Dondequiera que estés: ¡Esto es AM-PM!

El programa de AM-PM “América por su Música” 2017 es de locos. No por desordenado, no por su falta de juicio, sino porque quien lea, quien se deje arrastrar por la “enfermiza” costumbre de hurgar hasta el final de la página, puede terminar al filo del delirio. Quien lea quizás no sepa quién es Rob Jaczko, Alejandro Rodríguez, ni Daniel M. Thompson; pero conoce de la Berklee College of Music, esa universidad fundada en 1945 en Boston, Massachusetts, pionera en la formación musical en jazz, rock y otros estilos contemporáneos, en fechas cuando casi todas las escuelas de música centraban sus estudios en las sonoridades clásicas.

Quien lea quizás no conozca quién es Ivis Flies, “Tweety” González, Andrés Mayo, Juancho Valencia y otros veintitantos productores invitados a esta tercera edición del evento, pero deberá asociarlos a nombres como Fito Páez y Soda Stereo, Luis Alberto Spinetta, Gustavo Cerati, Les Luthiers, Calle 13, Oscar D’León; asociarlos a festivales como Terrasónica, en Ecuador, el Panama Jazz Festival, y eso ya es un buen comienzo. Quien lea descubrirá también en esa lista a Eduardo Cabra (Visitante), Roberto Carcassés, Edesio Alejandro, Jorge Aragón, Alain Pérez, entre otros, y definitivamente algo se le activa.

Por último, encontrará que en esta ocasión, como en las dos anteriores, AM–PM reserva un espacio para la música en vivo, para la experimentación de sonoridades heterogéneas. La Fábrica de Arte Cubano nuevamente es el escenario para los showcases y conciertos de artistas invitados, donde convergerán el “pop romántico, siniestro y seductor” del dúo chileno Tormenta, el jazz-fusión de William Roblejo’s Trío, el Dúo Jade, el flow de Charly Mucharrima y los Niches, el sonido mitad indie mitad rockero de Sweet Lizzy Project –estos cuatro últimos de Cuba–, “el poder amazónico” del ecuatoriano Mateo Kingman, la cantante y compositora brasileña Céu, y el DJ estadounidense Derek Turcios.

Ellos, como alguna vez lo hicieron otros, llegarán para ponerle sonido a este evento que arrancará el 12 de junio próximo. Para entrar en detalles, OnCuba conversó con la abogada y gestora cultural Darsi Fernández, directora de la oficina de SGAE en Cuba y coordinadora AM–PM “América por su Música”.

¿Por qué AM-PM? ¿Qué podría significar un evento como América por su Música en el contexto de la industria musical cubana?

AM-PM es un juego semántico para incluir cualquier hora del día. Aunque los conciertos y las peñas transcurren en un par de horas, alrededor del momento en que la música se produce hay gente que trabaja mañana, tarde y noche. Gente que carga instrumentos cuando todos se han retirado del local, que busca compulsivamente posibilidades de gira para su artista o que mezcla un disco a altas horas de la madrugada. De eso trata este evento y a ellos esencialmente convoca: a la enorme cantidad de personas que, sin ser necesariamente músicos, trabajan para que la música llegue a sus públicos.

En nuestro contexto, AM-PM es una pequeña aportación a tres objetivos fundamentales: la profesionalización de esa industria musical en Cuba para que responda con alto nivel a la excelencia de la creación musical de la Isla; la creación de redes que nos conecten con los especialistas responsables de estos mismos procesos en cualquier país de nuestro continente y el conocimiento, reconocimiento y disfrute por parte del público cubano de los artistas de vanguardia en América Latina y los espacios musicales alternativos de otras zonas del mundo.

Como cada año las sesiones profesionales se dedican a un área específica dentro de la industria de la música. ¿Por qué escoger esta vez a la figura del productor musical?

Darsi Fernández. Foto: www.americaporsumusica.com.
Darsi Fernández. Foto: www.americaporsumusica.com.

