Grammy de Honor, pa que los yumas no…

Juan Formell subió al escenario en Las Vegas, no para marcar con su bajo el ritmo de los Van Van, sino para recoger el segundo premio a su excelente carrera que recibe este año: primero fue el Womex de World Music en la Feria de Cardiff, y ahora un Grammy de Honor, reconocimiento que el Maestro disfruta más, porque mucho le costó…

“Ha habido que sacrificarse mucho, no es un premio caído del cielo porque Cuba ha estado bloqueada en los grandes mercados, porque el disco es un arma cultural importante”, declaró a la prensa el fundador y director del llamado Tren de la Salsa, una orquesta que a fuerza de longevidad fue definida por el difunto sabio Jorge Smith como “los Rolling Stones de la Salsa”.

Formell dedicó este galardón a todos los vanvaneros, desde los fundadores hasta los músicos actuales y los que están por venir, pero sobre todo a Cuba. “Es mucha la emoción, este es un reconocimiento muy grande para la carrera de un músico, que también llegue a todos los músicos cubanos y al resto de mis compatriotas en cualquier parte del mundo en que se encuentren”, manifestó el padre del songo.

El hombre que comenzó a hacer historia en la orquesta Revé con el shangüí-shake recibió este nuevo premio junto a otros importantes artistas iberoamericanos, como el venezolano Oscar D’ León, la folclorista colombiana Totó La Momposina, el brasileño Roberto Menescal, el argentino Palito Ortega, el jazzista de origen puertorriqueño Eddie Palmieri, y el rockero español Miguel Ríos.

Oscar D’ León, el Faraón de la Salsa, se robó el show en la conferencia de prensa con su emblemático mostacho y un optimismo a prueba de infartos: “Ante cualquier problema de la vida trato siempre de llevarlo con alegría”, dijo el cantante que legó para los cubanos la memorable frase “dame cable”, para mezclarse con el público bailador cuando actuó en Cuba hace ya 30 años.

A su vez La Mamposina, quien actuó este año en Santiago de Cuba durante la Fiesta de Fuego, afirmó que representa “a todas las voces de los pueblos del mundo. Esos pueblos me dieron permiso para recibir este premio y de esta manera se lo entrego a todo el mundo”.

Poco antes de viajar a Estados Unidos para recibir el premio, Formell conversó con la prensa en La Habana, y además de negar que el son se hubiera ido de Cuba, señaló que todo reconocimiento a los músicos cubanos sabe mejor, porque sus producciones están marginadas de los grandes circuitos mundiales de comercialización discográfica, un bloqueo muy real, demasiado…

Que Formell sea quien es, con un Grammy por “Llegó Van Van/Van Van is Here” y con la reverencia y el respeto de los grandes del género, y que ahora la Academia Latina de Grabaciones venga y lo premie en la meca del mercado por su trayectoria, confirma aquel mítico estribillo suyo, voceado por Mayito Rivera con sentimiento y manana:

“Ay, pa que los yumas no, no se crean que nosotros no…”

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