Eduardo Morales: Un “Tiburón” que canta

Si camina por las calles de Santiago de Cuba, y afina el oído, es probable que pueda escuchar, más allá de los imponentes ritmos de moda, ese ritmo ancestral que según algunos, es lo más sublime para el alma divertir. Caminando por esta ciudad de grandes trovadores y soneros, me encontré con “Tiburón”. Ícono de Son 14, esa extraordinaria orquesta que, fundada por el maestro Adalberto Álvarez, revolucionó la manera de hacer el son y sedujo a varias generaciones de santiagueros, que aún hoy, claman disfrutar con ella. Le pedí conversar con él, y con esa manera diáfana que lo caracteriza, me invitó a su casa ese mismo día.

A sus 78 años, el carismático sonero, Eduardo “Tiburón” Morales, voz líder de la Orquesta Son 14 por más de 30 años, comenta acerca de los orígenes del grupo y de su mayor pasión, el Son cubano.

Tiburón, ¿dónde está el Grupo Son 14?

Son 14 está en México. Hace unos años que está por allá. Los músicos vienen de vacaciones un mes a Cuba y luego regresan. Estamos bien, cumplimentando trabajo en el exterior y trabajando mucho allá, pero regresamos y pasamos las vacaciones aquí. Yo mismo estoy ahora aquí de vacaciones y ahorita regreso allá. Son 14 está vivito y coleando, hermano.

¿El grupo ha grabado algún disco recientemente?

Recientemente, en el 2011, se comenzó a grabar un disco homenaje a Son 14, titulado “30 Años de Son 14” producido por el maestro Ricardo Leyva, en los estudios de la EGREM, donde grabaron algunos de los músicos más populares de Cuba. Manolito Simonet, César“Pupy” Pedroso, Pancho Amat, Mayito Rivera, Angel Bonne, entre otros. Hicimos una reunión de soneros.

¿Cuándo Tiburón descubre que es más sonero que pelotero?

Bueno yo era sonero y pelotero a la vez, la gente veía que yo me subía a las tarimas, escuchaba el coro y ya me iba por ahí. Improvisaba, hacía veinte cosas, inventaba otro coro por arriba de ese y así. Luego la gente me preguntaba qué yo hacía jugando pelota si lo mío era cantar. Pero a mí me gustaba mucho la pelota.

Pero al final se impuso más el sonero
Si, se impuso, y también porque económicamente me resultaba mejor. Porque la música se paga. En la actualidad al deportista se le presta más atención, pero en aquella época no era así. Era por amor al deporte y a la bandera de tu zona. Que en mi caso era el equipo Granjeros, de Camagüey aunque soy de Francisco Guayabal, un pueblito perteneciente a las Tunas.
¿Cómo fue el encuentro con Adalberto Álvarez?

Fue en el “Cándido González” (Estadio) de Camagüey. Él Iba con frecuencia por allá y me escuchaba cantar. Un día le dije que me diera un chance en el conjunto, pues me habían dicho que faltaba un integrante, y por ahí empezó la cosa.

 ¿Entonces cómo y cuándo nace la Orquesta Son 14?

Adalberto Álvarez en Camagüey armó un conjunto con varios compañeros graduados de música. Recuerdo a Germán el de los Irakere, y otros buenos. Era tremendo “piquete”. Pero a las autoridades locales de cultura no le interesó aquello para nada. Rodulfo Vaillant, compositor y entonces Director del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) en Santiago, fue allá a Camagüey y se encontró con Adalberto. Adalberto lo invitó a un concierto en la fábrica de Cervezas de Camagüey, para que escuchara al grupito “Avance Juvenil”, que era el nombre que teníamos. El grupito era tremendo trabuco. Luego Vaillant convenció a Adalberto de venir a Santiago y así fue. Una vez aquí en Santiago, con músicos camagüeyanos y santiagueros, el 11 de noviembre del año 1978 se funda oficialmente Son 14.

 ¿Cómo recuerda aquella presentación de Son 14 en las calles Santa Úrsula y primera  aquí en Santiago, en el año `78?

