Amaury Pérez: “Las prohibiciones me dan urticaria”

Foto: María Teresa González

Foto: María Teresa González

Cuando mi llamada telefónica entró, Amaury Pérez acababa de enviar un mensaje de texto al Dani: “El día 5 a las 2 nos vemos ahí para que, terminado la mezcla del número, te la lleves y hagas con eso lo que tú quieras”.

Hablaba del tema “Enamorado”, una colaboración del trovador y cantante con Yomil y el Dani, dúo de reguetón que, a pesar de no ser difundidos por la radio y televisión nacionales, hace un tiempo se mantiene en la cresta de la popularidad con temas como “Tengo” y “Cómo te descargo”.

Fue Daniel Muñoz –el Dani– quien compartió en su página de Facebook un video donde se le ve junto a Yomil y Amaury en los estudios Abdala escuchando la canción donde cantan junto a la joven Carolina Fernández.

“¿Quién se imaginaba este junte?”, dice Yomil al principio. Ante la insólita mezcla de generaciones, registros musicales y estilos artísticos, muchos han reaccionado con estupefacción. Amaury Pérez había decidido invitar a “estos muchachos” a formar parte de su más reciente disco, donde colabora con consagrados como Beatriz Márquez y Buena Fe, ¿movido por qué? ¿Movidos por qué accedieron reguetoneros que hasta ahora solo han hecho dúos con otros “exponentes del género”?

“Este disco es la última parte de una trilogía dedicada a mi esposa con canciones que le he escrito en los últimos 34 años”, le dijo a OnCuba Amaury Pérez.

Y + canciones a Petí se llama. Los primeros dos habían sido con una gran orquesta, así que nos propusimos hacer ahora un disco más discreto, pero más rítmico; recrear el Amaury que hacía pop en los 80 pero mezclándolo con cosas más caribeñas. Bachata, merengue… y el pop ochentero más elemental.

Empezamos a ver con mi productor, Juan Manuel Ceruto, con quién hacer cada tema. Hicimos uno con Buena Fe, otro con Beatriz Márquez, otro con Emilio Frías “El Niño”… y de pronto llegamos a este calipso que se llama “Enamorado” y los muchachos jóvenes con quienes yo trabajo dijeron: ¿Y por qué no un reguetón?

Entonces cogimos la célula rítmica y la pusimos, pero de una manera muy primaria, así que alguien sugirió llamar a unos reguetoneros. Mi pregunta fue: “¿cuáles son los que, aparte de ser exitosos, son los que seguramente vendrán con más swing, lo harán con más deseos, sin imponer demasiadas condiciones?”

Oliver Valdés, el baterista, nos dijo que Yomil y el Dani.

Rápidamente me fui a Internet, donde hay mucha música de ellos. Los empecé a escuchar y me pareció muy interesante lo que hacían. No decían vulgaridades, no agredían a la mujer… Escuché bastante. Y además me enteré de historias medio complicadas sobre ellos, que si no pueden cantar aquí, que si no pueden cantar allá… que no los ponen aquí… Y dije: “Son estos”.

¿Cómo recibieron esa invitación?

Ellos realmente estuvieron encantados y fueron muy puntuales a nuestra cita. Era viernes a las 5 de la tarde y a las 4:55 estaban allí. Me llamó muchísimo la atención lo educados, lo preparados, lo decentes que son.

Llegué, me identifiqué pensando “Estos muchachos no deben saber ni que yo existo”, y me equivocaba. Me agradecieron la invitación, se metieron en el estudio con su DJ y cogieron aquello que habíamos grabado de manera elemental –imagínate, personas mayores jugando con eso– y lo convirtieron en algo que realmente a todos allí nos asombró por el conocimiento, la dedicación y el respeto que sienten por el género. El mismo que siento yo, nunca en mi vida he hablado mal de ningún ritmo.

Se habían estudiado el tema, lo conocían. No llegaron allí a tirar piedras, sino que sabían a lo que iban y hasta dónde podían llegar. Enseguida descubrieron dónde estaba la clave cubana, cómo meterse en una canción donde yo no estoy cantando reguetón sino como yo he cantado siempre, solo que sobre una estructura que crearon ellos y Juan Manuel Ceruto.

La primera parte de la canción es muy jamaiquina y cuando ellos entran, como a mitad del número, me parece que es tremendo. Si la radiaran, si la pusieran, podría ser una canción exitosa. Ellos tienen otros canales de distribución. Yo no. Tienen las redes y yo les dije que vamos a terminar de mezclar el tema juntos. También por respeto a personas que conocen un género que yo no conozco, y por supuesto mi intención no sería revivir de alguna manera mi carrera ni he tenido un interés comercial. Creo que el de ellos tampoco. Quisimos colaborar.

Yo quiero que ellos decidan el camino que tome esta canción, que sean ellos que saben más que yo de todo esto y están más cerca de las nuevas tecnologías. Yo iré con mis métodos tradicionales a llevar el disquito a la radio a ver quién lo quiere poner. Lo haré de la manera medieval. Pero ellos sabrán qué hacer. Confío en esos muchachos.

Ya uno piensa que no va a vivir una experiencia extraordinaria cuando va casi de salida, y aparecen estos muchachos, de 24 y 27 años… Me recordaron al Amaury joven que fui y fue una de mis tardes más hermosas. Ha sido la maravilla de conocerlos y de ayudar en la medida de mis humildes posibilidades a respetar y engrandecer un género que en Cuba tiene características muy especiales.

¿Qué reacciones han llegado a ti?

