Fiel devoto del songo, concepto melódico enarbolado por Juan Formell en su mítica orquesta los Van Van, Maykel Blanco refleja en sus piezas esa realidad que lo rodea. Respetuoso de códigos propios de la música popular bailable, el joven pianista y líder de Salsa Mayor asegura que ha comenzado una etapa superior para la orquesta, en la que hay una búsqueda de nuevas sonoridades, aunque sin perder el estilo que los ha caracterizado.
A toda máquina, el álbum que viera la luz en 2013 con la disquera italiana Planet Record, marcó el comienzo de ese nuevo momento de la agrupación. Y todo indica que el fonograma ha sumado seguidores a Blanco y su tropa de soneros. Recientemente, el sitio web peruano Salsa y Timba (www.salsaytimba.net), dedicado a promover este tipo de música, eligió al grupo cubano como la Orquesta más importante del año en el país sudamericano, al tiempo que el disco ya mencionado resultó ser el mejor en su categoría y Tremenda pinta devino Tema del año.
Maykel explica que visita Perú dos veces por año y tiene allí un público que recibe sus piezas con beneplácito. Algo que acaba de corroborar, pues hace solo unos días regresó, tras hacer varios conciertos en Lima.
-¿Cómo te sientes con estos premios?
-Muy contento. Ahora estamos más comprometidos con el público cubano y con nuestros seguidores en el mundo. Es un reto para los próximos discos de la orquesta.
—¿Cuál es el ingrediente principal de A toda máquina?
-Lo grabamos para el mundo entero con Planet Record, y Bis Music obtuvo una licencia para Cuba. Es nuestro sexto disco. Tratamos de seguir creciendo con este, pero siempre mantenemos el estilo de Salsa Mayor.
“Es un fonograma en el que hemos consagrado la sonoridad de la orquesta, donde el noventa y nueve por ciento de los números son míos y aparece un tema de Mauricio Díaz.
“A toda máquina indica una nueva etapa de Salsa Mayor, un crecimiento en lo que se refiere a música. Dentro de las características de este volumen resalta que está grabado por los integrantes de la orquesta, a diferencia de los discos anteriores donde sí me apoyaba de otros instrumentistas. Hemos llegado a una excelente madurez y tenemos muy buenos músicos. Ha sido todo un desafío”.
-¿Qué historia cuenta Tremenda pinta?
-Es una declaración de amor de un hombre a una mujer. Él le dedica hermosas frases a ella. El coro es muy contagioso, está hecho para que se pegue.
-¿Qué otros números son populares en esta placa discográfica?
-Con Salsa Mayor ha pasado algo extraño y a la misma vez, bonito a través de los años. Tenemos un mercado internacional para el que han funcionado algunos temas de este CD. Por ejemplo, en Europa nos ha ido muy bien con El artista; en América del Sur nos ha dado resultado sencillos más cadenciosos como Se acabó el amor; y en Cuba lo han hecho Bembé y Tremenda pinta, los cuales ocuparon los primeros lugares en el hit parade de la radio”.
-Cuando hablas de nuevos colores en la sonoridad de la orquesta, ¿a qué te refieres?
-Al grupo pensamos incluirle algunos instrumentos para lograr una mayor armonía, aunque nuestro sello y el sonido que caracteriza a la agrupación, continuarán. Siempre será el songo, a nuestro modo.
“Podríamos incluir un clarinete, pues ya estuve experimentando con el; la guitarra o darle mayor relevancia a la percusión menor. Todo para brindarle variedad de colores al sonido, lo cual ayudará a identificar aún más a Salsa Mayor y marcará una nueva época para nosotros”.
-¿Todavía tienes la percepción de que conocen más a Salsa Mayor en otros países que Isla adentro?
-Ya no estoy tan seguro. Hace algunos años atrás sí que lo pesábamos. Pero hoy en día hemos logrado ocupar un lugar en Cuba. Lo que pasa es que hay otros movimientos que han ganado mucha fuerza y nosotros surgimos en una década donde la música auténtica cubana –la salsa, el son…-, no estaba en sus niveles normales de preferencia y hemos tenido que luchar contra la marea.
“Pero sí creo que Salsa Mayor es bastante conocida en estos momentos, e incluso en las nuevas generaciones. No creo que sean las mismas circunstancias que años atrás”.
-Hablas de que la obra de Juan Formell te ha influenciado, pero hay otros paradigmas.
-La trova me ha marcado, sobre todo, Pablo Milanés y Silvio Rodríguez. Es algo que se echa a ver menos porque como es un concepto diferente al género que defiendo. Pero sin dudas, son músicos que escuché desde niño.
-Llega el décimo aniversario de la orquesta, ¿ya tienes en mente cómo lo celebrarán?
-Pensamos que antes de esa fecha, tengamos ya el sétimo álbum. Lo grabaremos, como siempre, en Cuba con la disquera Planet Record, y ya tengo algunos temas hechos. Tenemos otras cosas en mente: una gira nacional que reservaremos para el segundo semestre del año, y dentro de poco realizaremos un periplo por los barrios de La Habana. No buscamos nada lucrativo con estos recorridos, lo que nos interesa es encontrarnos con ese público que nos sigue y que no puede ir a la Casa de la Música.
“También vendrán amigos extranjeros para compartir con nosotros esta década de trabajo. Nos reuniremos el 10 de octubre venidero en el teatro Lázaro Peña en un gran concierto. Allí estarán seguramente todos los cantantes que han pasado por la orquesta y habrá muchas sorpresas”.
Fotos: Roberto Ruiz