De congas y otros absurdos

Las congas en los estadios de pelota tendrán en un futuro, posiblemente, más regulaciones que las destinadas al entorno urbano.

Hoy, la Comisión Nacional de Bésibol acaba de emitir su Circular número 7 de esta Serie Nacional, donde regula, muy específicamente, que “Las congas se colocarán en un área de los jardines derecho o izquierdo, a una distancia de 35 metros a partir de los extremos finales de ambos dogout en dirección al LF y RF.” Además, aclara que “en esas áreas pueden tocar durante todo el juego.”

Y por si no queda claro esto de las distancias, especifica que “en los estadios que no tengan esas condiciones, habilitarán una tarima”, y, si no se puede, entonces la Comisión sentencia que, “de lo contrario tendrán que tocar entre inning.”

Al final, para que veamos que no se contradicen, arguyen que “Se mantiene lo establecido en la circular nº 4 de tocar entre inning a aquellas congas que no quieran ocupar el área de los jardines.”

¡Una joyita!

El caso es que luego de su Circular número 4, donde quedaba “prohibida la música generada por Congas, orquestas y otros instrumentos musicales como trompetas durante el desarrollo del juego”, exonerando los entreinnigns, parece que la gente logró moverle el piso a la Comisión Nacional –que últimamente anda de torpeza en torpeza– y tanto absurdo comienza a arreglarse.

No obstante, y para que veamos que los que entendemos mal somos nosotros, los que no somos la Comisión, el pasado viernes en conferencia de prensa comentada por Trabajadores, el mismísimo Higinio Vélez aclaraba: “Nunca eliminamos este tipo de actividades, solo regulamos su accionar a partir de que es real la interferencia en los juegos. No obstante, hemos decidido que las congas pueden moverse a otros lugares en el estadio, no encima de los dogouts.”

Varias reflexiones se han dado ya sobre este tema, y coincido plenamente con el colega J.J. Nieves en que “A las congas no hay quien las pare”. Sin embargo, más allá de las causas o las consecuencias, solo quiero recordarles que, ahora:

A: si su conga quiere estar sobre el dogout, debe tocar en entreinnings

B: si su conga quiere tocar todo el juego, debe contar 35 metros desde donde se termine el dogout hacia el left o el rihgt (nunca hacia arriba porque si no entorpece a la cabina de transmisión, no se haga el listo) y situarse allí

B.1: si ya contó los 35 metros y no le queda más grada (o sea, su estadio es pequeño) pida a la administración del estadio construir la tarima

B.2: si la administración de su estadio no quiere, no lo estima conveniente, o simplemente ya gastó su presupuesto (en el que no vino este año nada que diga “construcción de tarimas para congas”), invente o toque solo en entreinnings

C: recuerde que estas medidas se han tomado porque los peloteros necesitan concentración, que por eso no ganamos hace rato un evento internacional…

Pero, ahora no me queda claro algo: ¿y si Pepe y Juan tienen par de tumbadoras –y se sientan detrás de home–, y Pedro una corneta –y se sienta sobre el banco de primera–, y José y Luis dos cencerros –y se sientan por tercera–, y Joaquín con un bombo entre home y tercera, y tocan durante todo el juego: ¿se considera eso una conga, o simples solistas que, por casualidad, están tocando conga?

En fin, no le doy más vueltas a la cosa, que ya están reguladas las congas.

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