Padura entrega dos manuscritos al Instituto Cervantes y se solidariza con Sergio Ramírez

En el evento, ocurrido en la mañana del lunes, el escritor se solidarizó con el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, a quien la Fiscalía de Nicaragua acusó de “realizar actos que fomentan e incitan al odio y la violencia” y ordenó su captura y el allanamiento de su residencia en Managua.

Leonardo Padura y Sergio Ramírez, el lunes 13 de septiembre en el Instituto Cervantes. Foto: captura de pantalla de la transmisión del evento por el canal de YouTube de la institución.

Finalmente ocurrió el acto en el cual el escritor cubano Leonardo Padura hizo entrega al Instituto Cervantes, en la sede central de Madrid, de su legado a la posteridad. “Es un tremendo honor”, dijo, y agradeció al director del importante centro, el poeta Luis García Montero, por  “invitarme a entrar a este recinto sagrado (…) donde uno siente que ha crecido”.

El legado de Padura, “doble”, como recalcó esta mañana, se compone por una primera versión de La novela de mi vida, con anotaciones de la fundadora, editora y directora de Tusquets, la hispano brasileña Beatriz de Moura, así como de las páginas anteriores al proceso de escritura de su más reciente libro, Como polvo en el viento, para cuya salida de la Caja de Letras no ha decidido aún la fecha.

¿Qué dejará Padura como legado al Instituto Cervantes?

Refiriéndose a las anotaciones de Beatriz de Moura sobre su manuscrito, el escritor dijo que da una lección universal de qué cosa es un editor y de cómo debe ser la relación entre un escritor y su editor. “Yo sé que en el mundo eso casi no se usa, pero Beatriz lo sabía hacer muy bien”, dijo.

El manuscrito anotado, que a diferencia del que le acompaña pasará muy pronto a la biblioteca del Instituto, es también “un homenaje a una figura absolutamente fundamental para mi carrera y para la de muchísimos escritores”.

Referido al otro documento que albergará Caja de las Letras, razón del acto esta mañana, dijo que se trata de la génesis de más reciente novela publicada el año pasado. También entregó ediciones príncipes en Cuba y España de La novela de mi vida, cuya salida corresponde a 2001.

Según el escritor, la idea primera era entregar una serie de cartas escritas a su esposa entre 1985 y 1986, cuando era corresponsal civil de la guerra en Angola, pero no pudo lograrlo debido a que cuando fue a consultarlos los documentos ya se encontraban en mal estado.

En el evento, ocurrido en la mañana del lunes, el escritor se solidarizó con su colega nicaragüense Sergio Ramírez, a quien la Fiscalía de Nicaragua acusó de “realizar actos que fomentan e incitan al odio y la violencia” y ordenó su captura y el allanamiento de su residencia en Managua.

Padura advirtió que desde hace muchos años decidió no firmar cartas colectivas, pero al conocer lo que sucedía con su colega Sergio Ramírez, y al estar enterado de la carta echada a rodar por varios escritores, no dudó en sumar su apoyo. “Le escribí un mensaje y le dije que esa carta sí la firmaba”, dijo.

Sergio Ramírez, que estaba presente para ceder del legado de Rubén Darío, aprovechó para transmitir su agradecimiento a quienes rechazan la situación política por la que atraviesa en Nicaragua, hecho al que llamó un “exilio forzado” por «una dictadura enemiga de los libros».

El legado de Rubén Darío (1867-1916) a la Caja de Letras se compone por tierra de la casa solariega del poeta modernista en León, así como una primera edición de Cantos de vida y de esperanza, correspondiente a 1905.  

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