que no funciona. El hit parade de la Feria son los afiches de futbol, las artesanías y otros artículos, algo que a la larga denota un pueblo no lector”, asegura quien en algún momento fue presidente de la Asociación Hermanos Saíz en Cienfuegos.

Al arribar a su edición 25, la Feria tiene a Uruguay como país invitado de honor y está dedicada a Rogelio Martínez Furé y Lina de Feria. Por primera vez una de las personalidades a las que está dedicada la celebración, en este caso la poetisa Lina de Feria, no posee el Premio Nacional de Literatura.

Este año, sin embargo, la industria Poligráfica no hizo su parte para garantizar el éxito del evento: una gran parte de los nuevos títulos correspondientes a fines de 2015 e inicios de 2016 estarán saliendo en los meses de marzo y abril, ya superado el espacio de la Feria habanera.

Quizás sea difícil saber cuántos ejemplares se venderán de los cuatro millones que se ofertan este año. Algunos lamentarán una lucidez disminuida en esta fiesta de muchos y otros la seguirán considerando valiosa y variada. Es también lo que tienen los eventos tan grandes, no suelen dejar opiniones indiferentes.

Foto: Manuel Rodríguez Yong
Foto: Manuel Rodríguez Yong

 

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