Bueno eso fue la “reventazón”. Cuando Son 14 tocó esa noche la gente decía que ahora sí Santiago de Cuba tiene un grupo que vale la pena. En aquella época había varios grupos pero no eran grupos de competencia. Son 14 lo era porque Adalberto es un hombre de competencia, Adalberto no se conforma con dar un paso y quedarse ahí. El da un paso y está queriendo dar otro y otro más. Eso es algo que lo ha hecho grande. Yo agradezco a Santiago de Cuba en nombre del grupo ya que Santiago nos dio su apoyo total para comenzar y seguir, en especial al Comandante Juan Almeida. Juan Almeida fue quien nos envió los instrumentos para que armáramos Son 14. Mediante el ministerio de Cultura nos envió unos bafles. Nosotros ensayábamos con un pianito viejo que tenía Adalberto y tocábamos en cajones y con eso comenzamos la lucha. Gracias a la mano redentora de Almeida que es algo inolvidable, Son 14 comenzó. Cuando se hable de la música en Cuba en los últimos cincuenta años, hay que hablar de Juan Almeida Bosque. Cuando comenzamos en ese año `78 comenzamos una vida de gloria.

Cuando Adalberto se separa del grupo, ¿lo hizo por alguna discrepancia interna?

 No. Adalberto tenía otras inquietudes artísticas y creyó conveniente que era hora de partir de Santiago. A pesar de que algunos integrantes se fueron con él, no fue el fin de Son 14. No hubo problemas entre nosotros. Conversamos y me dijo que no abandonara al conjunto porque era una institución que ya contaba con nombre propio y fama y así ha sucedido hasta hoy.

 ¿Mantiene algún vínculo con Adalberto Álvarez en la actualidad?

Adalberto es prácticamente mi padre. Yo he aprendido mucho de Adalberto no solamente en la música, sino también de su actitud como ciudadano, como hombre, como padre de familia. Adalberto es un digno ejemplo de hombre. Soy imitador fiel de la conducta de Adalberto Álvarez. A través de él encontré el camino de ser una persona con más cultura, con más pasividad, una persona que sabe darse a querer por los demás. Musicalmente hablando Adalberto es un talento, nos hizo músicos a todos.

El disco a “Bayamo en Coche” (1980 Sello Areito) fue un exitazo en materia de ventas y popularidad. En su opinión, ¿a qué se debióeste suceso?

Fue un éxito total. En gran medida se debió a que en aquella época había una gran influencia de música foránea, Los Beatles, Los Ángeles, Los Diablos, y otros grupos famosos que se escuchaban en las décadas de los ‘ 60 y ‘ 70, pero no existía una música bailable nacional con las características de aquella orquesta. Y al parecer nosotros dimos el “planazo”, imagínate, jóvenes tocando son, eso fue un éxito.

Años más tarde, el mismo Juan Luis Guerra versionó el tema “A Bayamo en Coche” convirtiéndolo en  “A Santiago en Coche” aludiendo a Santiago de Los Caballeros.

¿Cuál es el sello distintivo de Son 14?

Lo que distingue a Son 14 es que como comenzamos, así seguimos. Cuando estamos montando un número, se mantiene la exigencia a la hora de los arreglos, por ejemplo, yo le digo, oye ese golpe no va ahí, ese va aquí así, para que mantenga su línea, puro Son. Se mantienen lostumbaos soneros, con algunas armonías del jazz y el uso de los trombones. Además, siempre se han cuidado las letras en las canciones, no escribir textos chabacanos, no perder nunca el sentido de las buenas letras. Esas fueron las enseñanzas que nos dejó Adalberto. Por eso es que la música de Son 14 pega y gusta tanto a nivel internacional.

¿Cuándo viaja Son 14 al exterior por primera vez?

Son 14 viaja a Venezuela en 1979 gracias a un empresario disquero llamado Orlando Montiel. Pero esto fue posible también gracias al Señor Andy Montañez, que en el verano de ese año llegó a Santiago de Cuba con la orquesta Dimensión Latina. Tocaron en el Estadio Guillermón Moncada y Andy también cantó con nosotros y, al terminar, expresó que era una lástima que una orquesta de música cubana como Son 14 no fuera a Venezuela, a Puerto Rico, a los países donde se bailaba ese tipo música y a partir de ahí comenzaron los trámites para ese viaje.