El productor musical es una figura clave en el proceso de surgimiento y desarrollo de cualquier proyecto musical. Es alguien que normalmente aúna talento artístico, sentido del emprendimiento, información actualizada sobre la tecnología y espíritu de colaboración. Sentimos que el productor musical ha tenido un protagonismo menor en la escena musical cubana, y sin embargo tiene un peso significativo en el resultado de lo que entendemos y disfrutamos como música, y en cómo esta se inserta dentro de las dinámicas de su circuito de comercialización, de cómo llega a ser percibida y degustada.

Si te fijas, los artistas cubanos que en los últimos veinte años consiguen cierto éxito en los circuitos más o menos comerciales, la mayoría de las veces han sido producidos por productores no cubanos: Buenavista Social Club, Roberto Fonseca, Daymé Arocena… Hablo por supuesto de músicas alternativas. Ahora hay un movimiento de productores nacionales que trabaja sobre todo la música bailable urbana, el reguetón y demás, con códigos de estándares internacionales. E incluso ahí, Planet Records desde antes, y ahora Sony o el sello de Marc Anthony, están metidos en la cuestión. En fin, conversar sobre estos temas y sobre identidad cultural desde la profesión de productor musical es la intención.

 

¿Qué importancia tiene el productor en el circuito musical cubano? ¿Cómo se pensó el intercambio entre los productores del patio y los profesionales foráneos?

Tiene una importancia que no se le ha estado dando. Hay que actualizarse y conversar, conocer los circuitos de comercialización, las tecnologías de audio; pero sobre todo creemos que deben conocer bien a los artistas con los que trabajan. Hemos visto, por ejemplo, a un artista con un enorme potencial que se equivoca en la elección de su productor o yerra la discográfica al asignárselo, y eso hunde un disco o una etapa del artista.

Es importante que se conozcan los productores entre ellos y a los colegas de Latinoamérica, discutir estrategias y sonoridades, conversar mucho, escucharse. Este encuentro se ha pensado como algo muy abierto, con algunas charlas y paneles a modo de provocación, pero nada va a sustituir los contactos, las charlas de pasillo, la escucha y comentarios de los trabajos de cada uno, en fin, las redes que el propio encuentro tejerá espontáneamente de cara al futuro.

Las charlas de música y tecnología son uno de los platos fuertes de este evento. ¿Hacia qué temáticas están dirigidas en esta edición?

Nos interesa mucho cada año hacer énfasis en estas charlas. La música puede hacerse en cualquier lugar y con los medios más elementales, pero ya es impensable su distribución y consumo de manera completamente convencional o analógica. Entonces hay que estar al día, hay que usar lo que existe para bien y con sentido creativo.

Una de las charlas contextualiza la industria de las grabaciones en la actualidad, la cual ha sufrido enormes cambios en las dos últimas décadas esencialmente; en otra expondremos el uso de las redes sociales por parte de los músicos haciendo un paneo en el uso que hacemos desde Cuba; mientras otra se enfocará más en YouTube y las posibilidades que ofrece para los compositores.

En el contexto de AM-PM tendrá lugar la primera reunión en Cuba de la Audio Engineering Society (AES). ¿Cómo llega esta sociedad profesional a AM-PM? ¿Qué importancia podrá tener para los ingenieros de sonido cubanos el diálogo con los conferencistas de la AES?

Parece que la AES, o sus afiliados, más exactamente, hace rato estaban intentando conectar con sus colegas cubanos. Esta es la única sociedad profesional dedicada exclusivamente a la tecnología de audio. Fundada en 1948 en Estados Unidos, la AES ha crecido hasta convertirse en una organización internacional que agrupa ingenieros de audio, artistas creativos, científicos y estudiantes de todo el mundo, promoviendo avances en audio y difundiendo nuevos conocimientos e investigaciones en esta área. Tiene más de 12 000 miembros, y secciones gremiales en 75 países, con 95 secciones estudiantiles. De aquí puedes colegiar la importancia que pueda tener esta primera experiencia en Cuba. Una vez más, actualización, información, redes. También es la oportunidad de mostrar concentradamente al mundo los excelentes profesionales cubanos en esta área que tiene gran tradición docente en Cuba, donde se enseña sonido al menos en tres facultades: en la de Música, en la de Medios de Creación Audiovisual del ISA, y en la Escuela Internacional de Cine y Televisión.

