“El dolor, el deterioro, la imaginación, la violencia, la resignación, el humor, la desesperanza y la precaria esperanza de aquellos que sobreviven una parte ya demasiado extendida y con frecuencia silenciada en nuestra realidad”, fueron las palabras con que el cineasta Fernando Pérez describió el documental Canción de Barrio, del realizador Alejandro Ramírez, en su estreno este jueves en la sala Chaplin de la Cinemateca de Cuba.
Y para alertar aún más, Fernando precisó: “verán ustedes cómo en una asociación inquietante y movilizadora, canciones clásicas (…) adquieren una nueva y emotiva dimensión al enlazarse con los sencillos, espontáneos y generosos testimonios de personajes que devuelven un rostro concreto y humano a barrios considerados, genéricamente, como problemáticos.”
Una hora y veinte minutos después de presenciar en imágenes conmovedoras historias en los barrios Pogolotti, La Corea, El Fanguito, enlazadas con precisión de orfebre a los conciertos de Silvio Rodríguez en su gira por esos lugares, la sala estalló en interminables aplausos, veredictos irrefutables del impacto del documental.
Dos años y 34 conciertos, desde el 9 de septiembre de 2010 hasta el 9 de septiembre de 2012, están recogidos en este material de Alejandro Ramírez, quien como Silvio, centró su mirada en las realidades consideradas “periféricas” o “marginales” de La Habana, aunque puedan verse en el mismo corazón de esta capital.
“Estuvimos en dos conciertos, uno en Jesús del Monte y otro en Belén en el año 2012 –dice al salir de la puesta Xóchitl Galán, integrante del Dúo Karma–, y realmente ahora que vemos el documental, nos damos cuenta lo emotivo que era estar allí. También vimos muchas de esas situaciones, pero el documental abarca tantos lugares de La Habana que hacen que una se pregunte cómo es posible que no conozcamos esto.”
“Es muy doloroso en un sentido y muy esperanzador en el otro saber que la canción salva tantas cosas”, agrega la cantante.
Asimismo, el escritor y realizador cubano Eduardo del Llano, dijo a OnCuba que “entiendo mucho mejor ahora lo que dijo Silvio de que como resultado de esta gira había visto realmente cómo vive la gente. Porque uno sabe eso, porque no vivimos en Marte, pero visto así como en el documental, sin mediación en la imagen, y todo junto, es realmente conmovedor.”
Del Llano, productor y realizador de la reciente y primera cinta de ciencia ficción cubana, Omega 3, cree que “desde el punto de realización es excelente, la manera en que las canciones cogen un nuevo significado, enfrentadas a esa realidad. El sentido del humor que tiene, las pistas de esperanza que tiene. Estoy muy impresionado.”
Producido por los Estudios Ojalá y Producciones CANEK, Canción de barrio comenzará ahora a rodar, quizá por cines, quizá por las memorias USB de cubanos dentro y fuera de la Isla. Al respecto, Eduardo del Llano espera “que la televisión no siga haciendo gala de la miopía que la caracteriza y pase este documental. Este documental –y voy a utilizar una palabra que es peligrosa en Cuba– debería ser casi obligatorio. Hay mucha gente, sobre todo muchos dirigentes a todos los niveles, que deberían sacar lecciones de ese documental.”
Al final de muchas manos en sus hombros, felicitaciones y saludos de los periodistas, actores, realizadores e intelectuales presentes en el Chaplin, Alejandro Ramírez declaró a OnCuba sentirse muy emocionado con la reacción del público y compartió una de las opiniones que más lo han halagado: “me dijeron que «era un documental importante para este momento». La gente me puede decir que le gusta, que está bueno, pero si alguien me dice que hice «un documental importante para este momento», significa mucho para mí.”
