Muere en Miami la importante coleccionista de arte Rosa de la Cruz

Nació en La Habana, donde conoció a su esposo Carlos de la Cruz. Ambos crearon el museo de arte De la Cruz Collection.

Rosa de la Cruz, en 2016. Foto: Gaston De Cardenas/EFE.

La coleccionista de arte Rosa de la Cruz, quien con el espacio público que abrió en Miami se erigió en una de las figuras clave de la escena plástica local, falleció este domingo a los 81 años de edad en su domicilio en esta ciudad del sur de Florida.

La noticia fue confirmada por la web del museo De la Cruz Collection y por Bruce Rubin, un allegado y portavoz de la familia, quien señaló que la coleccionista falleció “pacíficamente” tras padecer “una enfermedad autoinmune de larga duración”, como informó el Miami Herald.

Rosa nació en La Habana, donde conoció a su esposo, Carlos de la Cruz, y con quien tuvo 5 hijos, 17 nietos y 6 bisnietos.

Ambos se conocieron cuando eran adolescentes y contrajeron matrimonio en 1962, tras lo cual se mudaron a Nueva York y luego a Madrid, para finalmente establecerse en Miami en 1975. 

De acuerdo al medio especializado ARTnews, la primera obra que adquirió el matrimonio fue una pieza del mexicano Rufino Tamayo, punto de partida de lo que iba a ser una colección de arte latinoamericano, pero que luego acogió a artistas plásticos contemporáneos como los estadounidenses Mark Bradford, Christopher Wool y Nate Lowman.

El matrimonio empezó a organizar visitas particulares a su domicilio, previa cita, para mostrar su colección a los interesados, entre los que se incluyeron grupos de escolares.

La colección de arte no cesó de aumentar (según ARTnews, en la actualidad asciende a más de un millar obras) y en 2001 Rosa de la Cruz fundó y presidió The Moore Space, con la que hasta 2007 produjo exposiciones y encargó proyectos a varios artistas, además de organizar programas educativos.

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En 2009, Rosa y Carlos, que es empresario y presidente de la embotelladora CC1, abrieron el actual museo que poseen en el floreciente Distrito de Diseño de Miami, un espacio de más de 2.790 metros cuadrados, de ingreso libre y donde descansa la vasta colección de arte familiar.          

A Rosa de la Cruz le sobrevive su esposo, quien de acuerdo al diario está regresando desde Asia y estaba al teléfono con ella en el momento de su deceso.

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