Como “un mensaje de unión y de respeto a la diversidad entre todos los cubanos por encima sus creencias políticas o religiosas”, calificó el músico David Blanco el video clip de la emblemática canción “Yo soy el punto cubano”, que grabó en La Habana con el laureado director Alejandro Pérez.
“Me duele ver cómo hermanos, padres amigos y paisanos se han disgustado por defender sus propios ideales y dentro de esos conflictos esta canción resulta una tregua, un canto a la hermandad que nos lleva a pensar cómo sería una Cuba sin fronteras ni divisiones mentales ni físicas”, dijo el músico a OnCuba.
“Yo soy el punto cubano” es un tema que ha identificado históricamente la música de la Isla. Fue compuesto en 1953 por Celina González y Reutilio Domínguez y ha sido interpretado durante décadas por artistas cubanos en todas las latitudes. David Blanco la incluyó por primera vez en su disco La evolución, un fonograma que estrenó hace 10 años y que se ha convertido en un material de obligada referencia dentro del pop rock cubano.
“Es una canción campesina que grabamos hace 10 años en el disco y ahora la hemos mejorado, la volvimos a grabar para celebrar los 10 años de ese disco que gustó mucho. Tuvimos la oportunidad de hacer una increíble conexión con Alejandro Pérez y contar con grandes artistas”, dijo Blanco.
En el video participan Carlos Alfonso y Ele Valdés, líderes de la banda Síntesis, Ernesto Blanco, Kamankola, el Coro Diminuto, la Orquesta de Cámara de La Habana, dirigida por Daiana García, y estudiantes del Conservatorio Amadeo Roldán. El clip tiene un alto valor simbólico y apunta a diferentes momentos que han definido la historia de Cuba a través de siglos.
“Creo que es una obra de arte por lo que logramos y por la química que existió. Es una canción para unirnos como cubanos a través del amor que sentimos por Cuba”, señaló el músico sobre el clip estrenado este lunes su canal de YouTube.
David Blanco, uno de los músicos más completos de la escena contemporánea cubana, asegura que a través de este video ha imaginado un mundo en que todos los cubanos puedan encontrar los elementos que los unen y que los identifican sin barreras de ninguna clase.
“La intención del video también es que se le pueda cantar a las cosas lindas de Cuba sin predisponer el pensamiento a ningún ideal. Es un tema campesino, guajiro, que le canta a los campos cubanos. Un regalo para mis amigos que viven aquí y en España, Miami, Australia, Japón, por encima de sus credos políticos”.
“Para mí el tema tiene un concepto muy hippie que busca que el amor prevalezca entre nosotros. Todos los cubanos somos hermanos y no me importa si viven en Estados Unidos, en Europa o en Marte. El amor a nuestras raíces nos une, ese es el mensaje de la canción”, comentó el músico.
“No me gustaría que lo politicen porque la política separa y el arte y la cultura unen. Cuando se politiza el arte y la música con algo que no está hecho con ese sentido, puedes predisponer a las personas y eso no permite que el mensaje llegue a todos los cubanos, que es lo que queremos. Es, además, un homenaje a nuestros padres, a nuestros abuelos, a nuestros ancestros”, agregó.
El autor de Vida libre asegura que también es un tributo desde el rock a la música campesina cubana.
“Lo hicimos como un homenaje a la música campesina cubana desde un músico rockero. Me gustaría que este video y la canción llegarán a todo el mundo. La versioné con arreglos de rock y la fusión de todas las culturas que tienen los cubanos que residen en varios lugares alrededor del planeta. Creo que en la música cubana faltaba algo así. Es, además, una canción para Celina y Celia”, concluyó.