Estos días he hablado con personas a quienes esta idea les parece mala, cosa de esperar. Y les he estado explicando quiénes son ellos y qué idea tienen respecto a la música. Son muchachos realmente muy centrados en su trabajo.

Algunos me dijeron: ¿Reguetón? No. ¿Amaury? Tienes 62 años, ¿en qué te quieres meter? Son las ideas que giran alrededor de esto. Y se trata de música exactamente igual y en la misma categoría para mí que un son, una guaracha, un mambo, un chachachá o un bolero. Es sencillamente un género que quienes lo denostaban dijeron que iba a durar un par de años y ya van dieciséis o más años funcionando, y todo el mundo fusionándose con ellos. A mí me pareció absolutamente válido.

Y claro que no me voy a convertir en un cantante de reguetón, sería patético y ridículo a estas alturas. Pero no tengo por qué evitar la colaboración con cualquier persona, sea Liuba María Hevia o Silvio Rodríguez o sean estos muchachos, que para mí han sido todo un descubrimiento.

 

Foto: María Teresa González
Foto: María Teresa González

 

Mencionabas la difusión, y sabiendo que son artistas que han tenido muy poco espacio en las redes de distribución institucionales, ¿no temes que el efecto de esta colaboración, en lugar de “halarlos” a ellos hacia esas redes, sea que te saquen a ti, que te “contamines” de esa censura?

En realidad a esta altura uno ha vivido por períodos cualquier grado de censura. Uno está acostumbrado a eso. ¿Me halan a mí? No me importa. ¿Qué me pasaría? Nunca me importó mucho, pero en los últimos años me importa menos. Yo intento que sea todo lo contrario, intento que el pequeño nombre que yo tengo los acerque a ellos a esos espacios. Pero a la música no se le puede tener miedo.

Ellos hicieron su trabajo muy bien y yo me siento muy orgulloso de haberlos conocido. Yo no creo en prohibiciones. Me dan urticaria. La nueva trova también tuvo un principio tan accidentado como el que están teniendo estos muchachos. Y trabajando mucho y teniendo gente que nos ayudó y defendió, logramos vencer todos esos obstáculos.

¿Sería esa tu receta, tu recomendación para estos casos?

Trabajar. Y no dejar que te venzan. A fin de cuentas, la música siempre está ahí y los que prohíben y los que censuran entran y salen. Y el que censuró hoy, mañana a saber dónde está.

Mi manera de acercarme a la música siempre ha sido absolutamente sin prejuicio. En las redes dicen lo mismo que soy lo peor que qué buena idea. Eso forma parte del mundo de hoy. No me puede afectar. Yo tengo mi camino. En este caso, con estos muchachos en este tema que surgió espontáneamente. No fue calculado, evidentemente la música lo fue pidiendo y elegimos que fueran ellos.

Es posible que ellos me necesiten ahora quizás un poquito –solo un poquito porque ellos son muy exitosos– pero no se trata de eso. Se logró entre nosotros una camaradería.

Yo no puedo entrarle al juego de lo que se prohíbe y de lo que no. Esa ha sido mi postura siempre: estar cerca de la gente joven, no dejarme intoxicar por opiniones –sobre los jóvenes sobre todo– de ningún tipo, vengan de donde vengan y sean de quien sean, no me dejo intoxicar. Yo quiero conocer a la persona y hacerme mi propio criterio.

En este caso, muchachos más humildes, más sencillos, realmente conozco pocos. Yo estoy tratando de halarlos para el mundo en el cual los puedan conocer aquí antes de que aparezca el súper empresario, les produzca un disco tremendo –éxito van a tener porque son muy talentosos; y entonces que ese éxito nos llegue de rebote–. Me parece que Cuba tiene que insertarse en el mundo. Y esto existe y está.

Tengo hijos jóvenes y mis hijos conocen perfectamente a Yomil y el Dani. Dondequiera que he dicho que hicimos esta colaboración, lo que recibo a primera escucha es “¡Mentira! ¡¿Cantaste con esa gente?!”

Estoy felicísimo con este trabajo, que debo decir agradece mucho la colaboración del sello Colibrí. Yo vivo en un edificio, y pongo a todo dar la pre mezcla que tengo y los vecinos que me encuentro en la calle me dicen “Amaury, qué bueno está eso que usted hizo”. Yo les digo que no hice nada, solo la canción. Lo demás lo hicieron entre los muchachos y Juan Manuel Ceruto. Yo nada más me sumé modestamente con esta canción a un movimiento que ya es mundial y al que uno no puede estar ajeno.

Aquí todo el mundo tiene una opinión sobre todo. Sobre los periodistas, los jóvenes, los viejos, los de un lado o del otro. Y si uno empieza a oír todo eso, se queda paralizado. Estaría en el balconcito de mi casa sin hacer nada. Así que no soy una persona que ande escuchando rumores. No me gustan. Odio los rumores. Entonces ¿“Los muchachos tienen problemas”? ¿Cuáles son los problemas? Yo no lo creo. Pero si así fuera, ahí está el disco, ahí está la canción.

Ahora para hacer llegar la música hay vías alternativas, a veces más eficaces, que si te ponen por la radio. Es la realidad.

Mira, tú me estás haciendo una entrevista gracias a una cosa que leíste en las redes. Si no, no te hubieras enterado. ¿Cómo te ibas a enterar? Y por otra parte me da gusto que sea OnCuba. Yo tengo problemas con el off, pero no con el on. Con el on siempre estoy bien.

Amaury Pérez feat. Yomil y el Dany - Enamorado

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