¿Sobre qué tópicos específicos tratará el taller de Producción Musical impartido por profesores de la Berklee College of Music?

El taller está pensado para quienes se inician en la producción en estudio. Estará sesionando –con un cupo limitado– en el Estudio 1 de Abdala. Los temas van desde cómo aprender a escuchar analíticamente, a reconocer instrumentos, frecuencias, procesamientos del sonido, distribución en plano estereofónico, a aspectos concretos de la producción de estudio como la pre-producción con el artista (conceptualización, discusión de formatos, planificación de la grabación, de la colocación de micrófonos); hasta por supuesto la mezcla y la masterización. Los profesores, que son ingenieros y docentes con vasta experiencia, han escogido a Zule Guerra y Blues de La Habana como “conejillo de Indias” para este Taller. Así que creo que todos la van a pasar súper bien trabajando.

Dentro de las actividades colaterales en esta edición destaca la muestra Uno, dos… Grabando. ¿Qué concepto curatorial tiene esta expo?

Estamos muy felices de tener a dos tremendos artistas del lente como son Kaloian y Gabriel Guerra Bianchini en AM-PM 2017. Vimos un reportaje fotográfico de Kalo sobre el Estudio ION en Buenos Aires, un estudio mítico donde grabó desde Aníbal Troilo hasta Atahualpa Yupanki, desde Astor Piazzola hasta Spinetta, pasando por el resto de la mejor música de Argentina. Ese estudio es parte de la historia musical de nuestro continente. Y por supuesto también lo es el Estudio Areíto de la Calle San Miguel. Entonces le propusimos a Bianchini que hiciera un reportaje fotográfico paralelo, y que luego expusieran juntos. Los estudios tienen alma, conservan la magia de tantas sesiones, de tantos encuentros, de tantas notas. Y eso estará en la expo acompañando las charlas y los debates de quienes les dan vida. Tenemos además otra muestra colateral que recoge el trabajo audiovisual dedicado a la música, acumulado por Luis Najmías Jr., excelente fotógrafo de cine y realizador de vídeo.

Cerca de ocho artistas invitados de Chile, Ecuador, Brasil, Estados Unidos y Cuba pasarán por las diferentes naves de la Fábrica de Arte durante los días del evento. ¿Cómo fue la selección para estos showcases y conciertos? ¿Qué propuestas traen estos músicos?

AM-PM es un evento humilde, que se realiza con pocos recursos, gracias sustancialmente al empeño de Fábrica de Arte Cubano y la ayuda de Fundación SGAE y otros colaboradores, incluidos sus propios participantes extranjeros, pero si vamos a estar hablando de música y de productores musicales no podemos perder la oportunidad de disfrutar del trabajo de algunos de ellos. Entonces, nos propusimos con fuerza que algunos de los productores invitados pudieran mostrar su trabajo. Y así llegamos al interesante artista ecuatoriano Mateo Kingman, que ha sido producido por Ivis Flies y a la tremenda cantante brasilera Céu, cuyo último disco, Trópix, ganador reciente del Grammy Latino, es una producción de Romario Menezes “Pupillo”, otro invitado como productor musical. El proyecto chileno que viene, Tormenta, también ha sido producido por uno de sus integrantes, invitado a AM–PM, Cristián Heyne. Los músicos cubanos que hacen showcases dentro de AM-PM intentamos que sean diversos, interesantes y que estén en pleno desarrollo de sus carreras. Sus propuestas no te las voy a contar para que vengas a todos los conciertos.

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