William Bonachea (1968-2020), artista del rock and roll cubano. Voz líder de varias bandas, entre ellas, Estirpe, Gens, Los Tackson, Challenger. Además, pintor.
Esta sería casi una meteórica semblanza de otro hijo del rock en la Isla, que no solo creció en el terreno más subterráneo de esta música, sino que le imprimió una energía muy personal. Cualquier reseña o memoria de Willian tendrá que decir que era un huracán de buena vibra y fuerza sobre el escenario.
Bonachea comenzó su carrera como “rockero de la calle”. Pudo graduarse como ingeniero en la CUJAE, pero la música le ganó en una época donde esa decisión tenía su precio. No obstante, como cantaron los Barones, vale más ir al infierno que no fumarse toda la libertad del rollo del rock. Y ese credo lo absorbió con fuerza.
Se inició como gran parte de los músicos que hoy defienden el rock en varios lugares de La Habana. Precisamente, fueron algunos de ellos, como los guitarristas Jorge Marín y Javier Rodríguez, quienes primero reaccionaron cuando este miércoles nos enteramos de su muerte como consecuencia de un cáncer.
Aunque se le recordará con una entrega muy similar lo mismo en los momentos debutantes de Cénith, el primer grupo que conformó, que en Estirpe o en las últimas alineaciones a las que dio voz, fue la banda del baterista Carlos Rodríguez Obaya la que, según dijo William alguna vez, le dio las mejores cartas.
Todavía está por contarse esta historia con Gens, así como recogerse otros testimonios de la vida de este músico de la escena cubana del rock. Sin embargo, su impronta permanecerá viva entre quienes le conocieron y admiraron, entre quienes asistieron a sus conciertos, y entre quienes sigan apostando por la defensa en Cuba de este género universal.