Una noche del año 1983, Oscar D’ León cautivó a miles de santiagueros en el Estadio Guillermón Moncada. Tiburón Morales, conSon 14, cantó con él. ¿Cómo recuerda aquella noche?

Esa noche fue inolvidable. Oscar es un cantante grande. El todavía siente amor por nuestro País, lo que pasa es que no es lo mismo estar en un país donde tienes que vivir con el “cuchillo en la boca”, si no, no comes. Sin embargo no es lo mismo aquí en el nuestro, que no tenemos que hacer eso para comer. La vida de Cuba es una vida fácil en ese sentido.

¿Cómo llegó esa noche a cantar con Oscar?

Ya había cantado con Oscar allá en Venezuela en el Poliedro de Caracas tres años antes. Nos conocíamos. La Orquesta Son 14 estaba invitada a tocar esa noche con ellos. Nos pusimos a improvisar los dos y me fue fácil. Aún hoy en el extranjero, él me invita a la tarima a cantar con él.

Recientemente usted compartió con algunos de los músicos del Gran Combo de Puerto Rico, aquí en la Casa de la Trova. Coménteme acerca de ese reencuentro con viejos amigos.

Tremendos cantantes. Charlie Aponte es un cantante buenísimo, y como persona ni hablar. Por algo está en el Gran Combo. Ithier, (Rafael) el director, no es una gente orgullosa ni es una gente poseída. Ithier es una gente noble. Siempre tiene una sonrisa para todo el mundo. Él era el director de Cortijo y su Combo, luego fundó el Gran Combo, que lo ha llevado por caminos de éxitos durante muchos años. Ellos quieren mucho a Cuba. Cuando se habla de Cuba en el continente se habla de lo más grande. Tanto en lo musical, como en lo humano, y eso hace que uno se sienta orgulloso de ser cubano.

Muchos músicos y grupos salseros del Caribe reconocen en el Son cubano la génesis de toda la obra que han desarrollado después.¿Me puede comentar sobre esto?

Te pongo un ejemplo, hace poco estuvimos alternando con Roberto Roena, (bongosero y bailador puertorriqueño, integrante de Cortijo y su Combo, del Gran Combo y fundador de Apollo Sound). Antes de comenzar a cantar, Roberto, micrófono en mano dijo que le pedía permiso a los cubanos porque quería ganarse la comida de su hogar con la música de los cubanos. Nosotros nos pusimos de pie y aplaudimos. Esas palabras nos emocionaron profundamente.

¿Por qué Tiburón no se fue de Santiago?

Yo no me fui de Santiago porque, sinceramente, si me hubiera ido no habría hecho nada. Porque no habría tenido el respeto y el cariñode un pueblo como el santiaguero. El amor de los dirigentes, el amor de los niños, de los viejos. Todo el mundo me llama en la calle, tiburón, tiburón y yo me siento orgulloso de estar en Santiago de Cuba. Máxime hoy, que Santiago de Cuba cuenta con un dirigente que se siente hijo adoptivo de esta ciudad. Ese hermano nuestro cuando habla de Santiago se le salen las lágrimas. Lázaro Expósito quiere mucho a Santiago y Santiago lo quiere mucho a él. Si no me fui cuando había dirigentes que no hacían mucho por la ciudad, ahora menos, porque ahora sí se puede estar en Santiago, ahora hay dirigentes que sienten el dolor ajeno. Hoy Santiago es más Santiago que nunca.

Eduardo, ¿desde cuándo le dicen Tiburón?

Desde niño. Nadaba en la playa y abría la boca, y alguien dijo que parecía un tiburoncito.

Usted ha dicho en varias ocasiones que el Son no morirá. ¿Qué opinión le merecen los nuevos ritmos que coexisten con él?

El Son no puede morir. Aunque surjan nuevos ritmos. El reguetón, por ejemplo, nunca podrá matar al Son. Nosotros tenemos bandera y tenemos himno, también tenemos un folklore que es el Son, el bolero, la guaracha, el guanguancó, la rumba, y eso no morirá.

Por: Guillermo Salas

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